Comienzan las dudas con el Proyecto de Ley de Financiamiento de las Campañas Políticas
Entre las primeras observaciones que el próximo lunes presentará la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), ante la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), acerca del Proyecto de Ley de Financiamiento de las Campañas Políticas, destaca el riesgo que la Unidad de Fiscalización no logre suficiente independencia y autonomía.
“El Proyecto que hemos tenido no detalla claramente el proceso de selección, solamente dice que el titular de esta unidad va a ser aprobado con dos tercios del voto del Congreso, no obstante a excepción de su militancia partidaria, no dice nada más en términos de los criterios de que debería tener esta persona”, explicó el coordinador de Investigaciones de ASJ, Lester Ramírez.
“Hay que reconocer que la Unidad Fiscalizadora tiene que tener total autonomía porque uno de los grandes problemas que adolece la regulación de las Campañas Electorales es el mismo Tribunal Supremo Electoral”, mencionó el diputado Virgilio Padilla.
Esta instancia de Sociedad Civil propone que si la unidad está adscrita al Tribunal Supremo Electoral (TSE), maneje una línea de presupuesto independiente que impida la subordinación.
El presidente de la comisión legislativa de asuntos electorales del Congreso Nacional (CN), Alfredo Saavedra, señaló que la ruta para eficientar la labor de la Unidad Fiscalizadora está por definirse.
“A esta fecha yo diría que hay un 90 por ciento de temas ya convenidos en esta iniciativa, esperamos que muy pronto podamos llegar a un consenso con el tema de los topes de los techos de financiamiento y podamos finalmente establecer cuál debe ser la ruta y conformación de lo que es una unidad técnica de fiscalización”, dijo Saavedra.
El coordinador de Investigación de ASJ también señaló que es importante hablar con la MACCIH, sobre la aclaración de algunos conceptos dentro del Proyecto.
La ASJ sostiene que el Proyecto de Ley de Financiamiento de las Campañas Políticas, no solo debe medirse desde la óptica electoral, sino debe tratarse como un tema de país.