Donald Trump se convierte en el tercer presidente de EEUU que se enfrentará a un juicio político
Donald Trump se ha convertido este 18 de diciembre en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos que deberá enfrentarse a un juicio político en el Senado, después de una histórica votación en la Cámara de Representantes en la que se aprobaron los dos artículos del «impeachment» impulsado por los demócratas por el escándalo ‘Ucraniagate’.
Tal como estaba previsto, los demócratas en la cámara baja han logrado seguir adelante con el juicio político contra Trump, acusado de dos delitos de abuso de poder y obstrucción al Congreso, después de un largo debate que se ha extendido por más de diez horas y en el que ambos bloques han defendido sus argumentos a favor y en contra del Impeachment.
Los congresistas en la Cámara han votado los dos artículos del Impeachment para los que hacían falta al menos 216 votos. El primero, por «abuso de poder», ha sido aprobado por 230 votos a favor y 197 en contra, y el segundo, por «obstrucción al Congreso», ha salido adelante con 229 votos a favor y 198 en contra, según los resultados que ha leído la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La pelota pasa ahora al Senado, donde se espera que en los próximos días se fije la fecha en la que continuará el proceso a mediados de enero, aunque las probabilidades de que Trump sea declarado culpable y destituido son prácticamente nulas ya que los republicanos controlan esa cámara y han cerrado filas en torno al actual inquilino de la Casa Blanca.
Trump había amanecido asomándose a sus redes sociales antes del debate para reiterar su inocencia y pedir a sus seguidores que «rezaran» por él, y ya durante la mañana ha llegado a tuitear que lo que estaba ocurriendo en el Capitolio era un «asalto» a Estados Unidos y al Partido Republicano por parte de la «izquierda radical» y sus «atroces mentiras».
El debate ha arrancado formalmente pasado el mediodía, hora local, cuando Nancy Pelosi ha tomado la palabra para advertir que Donald Trump se ha convertido en una «amenaza continuada» para la seguridad nacional y para la integridad de las elecciones que tendrán lugar en el 2020.
El también demócrata John Lewis, un destacado activista de los derechos civiles, ha aprovechado su turno de palabra para recordar a los congresistas que tenían la obligación de ponerse del lado correcto de la historia. «Hoy no habíamos pedido estar aquí, hoy es un día triste, no es un día para estar contentos», ha asegurado.
Por su parte, el republicano Matt Gaetz ha cargado contra la oposición por atacar al presidente «sin un crimen, sin una víctima y sin pruebas ni evidencias» en su contra. «Pero esto no es sobre Ucrania, es sobre el poder. Donald Trump lo tiene y los demócratas lo quieren, pero los estadounidense no son tontos y los votantes no lo olvidarán», ha dicho.
Justo antes de la votación, el líder de la minoría republicana, Steve Scalise, se ha referido al proceso de juicio político como una «vendetta política», mientras que el líder de la mayoría demócrata, Steny Hoyer, ha recordado que ha sido Trump quien con su «mala conducta» ha forzado a «nuestra república constitucional a defenderse».
Tras la votación de este 18 de diciembre, Trump se ha convertido en el tercer presidente en la historia del país que tendrá que enfrentarse a un juicio político en el Senado, un triste privilegio que tuvieron en el pasado Andrew Johnson, en 1868, y Bill Clinton, en 1999, aunque ninguno acabó destituido porque ambos fueron absueltos por la Cámara alta.
Donald Trump ha afirmado que los cargo aprobados en su contra suponen un «suicidio» político y una «eterna marca de vergüenza» para los demócratas.
«A través de sus acciones depravadas de hoy, los locos demócratas de Nancy Pelosi se han señalado con una marca eterna de vergüenza», dijo Trump en referencia a la presidenta de la Cámara Baja en un mitin en Battle Creek (Michigan), minutos después de que se aprobasen los cargos en su contra de abuso de poder y obstrucción al Congreso.
«Ellos -añadió- no creen que tengáis derecho a elegir a vuestro propio presidente (…). Creen que pueden vetar vuestro voto».
Por ello, el mandatario estadounidense dijo que las acusaciones aprobadas en su contra suponen «una marcha suicida para el Partido Demócrata» que, en su opinión, ha «abaratado» el precio de un «impeachment» para presidentes futuros.
Trump, además, valoró que todos los congresistas republicanos se mantuvieron unidos en contra del «impeachment» mientras que tres demócratas rompieron con la dirección de su partido y rechazaron las acusaciones.
«El Partido Republicano nunca ha estado tan afrentado pero unido como ahora», dijo el presidente, que para el juicio político que se celebrará en el Senado en enero vaticinó que los senadores conservadoras «harán lo correcto».
«Todo va a terminar pronto y con una gran victoria», añadió.
Durante el debate, cientos de de personas se han acercado hasta el Capitolio para apoyar el juicio político, en una mañana de temperaturas gélidas en Washington donde los ánimos estaban más bien caldeados con decenas de pancartas en las que se podían leer mensajes como «Trump no está por encima de la ley», «criminal en jefe» o «fake president».
Un apoyo que se ha visto en otras ciudades como Nueva York pero que no trasciende en las encuestas, ya que el índice de aprobación de Trump ha subido seis puntos desde que los demócratas empezaron el proceso y se sitúa en el 45 por ciento, mientras el rechazo al juicio político ha subido al 51 por ciento, según un nuevo estudio de la consultora Gallup.
Trump está acusado de un primer cargo de «abuso de poder» por haber retenido ayuda militar aprobada por el Congreso para un país extranjero, Ucrania, a cambio de obtener «favores políticos personales», la reapertura de una investigación contra los negocios en ese país del hijo de su rival Joe Biden, con el único objetivo de interferir en el proceso electoral.
También está acusado de un segundo cargo de «obstrucción al Congreso», porque tras conocerse el contenido de sus conversaciones con el líder ucraniano, Volodomiro Zelensky, la Casa Blanca se negó a entregar documentación relevante sobre lo ocurrido y prohibió la comparecencia de miembros de su gabinete durante la investigación en el Capitolio.
Tomado de www.elmundo.es/internacional/