En Feria del Café participan voluntarios de JICA en Márcala
Un grupo de 20 voluntarios del Programa de Voluntarios Jóvenes para la cooperación con el extranjero (JOCV) de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), participó en la celebración de la Feria del Café en la ciudad de Márcala.
Con el objetivo de promover la calidad y excelencia del aromático, en la zona se realizó esta feria. Márcala es un municipio en el departamento de La Paz, rodeado de montañas y ubicado a unos 100 kilómetros al Oeste de Tegucigalpa.
Durante el festival del café los habitantes de esta comunidad también disfrutaron de una feria japonesa que organizaron los voluntarios de JICA, con el fin de intercambiar la cultura japonesa, estilos de vida y conocimientos.
En la actividad cultural los jóvenes voluntarios junto con los niños de esta comunidad de Márcala realizaron la exhibición de la danza japonesa. Además, los voluntarios presentaron los juegos tradicionales, la escritura en caligrafía “El Shodo” caligrafía japonesa que se considera un arte y una disciplina muy difícil de perfeccionar. Y, los participantes también degustaron té verde tradicional de Japón, “Sado”.
Asimismo, la población aprendió el arte de origami. El Origami o papiroflexia es de origen japonés y es el arte que consiste en el plegado de papel sin usar tijeras ni pegamento para obtener figuras de formas variadas, muchas de las cuales se consideran como esculturas de papel.
El pueblo de Márcala y los voluntarios japoneses mantuvieron una estrecha relación de amistad durante el intercambio de las diferentes actividades realizadas en el festival del café y la feria nipona.
Actualmente, se encuentran asignados en el municipio de Márcala cuatro voluntarios japoneses que trabajan en el área de la salud, educación y desarrollo comunitario.
En el Programa de Voluntarios Jóvenes de JICA participan profesionales japoneses entre los 20 a 39 años de edad, quienes contribuyen al trabajar de la mano con las personas de las comunidades.
JICA en consonancia con las prioridades del país, contribuye con el envío de voluntarios japoneses para que apoyen diferentes áreas en el interior del territorio nacional. Estos voluntarios durante su misión en el país, viven con la población local y se familiarizan con las diferentes culturas y costumbres hondureñas.