Baja tasa de interés de Crédito Solidario beneficia a campesinos
Tegucigalpa, 22 de febrero. Las bajas tasas de intereses que ofrece el programa presidencial Crédito Solidario están permitiendo que cientos de campesinos accedan a préstamos y echen a andar sus emprendimientos y cultivos.
“Crédito Solidario vino a Azacualpa, Francisco Morazán, a través de las cosechadoras de agua que construyó el Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández”, dijo Delvin Antonio Zepeda, un poblador de este aldea que está localizada a unos 45 kilómetros de Tegucigalpa.
Después de que se construyeron las cosechadoras de agua, varios productores y productoras de la zona se agruparon en cajas rurales, y “de esa forma el programa presidencial llegó a ayudarnos con estos fondos”, dijo.
Con este apoyo de Crédito Solidario “hemos logrado salir adelante con diversas siembras; por ejemplo, nosotros sembramos zanahorias y las vendemos a una cadena de supermercados”, agregó.
Por su parte, Nubia Belinda López, de la Caja Rural Las Trojas, de Azacualpa, invitó a los hondureños a que apoyen su emprendimiento comprando sus productos, y recordó que, así como ellos dependen de las compras, la población depende de los productos que se cosechan en el campo.
En la aldea Gualaca, de Las Flores (Lempira), Helmer Hernández ya es parte de Crédito Solidario.
“Me dedico a la siembra de maíz, frijoles y maracuyá a través de Crédito Solidario. En la banca los intereses son altos, pero contamos con este apoyo y ya vamos por el segundo ciclo” de financiamiento, relató.
Además del Crédito Rural, el programa Crédito Solidario tiene otras cinco modalidades: Crédito escalonado (que es al que tuvo acceso Helmer); Crédito Mipyme; Movilizadores; Emprendimiento y Cadenas Productivas.
De los créditos otorgados hasta la fecha, más del 50 por ciento ha sido para apoyar negocios rurales.
Despierta interés
Otros productores han escuchado sobre estos beneficios y se están acercando a las oficinas del programa para obtener crédito, como es el caso de don Danilo Flores.
“Escuché en la radio que el Gobierno estaba dando préstamos con intereses bien bajos; entonces, llamé a un número que daban allí y me dijeron que viniera a las oficinas de Danlí, porque eran las que me quedaban más cerca”, dijo el productor, quien vive en la aldea El Ocotal, en el municipio de Teupasenti (El Paraíso).
Don Danilo viste la tradicional ropa de campo: pantalón de mezclilla, camisa manga larga y su inseparable sombrero. Se dedica al cultivo de plátanos y café, y precisamente, afirmó, “ocupo el dinero para recoger el café, y quiero comprar un freezer (congelador) para aumentar el negocio”.
Siempre ha buscado financiamiento en el sistema privado, pero resiente los intereses tan altos que paga.
“Allí por 100.000 lempiras pago entre 42.000 y 50.000 lempiras, y los bancos y financieras me dan préstanos, pero es carísimo; por eso vengo a Crédito Solidario, para tener un préstamo con una tasa de interés bien baja”, el cual espera recibir pronto, señaló.
Apoyo financiero
En el programa Crédito Solidario la tasa de interés que pagan las personas que optan por este respaldo financiero es del uno por ciento mensual, 12 por ciento anual, mientras que los pagos van de acuerdo al flujo de caja de los emprendedores, por lo que pueden ser semanales, quincenales o mensuales.
Además de tener un acceso a créditos con bajas tasas, los beneficiarios tienen asistencia técnica para fortalecer sus negocios.
Para este año, el Gobierno ha puesto a disposición de este programa 469,8 millones de lempiras que serán desembolsados en 30.000 préstamos.
Los emprendedores que quieran ser parte de este programa pueden abocarse a cualquiera de las 55 agencias en los 18 departamentos del país.
“De esta forma el Gobierno logra democratizar los financiamientos a sectores que eran excluidos del sistema financiero y se veían obligados a acceder a préstamos informales con tasas de interés de hasta un 25% o 30% mensual”, explicó el director de Crédito Solidario, Carlos Gunther Laínez.
El funcionario indicó también que “el 54.5 % del total de nuestros empresarios y emprendedores viven en la zona rural, por lo que este programa se ha convertido en un apoyo financiero importante para los hondureños en el campo”.