Piden paz, unidad y bendición para Honduras en los próximos cuatro años de Gobierno .
Un encuentro con Dios se vivió este martes durante la Jornada de Oración celebrada en Casa de Gobierno, donde se pidió por la paz, la unidad y la bendición de Honduras para los próximos cuatros años de Administración del presidente Juan Orlando Hernández.
El mandatario junto a su esposa, Ana García de Hernández; miembros del Gabinete de Gobierno e invitados especiales acudieron al llamado de la Confraternidad Evangélica de Honduras, a través de los pastores Evelio Reyes y Alberto Solórzano, para promover la hermandad entre los hondureños.
Luego de alabanzas y reflexiones que tocaron el corazón de los presentes para que el Reino de Dios se siga posesionando de Honduras, el presidente Hernández aseguró que el encuentro con el Todopoderoso “es un deber de todos”.
El mandatario expresó que “el país es de todos y nosotros estamos aquí temporalmente, con todo el ánimo de que todo pensamiento y acción nuestra contribuya a hacer más grande este país para beneficio de todos, pero principalmente de aquellos que más lo necesitan”.
Recordó que cuando asumió la Presidencia de la República en su primer mandato, en 2014, sabía que tenía que tomar decisiones que iban a tener consecuencias, pero había una deuda con el país, como la lucha contra el narcotráfico y las maras.
Asimismo, recordó la decisión que se tomó para mejorar el sistema educativo, que solo con debatirlo trajo muchas consecuencias y enfrentamientos.
Pero –dijo- había que poner orden en diferentes instituciones de Gobierno y falta todavía mucho por hacer.
El diálogo es la ruta
El presidente Hernández insistió en que “el diálogo es la ruta para entendernos, pero no es la ruta para engañar a nadie; por eso en ese diálogo (en torno a la crisis post electoral) debemos de estar todos presentes”.
El titular del Ejecutivo enfatizó que, si bien se necesita un diálogo político, el resto de la sociedad, que no son líderes políticos, ha entendido que ante un problema de tal magnitud no es justo dejar a los políticos que decidan por todos los demás.
“Yo quiero invitarlos a que sean ciudadanos activos en esta nueva etapa, porque tan provechoso puede ser, pero tan riesgoso puede ser, una decisión que se tome del ángulo político pero que puede afectar a toda la nación”, indicó.
Pidió que se revisen los debates que se están realizando en la región, como el caso de Costa Rica respecto a las bodas entre personas del mismo sexo, “y eso tarde o temprano viene para acá”.
“Hay que estar atentos y no obviemos la realidad de la región, y para eso debemos de estar listos, dialogando, debatiendo y tomando decisiones”, agregó.
En el aspecto de seguridad, Hernández consideró un gran paso bajar de 90 a 42 la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes, “pero son 42 todavía y para bajar de allí no será suficiente atacar solamente la represión del delito, que los aparatos de justicia se coordinen mejor, y eso lo vamos a seguir haciendo”.
“Hay algo que es la clave para tener una país donde podamos vivir tranquilos y es trabajar con la familia, con el niño en la casa, en la escuela, en la iglesia y que la iglesia salga a los parques, a la plaza pública, para hacer una labor de prevención”, señaló.
El presidente Hernández les dijo a las iglesias que es el momento de construir una plataforma para poder prevenir la violencia y cambiar los hábitos de la gente en cuanto, inclusive, a comida, comportamiento y convivencia.
“El país necesita un proceso de sanación que pasa por la parte espiritual y eso ustedes (iglesias) muy bien lo saben”, expresó.