EE.UU: Quieren derogar norma que permite a médicos objetar operación de cambio de sexo
Veinticuatro fiscales generales estatales se unieron a una demanda contra la Administración Trump, para intentar derogar una nueva norma que protege el derecho de los trabajadores de la salud a oponerse a realizar abortos o cirugías de “cambio de sexo”.
Estados como Nueva York, California, Massachusetts, Washington, Michigan y Pensilvania se unieron a la demanda presentada el 20 de julio ante el tribunal distrital estadounidense del Distrito Sur de Nueva York, que busca derogar la norma que protege el derecho de los trabajadores de salud a oponerse a cirugías de “reasignación de género” y abortos.
“Nunca es aceptable negar la atención médica a los estadounidenses que la necesitan, pero es especialmente atroz hacerlo en medio de una pandemia”, dijo a The Wall Street Journal, Letitia James, fiscal general de Nueva York y que dirige la demanda.
El 12 de junio, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) promulgó una norma para proteger el derecho de los médicos a oponerse al aborto y a las operaciones de reasignación de sexo, en la que aclara que las prohibiciones por discriminación basada en el sexo no incluyen la identidad de género o el aborto.
El HHS señaló que su última disposición elimina partes de una regulación de 2016 que había expandido inapropiadamente la definición de discriminación sexual.
En el momento del anuncio, el comité provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), dirigido por el Arzobispo de Kansas, Mons. Joseph Naumann, emitió una declaración en la que “aplaudió” los cambios propuestos y expresó que los obispos estaban “agradecidos” de que la Administración diera este “importante” paso.
“Estas modificaciones siguen la intención legislativa de la ‘Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio’ que busca garantizar la no discriminación por motivos de sexo en la atención médica”, informó el comunicado.
Los líderes católicos en los Estados Unidos han sostenido de forma continua que las intervenciones quirúrgicas u hormonales para las personas que sufren de disforia de género no son misericordiosas. Además, señalan que el tema debe abordarse con compasión y sensibilidad, al tiempo que se adhiere a la enseñanza de la Iglesia y la verdad.
Según una comprensión católica de la persona humana, las personas son una unión de cuerpo y alma, y ese cuerpo es “creado hombre o mujer”, escribió el Obispo de Springfield (Illinois), Thomas Paprocki, en una reciente guía para escuelas católicas en su diócesis.
La Iglesia considera cualquier intervención médica que elimine o destruya órganos reproductivos sanos como “un tipo de mutilación que es intrínsecamente malvada. Los procedimientos, cirugías y terapias diseñados para asistir a una persona a ‘hacer la transición’ de su género están moralmente prohibidos”, señaló.
Así como la anorexia es una condición en la cual la percepción de uno está separada de la realidad, Mons. Paprocki señaló que la disforia de género es una separación similar de percepción y realidad, y aquellos con la condición deberían ser ayudados a aceptar la realidad en lugar de su falsa percepción de ella.
“Sin embargo, la presentación de esta verdad debe hacerse con amor, compasión y paciencia. Como lo establece la política en sí, nuestras escuelas, parroquias y otras instituciones abrazan con compasión a esas familias e individuos con disforia de género y los apoyan pacientemente en su viaje”, dijo.
Una carta de 2016 a los centros de servicios estadounidenses de Medicare, programa de cobertura de seguridad social, y Medicaid, programa de seguros de salud para gente necesitada,
El 2016, el asesor general de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, junto con otros grupos dijeron a los centros que brindan servicios de Medicare, programa de cobertura de seguridad social, y Medicaid, programa de seguros de salud para gente necesitada, en Estados Unidos, que no sería discriminatorio negar la cirugía a alguien que busca practicarse una cirugía que supuestamente cambiaría su género.
“No es ‘discriminación’ cuando un hospital que brinda atención que considera apropiada, se niega a realizar procedimientos destructivos para el beneficio y el bienestar de los pacientes, o se niega a tomar medidas que socaven la salud, la seguridad y la privacidad de otros pacientes”, señaló.
“Un hospital no cae en ‘discriminación’ cuando, por ejemplo, realiza una mastectomía o histerectomía en una mujer con cáncer de seno o uterino, respectivamente, pero se niega a realizar dicho procedimiento en una mujer con senos o útero perfectamente sanos buscando tener la apariencia de un hombre”.
Varios hospitales católicos estadounidenses se han enfrentado a demandas por negarse a realizar cirugías transgénero.
A mediados de junio, el Tribunal Supremo dictaminó en una decisión de 6 votos a favor y 3 votos en contra que los empleadores no pueden despedir a los trabajadores debido a su orientación sexual o identidad de género autodeterminada.
Una persona de Maryland que se identifica como transgénero, está utilizando la decisión del Tribunal en la demanda que presentó contra un hospital católico por negarse a realizar una histerectomía en el útero sano de la persona.
A principios de este mes, la Corte Suprema de los Estados Unidos confirmó la exención religiosa y moral emitida legalmente por la Administración Trump de 2017, que exime a las Hermanitas de los Pobres y otras organizaciones que se oponen a cumplir con al mandato anticonceptivo de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS)