De no haberse elegido junta directiva del Congreso Nacional, el país habría caído en ingobernabilidad
Tegucigalpa – El diputado al Congreso Nacional, Óscar Álvarez, calificó este jueves de positiva la decisión del Partido Liberal de apoyar la elección de la junta directiva en propiedad de ese poder del Estado, evitando así una ingobernabilidad del país.
Para Álvarez, lo sucedido en el hemiciclo legislativo el pasado martes, son hechos que antes no pasaban y se sumó a las felicitaciones de la sociedad civil y las iglesias al Partido Liberal, porque se necesita madurez política para reconocer que no se tiene mayoría de diputados y no caer en el juego de otro partido político.
“Yo me sumo a las felicitaciones por un acuerdo, que no es permanente, para lograr la gobernabilidad, que se instale el Congreso Nacional y que el 27 de enero, un presidente de la Cámara Legislativa, le imponga la banda presidencial a Juan Orlando Hernández como presidente de Honduras”, manifestó.
Agregó que los liberales, al dejar de lado cualquier mezquindad, asumieron el tema de la canasta básica a manera de oposición, algo que afecta a la mayoría de la población.
Luego de admitir que la canasta básica se debe revisar, Álvarez señaló que el presidente Juan Orlando Hernández, es una persona de consenso, como lo demostró antes de asumir la presidencial al manifestar estar de acuerdo con revisar las medidas fiscales y agradecer el apoyo del Partido Liberal y de inmediato nombrar un equipo que analice su impacto.
Señaló que de no haberse elegido la junta directiva, “se hubiese caído en lo que una persona ha querido siempre, en la Constituyente, se nos olvida rápidamente la crisis de 2009 y todo el tema que se ha centrado en promover la Constituyente”.
“Esa situación estaba diseñada por ese señor y lo digo con nombre y apellido, don Manuel Zelaya Rosales, crear una crisis constitucional para buscar cómo establecer una Constituyente y el país ya no está para esas situaciones”, arguyó.
Refirió que la madurez política del Partido Nacional, Partido Liberal, Unificación Democrática (UD) y Democracia Cristiana (DC), han logrado un acuerdo que permite la gobernabilidad al presidente Juan Orlando Hernández, una luna de miel los primeros 100 días para establecer sus ejes de seguridad y paz, empleo e infraestructura y vida mejor.
Señaló que cuando se habla de gobernabilidad política, se debe hablar de gobernabilidad económica, porque si el Estado no tiene los suficientes recursos, no puede atender los pedidos de los sectores, aunque la ley así lo mande.
En ese sentido, consideró que se debe buscar un balance en la sociedad, de la otra Honduras qué no todos conocen, de las personas sin techo ni pisos y en extrema pobreza y ese balance se va establecer.
En cuanto a los incidentes que se han suscitado en el Congreso Nacional, Álvarez dijo que espera que sea una lección aprendida y qué quienes los provocan busquen otras formas de establecer una gobernabilidad y buen gobierno, pero dando el ejemplo y actuando con madurez política.
“Ellos tienen que aceptar las leyes, si no, para eso están las instituciones como el Congreso Nacional para buscar esos cambios de leyes que no nos gusten y saber cómo comportarse en un régimen democrático de leyes y reglas”, comentó.
Por su parte, el también diputado nacionalista, Juan Diego Zelaya, reiteró que al final, los problemas se resuelven en democracia y a ellos, como funcionarios, les toca dos cosas fundamentales y es poner todo en las manos de Dios y anteponer intereses políticos y personales.
Zelaya recordó que en las pasadas elecciones presidenciales había dos caminos, el camino de la gobernabilidad, la paz y una oposición constructiva o el camino de la ingobernabilidad, el caos y una conspiración destructiva.
El Partido Liberal decidió optar por la oposición constructiva, en base al respeto y la democracia, pero hace una oposición constructiva. “Me atrevería a decir que la verdadera oposición del partido en el poder es el Partido Liberal”, acotó.
Agregó que no pierde la fe ni la esperanza que los miembros del partido Libertad y Refundación (LIBRE), en especial su dirigencia, vuelva la cara a Dios y ponga por encima de cualquier cosa los intereses del país y no los personales o de partido.