Salud trabaja en la eliminación de la chinche picuda
En la actualidad la enfermedad se ha mantenido casi erradicada por el control y eliminación del vector triatoma dimidiata.
El objetivo es eliminar las chinches dentro y fuera de las viviendas para el control y prevención de la enfermedad.
Tegucigalpa. La Secretaría de Salud trabaja en la certificación de la eliminación del vector Rhodnius Prolixus o chinche picuda responsable de la transmisión de la enfermedad de chagas.
La Región Metropolitana del Distrito Central ha programo e iniciado las actividades del rociado de viviendas dentro y fuera de ellas, en los lugares donde se han reportado casos.
También, se ha calendarizado capacitaciones a las comunidades y centros educativos desde enero a junio del presente año.
Además, la supervisión de actividades relacionadas, encuesta post rociado, encuesta entomológica, exploración serológica, actividades de prevención en el Día de Chagas, denuncia de presencia y picaduras de triatomas e investigaciones de pacientes positivos.
El objetivo es eliminar las chinches dentro y fuera de las viviendas para el control y prevención de la enfermedad de chagas y estamos trabajando para lograr la certificación de eliminación del vector en el país, en los próximos vendrá una misión internacional a evaluar el proceso, dijo Diana Nuñez, jefe de la Unidad de Vigilancia de Salud.
La enfermedad de Chagas tiene dos fases claramente diferenciadas: inicialmente, la fase aguda dura dos meses después de contraerse la infección, durante esta fase aguda circulan por el torrente sanguíneo una gran cantidad de parásitos, en la mayoría de los casos no hay síntomas o estos son leves y no específicos.
En menos del 50 por ciento de las personas picadas por un triatoma, el signo inicial característico puede ser una lesión cutánea o una hinchazón amoratada en un párpado, Además, pueden presentar fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico.
Durante la fase crónica, los parásitos permanecen ocultos principalmente en el músculo cardiaco y digestivo. Hasta un 30 por ciento de los pacientes sufren trastornos cardiacos y un 10 por ciento presentan alteraciones digestivas (típicamente, agrandamiento del esófago o del colon), neurológicas o mixtas, con el paso de los años, la infección puede causar muerte súbita por arritmias cardiacas o insuficiencia cardiaca progresiva por destrucción del músculo cardiaco y sus inervaciones.
En América Latina, el parásito se transmite principalmente por contacto con las heces u orina infectadas de insectos triatomíneos que se alimentan de sangre.
Por lo general, estos viven en las grietas y huecos de las paredes y los tejados de las casas mal construidas en las zonas rurales y sub-urbanas. Normalmente permanecen ocultos durante el día y por la noche entran en actividad alimentándose de sangre humana.
En general, pican en una zona expuesta de la piel, como la cara, y defecan cerca de la picadura. Los parásitos penetran en el organismo cuando la persona picada se frota instintivamente y empuja las heces o la orina hacia la picadura, los ojos, la boca o alguna lesión cutánea abierta.