Hondureña radicada en Israel llegará al país para aportar en manejo del agua
La hondureña Michelle Mejía será integrante del grupo de expertos en agua que llegará la próxima semana a Honduras en una misión de técnicos de Israel como producto de acuerdos alcanzados por el presidente Juan Orlando Hernández durante su visita a este país.
La misión técnica llegará al país para evaluar el problema del agua, las fuentes y las posibles soluciones.
Mejía es originaria de Tegucigalpa, ingeniera ambiental y estudió en la Universidad Católica, en San Pedro Sula.
Experta en agua y con 18 años de vivir trabajar en Tel Aviv, Mejía consideró que lo más recomendable es la construcción de cosechadoras de agua y no de represas.
Mejía estuvo presente en el recorrido que hicieron el presidente Hernández; la primera dama, Ana García de Hernández, y su comitiva por las instalaciones de la empresa Granja Orgánica 2000.
La firma Granja Orgánica 2000 se encarga de suministro de insumos agrícolas, como semillas, Invernaderos y tecnología de invernaderos, granjas lácteas y avícolas y know-how.
“Considero que el país todavía está a tiempo de aprovechar los 4.000 milímetros de agua de lluvias que caen anualmente, contra apenas 553 milímetros que recibe Israel”, expresó la hondureña.
Mejía destacó que el cambio climático que afecta principalmente al Corredor Seco de Honduras hay que combatirlo de inmediato, pero que esto implica no solo tecnología e innovación, sino un cambio de mentalidad.
“En Israel, la mentalidad es ser práctico. Es de hoy para mañana, no de hoy para 10 días. Hay que descentralizar el servicio de agua para que cada comunidad y ciudad sepa administrar su propia agua”, explicó.
En relación a la falta de agua en Tegucigalpa, expuso que el problema “amerita atención ya” y que es necesario analizar el factor consumo, así como las tarifas correspondientes al valor del vital líquido.
Además, sugirió salir del esquema de las represas, porque “en Honduras no pueden efectivamente, ya que las cuencas están muy deterioradas; aunado a esto, el impacto ambiental de una represa es grande en la cuenca y en las comunidades de su alrededor”.
Mencionó que en Israel se han creado reservorios planos, “como piscinas grandes”, y de ahí se va administrando el recurso vital.