¿Qué necesidades enfrentan las medianas empresas en Centroamérica y República Dominicana a raíz de la crisis provocada por el COVID-19?
Octubre. Las principales preocupaciones durante la crisis económica derivada de la pandemia son: la falta de clientes, las finanzas y la operación, de acuerdo a los resultados de la “Encuesta COVID-19” aplicada en agosto por Deloitte y el Programa Mejores Empresas Centroamericanas, a medianas empresas de los sectores de servicios, comercio, construcción, industria y minería de Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
Entre los resultados obtenidos en la encuesta, el tema financiero fue uno de los más destacados en donde las empresas deben mantener el enfoque en el flujo de efectivo y capital de trabajo en esta nueva normalidad.
“La principal necesidad para las empresas es mantener el efectivo, que ha implicado revaluar todos los actores y los procesos de la cadena para mantenerse durante la crisis” menciona Randall Madriz, socio de Clientes e Industrias de Deloitte.
De acuerdo a los resultados, el sector de servicios fue el más afectado por la crisis y una de sus principales preocupaciones son los clientes, ya que representan la principal entrada de efectivo. Para lograr mantenerlos no solo se deben diferenciar en términos de oferta, sino que, también reconocerlos y adaptar sus productos o servicios a los nuevos hábitos de consumo.
La región tiene un camino retador para la recuperación, sin embargo, las empresas han empezado a reaccionar adaptando su oferta, reabriendo sus puntos de venta y modificando su modelo de negocio, así los resultados muestran que el 60% incorporó nuevos productos o servicios a su portafolios.
Finanzas
En términos de flujo de efectivo, solo el 34% de las empresas estima sobrevivir más de 9 meses con este nivel, lo cual, ha tenido como consecuencia una revisión profunda de las entradas y salidas de efectivo con relación a costos, gastos, inversiones, fuentes de financiamiento, pagos a proveedores, entre otros.
Entre algunas recomendaciones que se brindan en el reporte ante el impacto financiero de la pandemia, Pilar Ruiz de Chávez, Directora del Programa Mejores Empresas en Latinoamérica menciona:
• Las empresas deberán priorizar el manejo de efectivo y realizar proyecciones de flujo para el siguiente trimestre, además de considerar reservas de efectivo adicionales en caso de nuevos brotes
• Deberán establecer el ciclo de conversión de efectivo como indicador clave y dar seguimiento a la cartera, optimizar inventarios y buscar mejores plazos de pago
• Evaluar instrumentos financieros que permitan mitigar los riesgos (ej. tipo de cambio, alza de precios de la materia prima, etc.)
• Identificar riesgos relacionados a las estrategias fiscales implementadas; revisar políticas y documentación para evitar al máximo los gastos no deducibles
Clientes
En la región el 85% de las empresas tuvo un impacto de entre el 10 y el 50% en sus ventas, según los resultados regionales respecto a todos los sectores consultados.
“Los clientes representan la principal entrada de efectivo. Para lograr mantenerlos no solo se deben diferenciar en términos de oferta, sino que también re-conocerlos y adaptar sus productos o servicios a los hábitos de consumo” menciona Randall Madriz, socio de Clientes e Industrias de Deloitte.
Operaciones
Debido a la falta de liquidez de los clientes, se incrementaron los días de cobranza por parte de las empresas.
El 48% de empresas en la región indicaron que aumentaron sus cuentas incobrables respecto de años anteriores y el 43% refirió que se mantuvieron.
“Es indispensable adaptar y rediseñar continuamente las operaciones para responder a las nuevas necesidades”, menciona Pilar Ruiz de Chávez, Directora del Programa Mejores Empresas en Latinoamérica.
Recuperación y Continuidad del negocio.
La confianza del cliente será clave para la recuperación, de acuerdo a los encuestados se presentan algunos escenarios estimados por sector:
Recuperación estimada por sector en nuevo escenario COVID-19
Talento
En temas de talento, los resultados obtenidos sobre las acciones de respuesta de las medianas empresas en la región ante la contingencia, muestran que el 52 % de las empresas redujo la nómina, el 64 % contrajo la jornada laboral, 50 % aplazó el pago de horas extras, 50 % suspendió temporalmente personal y 91 % implementó el trabajo remoto.