Informe ante Corte de Distrito Sur de Nueva York: DEA investigó y no encontró ni indicios para presentar cargos
Molestos por haber sido extraditados, varios cabecillas del narcotráfico en Honduras pretendieron involucrar en sus declaraciones ante la justicia de Estados Unidos al presidente Juan Orlando Hernández y cercanos colaboradores.
La estrategia, con la que buscaban reducir sus penas, no les dio resultado, tal y como quedó demostrado en la investigación de la DEA.
Esta investigación, realizada en el año 2015, determinó que ni siquiera había indicios para presentar cargos contra el gobernante hondureño o alguno de sus cercanos colaboradores.
Así se establece en la documentación presentada ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York como parte de las peticiones previas al juicio en el caso de Juan Antonio Hernández.
La información divulgada ayer jueves por cables de prensa internacional indica que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, y algunos de sus asesores fueron parte de una investigación de la DEA, la agencia estadounidense antidrogas.
Sin embargo, esos mismos despachos internacionales también establecen textualmente que «no hay indicios de cargos en su contra».
El documento de julio de 2015 solicitaba obligar a las empresas Apple, Google, Microsoft, Yahoo y AOL a proporcionar información de títulos de correos electrónicos, aunque no el contenido de estos, de varias cuentas.
De momento no se respondieron a las solicitudes para comentar al respecto.
El presidente hondureño impulsó, desde que estaba en la presidencia del Congreso Nacional, una estrategia para desarticular los carteles del narcotráfico en Honduras.
Como parte de esta estrategia se aprobaron más de una veintena de leyes e instrumentos contra el crimen organizado, siendo una de las más importantes la extradición.
Al implementarse estas estrategias, partir de 2014, se desarticularon todos los carteles del narcotráfico que operaban en Honduras y sus cabecillas fueron entregados en extradición.
Hoy Honduras se ha convertido en un territorio hostil para el narcotráfico, al grado que, de acuerdo al Centro Marítimo Internacional contra el Narcotráfico de Colombia, Honduras pasó del puesto 1 al 12 como país receptor de droga que va en ruta hacia el mercado consumidor de Estados Unidos.