San Manuel Colohete invita a turistas a vivir y disfrutar restauración de su iglesia
La iglesia Inmaculada Concepción de María, del municipio de San Manuel Colohete (Lempira), se convirtió a partir de hoy, en el templo piloto de restauración en todo el país que podrá ser visitado por turistas nacionales y extranjeros mientras se ejecuten las obras.
El presidente Juan Orlando Hernández; la primera dama, Ana García de Hernández, y el embajador de España, Guillermo Kirkpatrick, realizaron hoy una visita de supervisión de los trabajos de restauración del histórico templo, que data del año 1721.
La restauración de la iglesia, a un costo de 3.5 millones de lempiras en su primera fase, está a cargo de la Mancomunidad Colosuca, con el financiamiento de la Cooperación Española, la Secretaría de Turismo, la Municipalidad de San Manuel Colohete y la parroquia San Sebastián Mártir, y la asesoría del Instituto Hondureño de Antropología e Historia.
Con el programa Abierto por Restauración que se ha puesto en marcha este sábado se busca acercar a la ciudadanía a un edificio patrimonial en restauración para generar sensibilidad, ponerlo en valor y lograr su conservación y sostenibilidad.
Como parte del programa AR se podrán observar los trabajos en curso, las intervenciones realizadas con anterioridad y el sistema constructivo tradicional de cubierta empleado durante la época de su construcción.
Algo único
Luego del recorrido por el interior del templo y guiado por el párroco de la comunidad, padre Manuel de Jesús Miranda Coto, el mandatario expresó que “es el momento de decirle al pueblo de Honduras que aquí en San Manuel Colohete tenemos algo único y algo especial”.
El gobernante agregó que le alegra mucho que el abordaje que han encontrado para la restauración de la iglesia de la Inmaculada Concepción de María permita que la gente pueda ir viviendo paso a paso el proceso de restauración.
“Esto (la restauración) hay que hacerlo bien, completando los siguientes pasos y que todos los años de restauración la gente conozca y disfrute”, añadió.
Hernández invitó a los académicos para que visiten San Manuel Colohete y así puedan estudiar a profundidad lo que se tiene en el templo.
Destacó el titular del Ejecutivo los espacios que ya han recuperado o restaurado los trabajadores, entre ellos los pilotos o testigos, que reflejan lo más cercano a la realidad de aquel momento, cómo era la parte física de cada pedazo que se usa como testigo.
Para finalizar y luego de firmar el libro de visita, el presidente Hernández dijo que “estoy aquí disfrutando junto a Ana (la primera dama) y les digo a los hondureños que vengan también a disfrutar” de lo historia del país.
Una invitación a la gente
Por su parte, el embajador de España, Guillermo Kirkpatrick, destacó los trabajos que se están realizando en la iglesia por parte de arquitectos hondureños y españoles.
El diplomático español explicó que el concepto de Abierto por Restauración trata de que el resultado final, que va a ser largo y de mucho tiempo, permita apreciar el valor original e imaginarse y reconocer cómo era la iglesia en su momento.
Además –añadió- permitirá ver cómo la iglesia ha sobrevivido a todos esos años y cómo tiene esa belleza que da la madurez en los edificios.
Detalló que el programa AR es parte de lo que la Cooperación Española trae para que el edificio no le dé la espalda a la comunidad, que no esté cerrado a los turistas, “y que, al revés, que invite a la gente a que pueda venir, disfrutarlo de otra manera”.
Para concluir reiteró el compromiso de la Cooperación Española con Honduras y en particular el departamento de Lempira.
El alcalde de San Manuel Coholete, Inés Mejía, consideró que “hoy es un día histórico” porque la iglesia Inmaculada Concepción de María se convierte en el centro de atención del país.
“Quiero agradecerle al presidente Juan Orlando Hernández y al embajador de España por ese enorme apoyo a nuestra comunidad”, indicó.
Un bien cultural
La iglesia Inmaculada Concepción de María forma parte del inventario de Bienes Culturales Inmuebles del país, catalogada como Monumento Nacional desde el año 1999.
El templo se edificó en la época colonial, según el estilo barroco desarrollado en la región centroamericana.
La fachada se impone como carta de presentación y destaca por la composición dividida en tres cuerpos y cinco calles separadas por columnas almohadillas.
La distribución en planta longitudinal consta de tres naves divididas por dos líneas de pies derechos unidos por tirantes pareados.
La estructura del cielo raso obedece a la tipología de par y nudillo en la nave central, mientras que en los laterales se forma con vigas horizontales apoyadas en los muros de adobe laterales a través de ménsulas de madera.
Sobre el interior del acceso principal se sitúa el coro, mientras que en el extremo opuesto un arco mixtilíneo enmarca el cuerpo principal compuesto por el presbiterio y dos capillas laterales.