El cambio climático es la mayor injusticia del Siglo XXI
En su disertación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Juan Orlando Hernández afirmó que el cambio climático, que ocasiona prolongadas sequías, escasez de agua y lluvias extremas, es “la mayor injusticia del Siglo XXI”.
El mandatario también preguntó a la Asamblea General que hasta cuándo se contará con el respaldo jurídico internacional para considerar a las maras y pandillas, al crimen organizado y al narcotráfico, como violadores de los derechos humanos.
Hernández también reafirmó su llamado para que el acceso a los Fondos Verdes del Clima no sea tan complejo y se permita a los países más afectados por el cambio climático combatir las consecuencias de un fenómeno natural que afecta la seguridad alimentaria y la subsistencia misma.
A continuación el discurso del gobernante hondureño en la Asamblea General:
Señor Presidente
Señores y señoras jefes de Estado y de Gobierno
Señor Secretario General
Representantes Permanentes
Delegados
Inicio contando la historia de mi país.
En las últimas décadas, hemos sufrido la mayor tragedia de nuestra República.
La corrupción prevalecía impune, creando un círculo vicioso donde las bandas criminales habían logrado infiltrarse en todos los sectores, pero estamos y seguimos enfrentando la corrupción hasta el último día de nuestro Gobierno.
En un momento fuimos el país más peligroso del mundo… ya no lo somos. Teníamos una de las tasas de homicidios más altas. Hoy la hemos reducido a más de la mitad. Depuramos la Policía, instalamos mecanismos de investigación y desarticulamos redes del crimen organizado, construimos cárceles de máxima seguridad y ahora tenemos instituciones mucho más fuertes.
Las maras y pandillas han sido el brazo armado de los narcotraficantes. Hoy extorsionan, cometen terribles asesinatos, masacres y logran infiltrarse en manifestaciones, volviéndolas violentas, saqueando, quemando, agrediendo a la sociedad, a los medios de comunicación y a las fuerzas del orden público.
Estos grupos son aliados y amigos de algunos políticos que se han declarado confesos y amigos y cercanos colaboradores.
Señor Presidente,
Este enemigo tiene como meta suplantar el estado de derecho. Su legado ha dejado luto y dolor con la pérdida de más de 67.000 personas en la última década en Honduras, más que los caídos en la guerra de Vietnam, del lado de Estados Unidos.
Las manifestaciones de violencia de estos grupos ilegales afectan la economía, la seguridad y la soberanía nacional. Debemos considerar a estos grupos transnacionales como entes no estatales violadores de derechos fundamentales, como la Mara Salvatrucha y la Pandilla 18.
Díganme, si lo que acabo de mencionar no es un verdadero abuso de los derechos fundamentales, y dejo la pregunta: ¿por qué hoy en día todavía no podemos encontrar ese respaldo jurídico internacional, que responsabilice a las maras, pandillas, crimen organizado y narcotraficantes?
Señor Presidente y Señor Secretario General, audiencia en general,
Nosotros creamos una nueva institucionalidad, robusta, preparada para hacerle frente al crimen organizado. Y aquí quiero enviar un agradecimiento a los operadores de justicia de mi país: Ministerio Público, Poder Judicial, policías, militares y agentes de inteligencia; los valientes hombres y mujeres, altamente efectivos, que han entregado todo, incluso algunos hasta sus vidas.
Levantamos escudos aéreos, marítimos y terrestres para la lucha contra el narcotráfico, creamos la extradición, hemos extraditado a los mayores capos de la droga, creamos leyes contra el lavado de activos. Reformamos el sistema penitenciario. Y hoy, tenemos fuerzas especiales antiextorsión, antimaras y pandillas, altamente efectivas.
Esta lucha no ha sido fácil, pero hoy denuncio que por mi lucha contra el crimen organizado soy sujeto a atentados y ahora a una campaña sucia de desprestigio, liderada por narcotraficantes, mareros, policías corruptos y depurados, asesinos confesos, algunos empresarios coludidos que financian estos criminales y hasta políticos.
Realmente, es una estructura internacional de carácter político que no repara en relacionarse con el mundo criminal y promueve el odio, infundiendo miedo a comunicadores sociales, llevándolos a la auto-censura por temor, otros cumplen la función de enfermar a nuestra sociedad a través de redes sociales, falsas noticias, entre otras cosas.
Hoy quiero destacar lo que algunos estudiosos y países amigos llaman la “guerra de la cuarta generación”; presten atención a eso, con ello provocan desestabilización, caos, actividades de intimidación, atacando la economía y las instituciones, generando transculturización y una guerra de desinformación.
Nosotros somos víctimas de estos ataques de políticos, con intereses oscuros, que quieren desestabilizar al país y provienen también de Venezuela liderados por Nicolás Maduro, con un socio que tienen en Honduras, Mel Zelaya.
Esta historia no es nueva, ni soy el único que la ha vivido. Este es un tema de dimensiones globales.
Señores delegados,
El narcotráfico, las maras y crimen organizado generan violencia.
La violencia frena el desarrollo y atropella la dignidad del ser humano.
Esto genera una migración forzada e irregular.
Organizaciones criminales, coyotes, ONG y políticos sin escrúpulos, buscando desestabilizar el Gobierno, organizaron caravanas de migrantes, en las cuales miles de niños, padres, madres, incluso embarazadas, arriesgaron su vida en un sendero de crueldad, explotación y falsas promesas.
Yo les pregunto, ¿no es esto un delito?
Claro que lo es, porque está en riesgo la libertad y la vida del ser humano.
En el año 2014 que inicié mi Presidencia, dije que la migración irregular debía ser atacada en sus raíces, con responsabilidad compartida y diferenciada, fortaleciendo la institucionalidad, con seguridad y prosperidad.
Por ello, los estados debemos promover oportunidades para apoyar a los excluidos y vulnerables. Honduras está haciendo su parte; con políticas macroeconómicas responsables, que le dan certidumbre a la economía, generando estabilidad al país, que nos permite promover inversiones, empleos, y además acceder a créditos concesionales de organismos multilaterales para infraestructura productiva y social.
En esa dirección quiero hacer un aparte para expresar mi gratitud, nuestra gratitud a México, por el apoyo para crear oportunidades a emprendedores y reforestación, con el programa Sembrando Vida.
También quiero agradecer al Secretario General (António) Guterres, porque en nuestra reunión se ha comprometido en la lucha por movilizar los Fondos Verdes y también a convocar a una cumbre de donantes para financiar el Plan Integral de Desarrollo de Centroamérica.
Nosotros creamos un esquema que impulsa a pequeños negocios a formalizarse, y acceder a créditos blandos, dando acompañamiento a los que generan, fíjense bien, el 70 % de los empleos en nuestra economía, que históricamente han sido excluidos por el sistema financiero. En poco tiempo, se crearon más de 3.000 pequeñas empresas bajo el programa “Mi Empresa en Línea.”
Además, hemos construido “Vida Mejor”, una plataforma de protección social para garantizar un ingreso mínimo, seguridad alimentaria, viviendas dignas, generación de oportunidades y competencias. Hemos llegado en los últimos cinco años a 4.000.000 de beneficiarios, casi la mitad de nuestra población, con por lo menos una intervención. Estamos en la ruta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Seguimos apoyando a la juventud, para garantizar un futuro y porvenir en la construcción de nuestra Honduras; tenemos un programa novedoso de más de 15.000 becarios en las aulas universitarias nacionales y centenares que estudian especialidades y post grados, en las mejores universidades del mundo.
Estimados delegados,
Quiero referirme a uno de los temas muy importantes al que nos referimos esta mañana: una de las causas de la migración es la crisis del café. Siendo nosotros el quinto productor mundial, nuestra cosecha se redujo un 15 % y dejamos de percibir más de US$ 400 en los últimos dos años.
Pero el impacto también es social porque el 90 % de los que producen el café son pequeños caficultores.
Ustedes, consumidores del mundo…
¿Se atreverían a preguntarle a quienes les venden una taza de café, si ellos le están pagando el precio justo a los productores?
¡Piénsenlo!
¡Piénsenlo!
Estoy seguro que si la respuesta es positiva, es algo muy poderoso, tan poderoso que puede cambiarle la vida a más de 120 millones de familias de productores en el mundo.
Señor Presidente y Secretario General,
Ahora quiero referirme a un tema sobre el que todos hablan pero no hay resultados concretos. No nos engañemos, no hay resultados concretos.
¿Seguiremos esperando que las inundaciones y sequías nos sigan azotando, que miles de personas sean desplazadas, sin futuro, y pierdan hasta la vida?
Esto es una realidad. ¿Quieren vivirlo? Vengan a Honduras. Hay lluvias destructivas, sequías prolongadas, enfermedades, plagas nunca antes vistas. Esto hoy lo llaman cambio climático. Y ahora crisis del clima.
El Índice de Riesgo Climático de Germanwatch señala que Honduras, Puerto Rico y Myanmar son los tres países más afectados por eventos climáticos extremos en todo el mundo.
Sin embargo, ni Honduras, ni Puerto Rico, ni Myanmar son los países que más contribuyen al daño del medio ambiente.
¡Esto no es justo!
¿Debemos pagar nosotros por la irresponsabilidad de otros países? Me parece que esta es una de las mayores injusticias del Siglo XXI.
Hay países hermanos en los que conseguir un vaso de agua llega a representar una vida, la subsistencia misma.
Me pregunto, ¿tendríamos que esperar que en Honduras y en el resto del mundo un vaso de agua signifique una vida, una existencia?
Se los quiero dejar a su conciencia.
Nosotros en Honduras no podemos esperar.
Nosotros en Honduras hemos decidido no esperar.
En mi tierra hay lugares donde el agua es tan escasa que es una causa de violencia.
Sépanlo, si el petróleo fue causa de las guerras, en un futuro, la causa será el agua.
Señor Presidente y Secretario General,
Honduras ya inició su lucha contra el cambio climático. Colocamos recursos nacionales para enfrentarlo porque no podíamos esperar. Desde hace una década, anunciaron con bombos y platillos los Fondos Verdes del Clima, pero por la insensibilidad y burocracia en el manejo se hace imposible acceder a los mismos y me preguntan en mi país:
¿Es eso una vil burla?
También se los dejo a su conciencia.
En Honduras estamos impulsando sistemas de producción agrícola adaptados al cambio climático; implementamos tecnología, centros de investigación e innovación agrícola, estructuras protegidas como invernaderos, sistemas de riego inteligente y reservorios de agua. Estamos liderando campañas de reforestación, motivando a la juventud y niñez para conservar nuestros bosques, y lo hacemos con financiamiento propio.
Señor Presidente y Señor Secretario,
¡Es ahora o nunca, pasemos de las palabras a los hechos!
Debemos responsabilizar a los verdaderos culpables del cambio climático.
Debemos poner un alto al crimen organizado, maras y pandillas, narcotraficantes, que atentan contra los derechos fundamentales.
Debemos conformar un frente común que genere prosperidad e impulse el desarrollo sostenible.
Debemos actuar contra el cambio climático, si queremos vivir, si queremos subsistir.
¡Dios nos bendiga!
Muchas gracias.