Las cosechadoras de agua, tabla de salvación de miles de productores
Las cosechadoras de agua son las principales aliadas de miles de familias productoras que hoy enfrentan los efectos del cambio climático.
De ahí que entre 2014 y 2018 se hayan construido 385 cosechadoras con capacidad para almacenar más de 4.5 millones de metros cúbicos.
Sean comunales o privados, estos reservorios son la tabla de salvación para miles de productores que miraban la actividad agrícola con desesperanza por la dificultad para desarrollar sus cultivos.
La falta de acceso a fuentes de agua y las prolongadas sequías, son desafíos que reducen de manera importante la producción, limitándola a una o dos veces por año.
Sin embargo, con las cosechadoras de agua, hay productores exitosos que han logrado hasta cuatro y cinco cosechas por año.
La meta es que para el año 2021 estén en operación 152 cosechadoras de alta capacidad, es decir, de más de 20,000 metros cúbicos de agua.
Para lograr esa meta se deben construir 50 cosechadoras adicionales, de las cuales, 10 se construirán y 15 se rehabilitarán este año a través del Instituto de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Idecoas).
Existen cuatro tipo de cosechadoras:
Para ganaderos con capacidad de 500 a 1,000 metros cúbicos; para huertos familiares de 1,000 a 5,000 metros cúbicos; para riegos complementarios de grupos campesinos de 5,000 a 20,000 metros cúbicos y para riegos mayores con capacidad de más de 20,000 metros cúbicos.
Cada una de estas cosechadoras, si bien enfrentan desafíos relacionados con la topografía, recursos hidrológicos disponibles, precipitaciones cada vez más irregulares y hasta legalidad de la tierra, siguen siendo la herramienta más efectiva para enfrentar las prolongadas sequías.
Los reservorios que resultaron no funcionales, deben ser rehabilitados hasta que cumplan a cabalidad su función.
Ante los efectos devastadores del Fenómeno del Niño y otros fenómenos naturales, lo peor que podría pasar es que el país y los productores se queden de brazos cruzados.
Construir un reservorio requiere considerar la línea de conducción del agua principal y ramales hacia la finca, la bocatoma en el punto de captación de agua, un sistema de riego intraparcelario y otros elementos de diseño como el rompecargas y desarenador.
Sumado a ello, la comunidad debe participar seis meses en la capacitación sobre temas legales, ambientales y técnicos para el manejo de la cosecha.
En Honduras hay 146 municipios que presentan condiciones de sequía moderada y severa que limitan la producción y por tanto, ponen en precario la seguridad alimentaria.
Familia
Sumado a ello, las dificultades en el campo agudizan otros problemas estructurales como la pobreza, la migración y la inseguridad.
De ahí que los productores agrícolas y ganaderos reconozcan la importancia de este esfuerzo y están dispuestos a encontrar alternativas para que toda cosechadora sea funcional.
“De acá come mi familia y pongo los hijos a la escuela… así no intentamos irnos a los Estados Unidos” dijo Crescencio, un productor de papa y otros vegetales en Ocotepeque.
Al igual que Crescensio, para la mayoría de agricultores estas cosechadoras representan su único medio y fuente de ingreso en el sustento diario de sus seres queridos.
Ricardo López, un agricultor de San Miguel de Yamaranguila, Intibucá, aseguró que el riego por goteo proveniente de la cosechadora de agua le permitió aumentar su producción.
Ricardo tiene un solo objetivo en mente: lograr cinco por cosechas por año y llegar al nivel de productores que antes cosechaban ocho quintales por manzana pero ahora logran hasta 100 quintales.
Juan Rodríguez, de 47 años de edad y padre de seis hijos, cosecha zanahoria, cilantro, papa, remolacha, rábano y cebollines, en El Porvenir, Yamaranguila.
Rodríguez ha sido también beneficiado con las cosechadoras de agua y sistemas de riego por goteo que ha entregado el gobierno a través de Idecoas.
Las organizaciones que han adoptado el sistema de cosechadoras de agua, reciben asistencia técnica enfocada en gobernanza hídrica.
Hallazgos
Un informe de la SAG sobre las cosechadoras de agua en Honduras estableció que 90 se hicieron mediante un esfuerzo combinado. La SAG construyó el reservorio y algunas obras complementarias, mientras los productores beneficiados se comprometieron a invertir en el sistema de riego, producción, organización y gobernanza.
Además, a través de Invest Honduras se construyeron 12 reservorios para cultivos mayores bajo un concepto integral, es decir, que incluía sistema de riego parcelario, organización y gobernanza.
El estudio detecto que el 60% de las organizaciones beneficiarias no han hecho las inversiones requeridas y 67% de los grupos tampoco recibe asistencia técnica.
Otros problemas encontrados son de naturaleza hidrogeológica, accesibilidad y tenencia o acceso a la tierra.
Entre las lecciones aprendidas, el informe cita que las nuevas cosechadoras de agua se deben establecer con grupos organizados y donde no haya inconsistencias en la legalidad de la tierra.
De las 77 cosechadoras en estudio, 67 requieren inversiones adicionales para operar al 100% y 10 requieren inversiones muy altas que por el costo beneficio resultan inviables y se recomienda sustituirlas.
Estas 10 son parte de las únicas 21 cosechadoras que el informe recomienda revisar para decidir su continuidad o no, ya que se detectaron limitantes en la organización, ubicación del reservorio, fuente de agua y legalidad del terreno.
Las 13 cosechadoras que son parte del proyecto EuroSan tienen diseño y solo requieren inversiones adicionales. Las 12 cosechadoras de Invest Honduras solo requieren fondos para lograr el desarrollo integral.
El estudio de la SAG indica que para la rehabilitación de las 102 cosechadoras se requiere una inversión de 160 millones de lempiras y en la construcción de los 50 nuevos reservorios la inversión ronda los 227 millones de lempiras.