Antiguo presidio de San Pedro Sula estará totalmente demolido en octubre
El presidente Juan Orlando Hernández supervisó el proceso de demolición del antiguo Centro Penal de San Pedro Sula, trabajo que estará concluido en octubre próximo, cuando también se espera conocer el diseño de la nueva obra que se construirá en el predio.
El mandatario realizó una Visita Sorpresa de supervisión luego de participar en el Encuentro Internacional de Investigación Criminal y Criminalística que se realiza en San Pedro Sula, con el objetivo de conocer los avances del trabajo que se inició hace una semana y que requiere no menos de dos meses.
Durante su visita Hernández conversó con el coronel Mario Bueso, de la 105 Brigada, quien coordina el proceso de demolición con miembros del Batallón de Ingenieros.
Por ahora, el proceso se realiza con los cuidados respectivos del caso, ante la posibilidad de encontrar algunas caletas y objetos que pudieran haber sepultado los criminales que antes permanecían recluidos en el penal.
Mientras recibía informes sobre los trabajos que se realizan en el antiguo presidio, Hernández preguntaba sobre posibles hallazgos de esa naturaleza.
“Es importante que se haga con cuidado el trabajo, porque aún se pueden encontrar muchas cosas, y deben dar a conocer el grado de sofisticación que tenían aquí para esconder algunas cosas”, pidió Hernández a Bueso y a los demás responsables de la demolición.
Un lugar emblemático
“Aquí lo que queremos es construir algo emblemático y mayor a lo que antes había porque, si antes esto era considerado un lugar del crimen, ahora debemos tener algo que nos haga sentir orgullosos, que sirva de ejemplo para todo el país y la región”, manifestó Hernández.
Consideró que la nueva obra “debe ser algo que permita formar a las nuevas generaciones, que sirva de entretenimiento, tiene que ser un predio que sirva para demostrar que un lugar que fue utilizado para la maldad fue convertido en algo emblemático y de bienestar para la población”.
Hernández enfatizó que el Centro Penal “fue un lugar donde se generó mucha maldad y prueba de ello es que, una vez que lo cerramos, la violencia bajó hasta en un 40% solo en San Pedro Sula. Por eso necesitamos hacer o construir algo que recordemos para siempre”.
Apoyo de todos los sectores
Para dicha obra, el presidente Hernández anunció recientemente la asignación presupuestaria de 50 millones de lempiras, a los que se suman 10 millones de parte de la Alcaldía Municipal de San Pedro Sula.
“Contamos con esos fondos, pero se requiere mucho más, y aquí voy a hacer un llamado a Jorge Faraj (presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés) para que igual haga su aporte respectivo como lo había prometido”, refirió.
Afirmó que Faraj puede ser un importante apoyo para buscar respaldo del sector privado de la zona norte de Honduras, por cuanto la obra requerirá del aporte de todos los sectores.
Además, se puede incluir a la sociedad civil para que realice aportes relacionados, por ejemplo, “con el valor de un bloque o un ladrillo y que permita incluir a todos por igual en una obra que será de beneficio para todos”.
Hernández agregó que “San Pedro Sula es una ciudad que representa mucho progreso y desarrollo económico en la región y por lo tanto, con el Corredor Logístico y la ubicación envidiable que tiene Honduras, se requiere que construyamos algo a lo que le saquemos provecho y esté a la altura de la ciudad y el país”.
Por su parte, el coronel Mario Bueso, de la 105 Brigada, refirió que “por ahora se trabaja sin contratiempos; esperamos seguir de esa manera porque, si es así, la obra estará finalizada en el mes de octubre”.
Asimismo, confió que el equipo desplazado por el Batallón de Ingenieros permitirá hacer la labor sin contratiempos, porque es suficiente y se está trabajando a paso acelerado, buscando no entregar más allá del plazo establecido, que es octubre.
El Centro Penal de San Pedro Sula fue cerrado el 15 de octubre de 2017, y la mayoría de sus ocupantes fueron enviados a la cárcel de máxima seguridad de El Pozo, en Ilama (Santa Bárbara), entre ellos los principales cabecillas de maras y pandillas.