Cada hondureño debe cumplir medidas de bioseguridad con responsabilidad
Tegucigalpa. “En la medida que cada uno de nosotros, aplique las medidas de bioseguridad y lo mismo hagan las empresas, más rápido retornaremos a la nueva normalidad”, dijo el Ministro de Trabajo Carlos Madero, al participar en un foro virtual.
Los hondureños deben seguir avanzando hacia una nueva cultura de vida o nueva normalidad, a través de normas básicas de bioseguridad que implicarán mucha responsabilidad por parte de cada ciudadano. “Este virus vino para quedarse”, remarcó.
A esta conclusión llegaron los panelistas que participaron en el foro Virtual sobre bioseguridad laboral organizado por la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social en el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
Los panelistas fueron el Secretario de Estado en los Despachos de Trabajo y Seguridad Social, Carlos Madero; el experto en salud del trabajo, demografía social y desarrollo, doctor Lino Carmenate; el embajador de la Unión Europea en Honduras, Alessandro Palmero y el director nacional de World Visión Honduras, Jorge Galeano.
Los panelistas reconocieron la contribución técnica y financiera de la Unión Europea, a través del programa EURO EMPLEO, para la elaboración de un manual general y protocolos de bioseguridad para cada sector de la economía.
Balance salud y economía
El secretario de Trabajo, Carlos Madero, reconoció que “tiene que existir un balance entre economía y salud y este balance rigurosamente pasa por la aplicación de protocolos de bioseguridad que se han elaborado con la ayuda de la Unión Europea a través del programa EURO EMPLEO, de la Asociación de Médicos en Salud Ocupacional, Asociación de Epidemiólogos de Honduras, ARSA, Secretaría de Salud y Secretaría de Seguridad”, dijo.
Madero, recordó que tener aprobado un protocolo no significa autorización para operar ya que eso dependerá exclusivamente del comportamiento de la pandemia.
La apertura inteligente, paulatina, ordenada y segura pasa “porque el ciudadano tome conciencia, la responsabilidad es de todos los hondureños, no sólo es de la empresa, del trabajo o del hondureño, es de todos”.
“Para entrar en una nueva normalidad, hay un antes y un después del Covid, debemos entender que de aquí parte una nueva forma de ver e interactuar con la sociedad y esto pasará directamente con que los protocolos se puedan estructurar y aplicar”, explicó.
En ese sentido, recalcó que corresponde a cada ciudadano lograr que la bioseguridad se haga parte de la vida diaria en el trabajo, en el hogar y la comunidad. “Cuando miremos que la sociedad efectivamente está empezando a tomar esa conciencia, vamos a poder ir entrando en este mecanismo de apertura inteligente (de sectores e industrias)”.
“El coronavirus vino para quedarse y debemos pasar del miedo que tenemos a aceptarlo y enfrentarlo responsablemente, es decir, adoptando medidas como el uso de mascarilla, lavado frecuente de manos, uso de gel antibacterial, mantener la distancia, buscar asistencia médica temprana”, advirtió.
Trabajar unidos
El embajador Alessandro Palmero garantizó que la Unión Europea mantiene sus valores de solidaridad y cooperación “porque estamos fuertemente convencidos que esta pandemia, esta crisis, se resuelve solo si trabajamos todos juntos”.
Aseguró que los países actuando por si solos no van a resolver la crisis, lo que sólo se logrará en el marco de las organizaciones multilaterales o regionales. “Nuestro compromiso con las Naciones Unidas se mantiene fuerte pero también implementar las decisiones a nivel del G7 y del G20”.
Palmero reveló que el 8 de abril se lanzó un programa que se llama Equipo Europa, precisamente para trabajar con sus socios internacionales en todo el mundo para combatir esta pandemia. “No nos olvidamos que tenemos socios en todo el mundo y que trabajar con estos socios en todo el mundo es fundamental para salir de la crisis”.
Reveló que a través de Equipo Europa se está colocando fondos por el orden de 20,000 millones de euros, de los cuales casi 1,000 millones de euros son para América Latina, siendo estos adicionales a los compromisos de la Unión Europea en el marco del Fondo Monetario Internacional (25% de fondos pertenecen a la UE) y Banco Mundial (28% de fondos pertenecen a la UE).
“El compromiso nuestro es seguir trabajando con nuestros socios y amigos, no concentrarnos solo en nuestro problema porque sabemos que nuestro problema es también vuestro problema y lo vamos a resolver todos juntos”.
El embajador Palmero garantizó que seguirán trabajando con autoridades nacionales y locales, sociedad civil, apoyando a las personas más vulnerables, micro, pequeña y mediana empresa así como al sector informal de la economía que es bastante extenso y abierto para la cooperación.
Resaltó que la seguridad y salud en el trabajo es prioridad para la Unión Europea y con ese fin se han impulsado programas como EURO EMPLEO, a través del cual se provee asistencia técnica y financiera para la elaboración de protocolos de bioseguridad en distintos sectores.
A su juicio, la apertura de estos sectores debe ser gradual, por lo que “el protocolo de bioseguridad es fundamental para que la reapertura no signifique otra ola de contagio, otra ola de problemas que ya hemos visto”.
La bioseguridad es para todos
Por su parte, el experto en seguridad en el trabajo, doctor Lino Carmenate, explicó que la pandemia “no es un problema individual, las enfermedades son completamente sociales y no solo de la persona que la padece, sobre todo las infecciosas”.
“La bioseguridad es algo de toda la vida, desde que existen agentes biológicos que pueden enfermar al ser humano: virus, bacterias, parásitos, animales, existe la necesidad de protegernos contra estos agentes”, explicó.
El objetivo de la bioseguridad es que los ambientes donde nos movilizamos y convivimos estén libres de estos agentes biológicos que pueden enfermar a las personas.
Reconoció que no solo en Honduras sino en el mundo entero, hay factores de riesgo que ponen en precario la seguridad y salud en el trabajo, siendo los más peligrosos los riesgos ocultos o agentes ocultos porque no los vemos.
Explicó que hay factores de riesgo que se pueden ver o escuchar como el ruido excesivo, un mueble de oficina que obliga a una mala postura al sentarse o el peso de instrumentos de trabajo que sobrepasan la capacidad humana.
“Pero un virus es imposible verlo, hay que verlo a través de un microscopio, estos son agentes, factores que se han olvidado en los ambientes de trabajo y muchas veces lo que no vemos, pues no lo consideramos”, reflexionó.
Según el especialista, ya la legislación contempla que las empresas hondureñas deben tener personas que estén preparadas para enfrentar el día a día de la seguridad.
“La seguridad y salud ocupacional no es problema de un día, no se resuelve en dos horas, es un problema del día a día y debemos abordarlo desde la mejora continua”.
“Cada uno debe entender cómo debemos comportarnos ante una enfermedad para protegernos a nosotros mismos y proteger al resto” dijo, para luego explicar que es el sentido de responsabilidad personal y hacia la comunidad el que debe impulsar a una persona a buscar atención médica oportuna en caso de presentar síntomas de una enfermedad.
Buenas prácticas
Por su parte, el director nacional de Word Vision Honduras, Jorge Galeano, afirmó que esta emergencia por Covid es la enorme oportunidad para unirnos como sociedad y que el nuevo normal no sea el de antes marcado por la desigualdad y la pobreza.
Que el nuevo normal sea “tener una mejor sociedad, una que respete más los derechos, con más oportunidades, que cuide más de su ambiente y que los entornos laborales sean cada vez más dignificantes para las personas que los ocupan”.
Galeano felicitó a los gobiernos locales y su rol activo mediante la implementación de diversas prácticas para prevenir la propagación del Covid19.
A su juicio, las medidas que se tomen, ya sea a nivel de municipalidades o de sectores económicos, deben ser pertinentes.
“El tema de pertinencia es muy importante, hay que saber diferenciar los tipos de ocupaciones, los espacios donde van a estar los trabajadores, el acceso a los equipos de bioseguridad; Creo que estas son consideraciones que hay que poner sobre la mesa cuando hablamos de seguridad ocupacional”.
En ese sentido, ejemplificó que las medidas de bioseguridad en el sector agrícola, donde una o dos personas trabajan cerca en una montaña, no pueden ser las mismas para personas que están en contacto permanente dentro de una fábrica o maquila.
“En el caso de los productores agrícolas se aplican ciertas tipo de medidas para ellos porque el nivel de riesgo y exposición es mucho menor, pero en el caso de una fábrica o maquila, donde las personas necesitan forzosamente estar en contacto, entonces ahí el tipo de medidas de bioseguridad son otras”, explicó.
Galeano recordó, por otra parte, que el acceso a material de bioseguridad varía según los lugares y circunstancias.
“Pongámonos a pensar que si el acceso a una mascarilla ya se hace difícil ahora en un hospital o en una clínica para el personal médico, ya se imaginan cuando hablamos de personas en el área rural, productores, agricultores, amas de casa, todavía es más difícil”.