El pueblo hondureño fortaleció su sistema democrático con elecciones primarias: Presidente Hernández
Tegucigalpa.- El pueblo hondureño dio una contundente lección de civismo y fortaleció su sistema democrático con las elecciones primarias celebradas este domingo, afirmó el presidente de la República, Juan Orlando Hernández.
«A partir de esta verdadera fiesta cívica y electoral nuestro país tiene la oportunidad de mirar el futuro con optimismo y esperanza», agregó el mandatario en un discurso ante miles de seguidores, tras conocerse resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral que le confirman como ganador de la candidatura presidencial del Partido Nacional para las elecciones generales de noviembre de este año.
A continuación el mensaje del presidente Hernández:
Hoy el Partido Nacional hizo retumbar las urnas, ¿si o no?, y como decimos en campaña: Partido Nacional, presente.
Ese es el partido más grande, fuerte y efervescente de Honduras y de toda Centroamérica, ese es mi partido.
En primer lugar yo quiero agradecer nuevamente a Dios, nuestro Señor, por habernos dado este día de paz y tranquilidad, en esta contienda electoral sin precedentes en la historia de las elecciones internas.
Porque se llevó a cabo en paz, con tolerancia y con respeto, como debe ser.
De igual manera, quiero felicitar a todo el pueblo hondureño; hoy los hondureños mandan una lección de civismo, de cómo realmente se hace una fiesta cívica, más allá de los partidos políticos y más allá de las competencias internas.
Es un mensaje contundente, y a partir de esta verdadera fiesta cívica y electoral nuestro país tiene la oportunidad de mirar el futuro con optimismo y esperanza, con el pueblo hondureño como verdadero actor de su destino. Hoy quien decidió es el pueblo, hoy eso es lo que ha ocurrido.
Y con la decisión del pueblo hondureño hemos mandado un mensaje desde este pequeño pero gran país, el mensaje es al mundo entero: que tenemos una vocación democrática.
Quiero felicitar a mis queridas hermanas y hermanos cachurecos, porque se ha dado algo especial, una entrega, optimismo, organización, entusiasmo, efervescencia del pueblo nacionalista.
¿Y saben cuál es el mensaje que mandó el nacionalismo hoy? Mandó un mensaje para que sigamos por el camino bueno, por el camino de la Honduras próspera, en paz y tranquilidad, para construir los cambios que el país necesita, para que podamos construir ese porvenir de esperanza.
Ese es el mensaje de hoy; por eso a lo largo y ancho de toda Honduras, mi saludo especial a las estructuras nacionales, departamentales, municipales, al barrio, a la colonia, a la aldea, al caserío, porque con ese fervor y entusiasmo, a su sabiduría, a la generosidad y dedicación sin límites, nuestro partido salió a votar como nunca.
Un abrazo, hermanos cachurecos, donde se encuentren, a través de este mensaje.
Yo quiero felicitarlos por su dedicación, porque fueron a buscar a sus amigos, a sus compadres, a los miembros de patronatos, a los miembros de productores, a las cooperativas, a los del equipo de fútbol, a los padres de familia, a todo mundo fueron a buscar y me los llevaron a votar sin precedentes, eso es lo que ha ocurrido hoy.
Pero bueno, también no sería justo si no le agradezco a miles de hondureños que no han sido miembros de nuestro partido, que ustedes saben que ir a votar en Honduras en las elecciones internas y primarias no es cosa fácil, pero miles de hondureños hoy, dejando su militancia, dejando de pertenecer de aquel grupo de independientes, decidieron ir a la urna del Partido Nacional y nos dieron su confianza; muchas gracias a ellos también.
Y lo hicieron con confianza, de manera espontánea; muchas gracias a todos ellos, gracias a los hondureños.
Ahora hermanos y hermanas hondureños hagamos una reflexión; no olvidemos de dónde venimos, no olvidemos lo que pasó en el 2009, cuando aquellos gobernaban; nos dividieron a todo el país entero, de la misma familia de sangre y de los mismos partidos.
Por eso, se perdieron 500 mil empleos con el cierre de pequeñas, medianas y grandes empresas. Nos heredaron aquella distancia que muchos organismos internacionales y países amigos le pusieron a Honduras; no nos reconocían como nación y enfrentamos tremendas dificultades, y a pesar de esas dificultades y esos valladares, hoy el pueblo hondureño como nunca ha demostrado su vocación democrática y a Honduras se le mira con respeto, se le mira con estima, y por eso hoy quiero aprovechar la presencia de un grupo nutrido de connotados observadores internacionales de otros partidos y otros continentes; muchas gracias por acompañarnos.
Ganaremos de la mano del pueblo hondureño.
Nuestra visión para los próximos años es la consolidación de los avances que hemos iniciado y cultivado en estos tres que ya han transcurrido. Viene la época de la cosecha, la época de disfrutar de los beneficios de la inclusión y protección social, de las ventajas de un sistema financiero más justo y equitativo para los luchadores y luchadoras de la economía, de un sistema de salud amplio y eficiente, de un aparato productivo pujante y que genere empleos dignos para todo hondureño y hondureña en edad de trabajar.
Con inversión pública y privada masiva y constante, que construya la infraestructura logística y de comunicaciones que será envidia en la región. Y continuar masivamente con el programa Vida Mejor hasta llegar hasta el último rincón del país, llevando dignidad a nuestra gente.
Estos no son simplemente sueños; se trata de una realidad que tenemos a nuestro alcance. Tengamos fe en que lo vamos a lograr, tengamos fe en nosotros mismos, como nunca antes.
Nosotros los nacionalistas seremos ejemplo de una campaña de altura con propuestas y debates productivos.
Hoy asumo el compromiso de trabajar sin descanso para conseguirlo.
Amigos y amigas: quiero agradecerles a ustedes la confianza que hoy depositaron en mí, y los invito a que, a partir de esta jornada cívica, nuestro partido reconoce y cumple el mandato supremo de la unidad. Unidad de propósitos, de organización y de defensa de nuestros ideales para la construcción de una mejor Honduras. Para esa causa comprometo de manera decidida mi voluntad y mi esfuerzo.
Esa unidad, queridas hermanas y queridos hermanos, es FUNDAMENTAL, hoy más que nunca. Porque nosotros, si somos el partido líder en Honduras, como principio de liderazgo tenemos que dar el ejemplo de unidad para que esa unidad sea ejemplo para el resto de hondureños.
Porque cuando los hondureños nos unimos, le pedimos a Dios que nos acompañe y hacemos las cosas bien, somos capaces de hacer cosas extraordinarias, como las que han ocurrido hoy en esta masiva votación.
Porque hoy, como siempre tuvo que haber sido, tenemos que reconocer que hay cosas más grandes que los individuos, es la familia. La familia de sangre, la familia del partido, y aún más grande es la gran patria que se llama Honduras y nosotros a esa patria nos debemos.
Hemos venido luchando porque recogimos los pedazos, casi las cenizas de Honduras; hemos luchado con pasión estos tres años, pero humildemente reconozco que falta mucho por hacer.
Necesitamos seguir consolidando la justicia social e igualdad con los programas sociales como Vida Mejor, que hoy está llegando con algo en cada hogar y suman ya 2 millones de hondureños con Vida Mejor.
No se trata de sueños, se trata de una realidad que hemos alcanzado; tengamos fe en nosotros mismos, que lo vamos a lograr, y hoy siento que el pueblo hondureño tiene fe, que cree que puede y de eso se trata en nosotros, de inyectarles al pueblo sí podemos, porque cuando le pedimos a Dios que nos acompañe somos capaces de hacer cosas extraordinarias; este es el momento de Honduras.
Hondureños y hondureñas: nuestra mayor aspiración es que el proceso electoral que inicia a partir de hoy, y que culmina en noviembre, se lleve a cabo en un ambiente de respeto, de debate público profundo, fuerte, sí, pero de ideas.
Que no nos volvamos a confrontar más allá de lo prudente, sino que nos miremos como hermanos que somos, que debatamos tarde, noche, mañana, no hay problema, porque de eso se trata la democracia; a ver quién le apuesta con sus ideas a sacar adelante a Honduras, a ver quién convence más al pueblo hondureño, por qué camino debemos de transitar. Nosotros los nacionalistas seremos ejemplo de una campaña de altura, de propuestas, de debates productivos; de eso se va a tratar esta campaña de parte nuestra.
Hemos avanzando, iniciado la construcción de la Nueva Honduras como el Centro Logístico de Las Américas; miles de kilómetros de autopistas están siendo construidos en los corredores: Agrícola, Turístico, Occidente, Pacífico, Canal Seco, pistas, puertos y aeropuertos. Esta es la plataforma para atraer masivamente la inversión y la generación de empleos y oportunidades.
Hemos puesto la casa en orden; hoy Honduras es reconocida y respetada internacionalmente por su crecimiento económico, hoy Honduras es vista con otros ojos, con credibilidad y confianza.
Porque es importante tener conciencia que nuestro sueño de una Honduras pujante, esperanzadora, más honesta y en paz.
Nuestro proyecto de fortalecer y adecentar nuestras instituciones y de construir el progreso material y espiritual de nuestra nación para alcanzar la justicia social, y la libertad definitiva de nuestro pueblo, se enfrenta a enemigos poderosos. El crimen organizado es una terrible realidad en el presente hondureño. Los criminales, los delincuentes, los extorsionadores y los policías corruptos separados de la institución policial, se han propuesto retar a los buenos hondureños, a nuestras instituciones, a la justicia, tratando de derrotarnos; quieren dañar las instituciones y hacerse del poder de cualquier manera, para convertir a Honduras en la plataforma del crimen organizado internacional en esta región del mundo. Esto es una amenaza real.
En seguridad, hemos avanzado como nunca antes. Los criminales hoy se sienten amenazados y perseguidos, muchos de ellos capturados y extraditados; sus bienes, empresas y cuentas bancarias incautados. Las organizaciones locales que les servían de sustento vienen siendo identificadas, acorraladas y desarticuladas. Avanza entre ellos la convicción de que las instituciones públicas en general, y los operadores de justicia, jueces, fiscales y policía en particular, son cada vez menos accesibles a sus intentos criminales. Que las instituciones públicas están cada vez más blindadas frente a malas influencias y que, sobre todo, cada vez más el pueblo se está sumando a la lucha a través de la denuncia.
Pero no debemos esperar que lo que hemos hecho hasta ahora sea suficiente para que se retiren y nos dejen en paz. No. Por el contrario, nos atacarán una y otra vez, mentirán tratando de restar nuestra credibilidad, y seguirán tratando de atemorizarnos.
Pero, ¿saben qué? No lo lograrán porque estamos hechos de material resistente e incorruptible, basado en los valores morales y éticos que aprendimos de nuestros padres y de los grandes próceres de nuestra patria.
Hondureños: nuestra mayor aspiración es que el proceso electoral de aquí al próximo mes de noviembre genere un ambiente político de respeto.
QUIEN DIJO MIEDO. La única forma de terminar con esta guerra y sus trágicas secuelas es GANARLA. Ganarla en las calles, ganarla en todo el territorio nacional y, sobre todo, ganarla en la voluntad y la conciencia de la gente y de las instituciones públicas.
Ya mis hermanos hondureños, mis hermanos cachurecos, ya ustedes me conocen, ya saben qué pueden esperar de Juan Orlando Hernández y hoy asumo el compromiso de ganar esta campaña con respeto, con altura y trabajo sin descanso; de eso se trata este momento.
Y yo quiero que estemos conscientes todos, desde el más humilde de nuestros activistas, de hombres y mujeres que se han fajado en estos días, hasta de altos cargos de dirección y de liderazgo del partido: con los resultados que hemos obtenido hoy, el pueblo hondureño nos entrega la conducción, el manejo y liderazgo del carro que va a traer los cambios al país; de eso se trata lo que hoy ocurrió en Honduras.
Nuestra querida Honduras está a las puertas de un futuro que ya comenzamos a ver. No podemos resignarnos a que la discusión electoral nos distraiga del camino que ya nos hemos trazado. No permitiremos que los delincuentes se aprovechen de nuestras discusiones para actuar contra quienes estamos fortaleciendo las instituciones y en la recuperación de la paz y la tranquilidad.
Hoy estoy convencido que las organizaciones políticas de Honduras debemos de unirnos a esta causa para comprometernos en hacerla la gran causa nacional, y cuando hablo de la gran causa nacional, es la causa de Honduras, sin distinción y banderas.
Hoy el pueblo hondureño ha fortalecido sus instituciones políticas, su sistema democrático, ha mandado un mensaje claro y contundente. No puedo dejar de expresar las felicitaciones de los observadores internacionales, lo que he escuchado de ellos, a lo largo de estos dos días, de lo que los partidos han hecho en la contienda, lo que hemos hechos los nacionalistas en esta contienda electoral interna que culminó hoy; a mí se me hincha el corazón con lo que he escuchado, eso lo han hecho ustedes y todos los nacionalistas de tierra adentro.
Quiero mandarle un saludo a esos nacionalistas de tierra adentro que no han dormido probablemente en 18 horas y varios están aquí y otros están en las mesas, haciendo recuento de a quiénes fueron a visitar desde hace varios meses casa por casa, subiendo colinas, valles, barrios y colonias, y levantaron el espíritu del hondureño que estaba decaído y le hemos demostrado que esto comienza hoy.
Por eso, a los que están cuidando las mesas y votos, y llevando de regreso a los que fueron a votar, mi agradecimiento a todos. Les mando desde aquí mi abrazo y cariño.
Juntos unidos hemos soñado con una Honduras en paz y tranquilidad, generosa y solidaria, con creación de oportunidades y una vida mejor para todos con el progreso de los humildes, los excluidos, de los que han vivido en la Honduras olvidada y que saben que en este Gobierno son prioridad uno, y así tiene que ser.
Hoy hemos ganado de manera contundente y clara, de manera que nadie discute y hemos ganado arrolladoramente desde el primer tiempo. Yo les dije en campaña: ayúdenme a ganar este primer tiempo del partido y hoy hemos ganado arrolladoramente en estos 45 minutos esta elección.
Lo que tenemos que hacer en este segundo tiempo es consolidar esta goleada que hemos metido en este primer partido, consolidarla por el bien de Honduras, no solo por nuestra generación, sino que por los hijos nuestros, por nuestros nietos; de esto se trata esta causa, la gran causa que se llama Honduras.
De mi parte, amigas y amigos, ya saben lo que pueden esperar: no soy de medias tintas, me gusta ser claro, me gusta respetar a los demás y me gusta practicar con el ejemplo. Sé que el pueblo hondureño es un pueblo noble y trabajador y pronto comenzaremos a construir avances, aunque seamos un país pequeño en territorio y en población, hoy se levanta un gigante y se llama Honduras.
Yo se los dije en aquella campaña que me hicieron presidente, y hoy se los dije en esta campaña que me hicieron candidato y empezando esta campaña que viene: soy Juan Orlando Hernández, vengo de las tierras del indómito cacique Lempira; de la mano de Dios y el apoyo de mi partido y del pueblo hondureño, voy a ser el próximo presidente de Honduras.