Secretario de la OEA invoca la Carta Democrática para Venezuela
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, invocó este martes la Carta Democrática Interamericana para Venezuela, un paso sin precedentes que abrirá un proceso que puede llevar a su suspensión del ente.
En un informe de 132 páginas presentado al presidente del Consejo, el argentino Juan José Arcuri, Almagro recurre al artículo 20 de la Carta para “solicitar la convocatoria de un Consejo Permanente de los Estados miembros entre el 10 y el 20 de junio de 2016”, un procedimiento que “deberá atender a la alteración del orden constitucional y cómo la misma afecta gravemente el orden democrático” del país.
El informe detalla otros puntos que se deben atender en los diez días que se reunirá el Consejo Permanente, entre los que destaca: la defensa internacional de la democracia, ética en la política, la situación humanitaria y la concurrencia simultánea de múltiples crisis en el país; y los indicadores sobre corrupción.
Almagro se convierte en el primer titular de la OEA en activar la Carta a un Estado miembro contra la voluntad de su Gobierno y lo hace amparándose en el artículo 20, que autoriza al secretario general o a cualquier Estado miembro a pedir la convocatoria inmediata del Consejo Permanente cuando en un país de la organización “se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático”.
“La Secretaría General de la OEA considera que la crisis institucional de Venezuela demanda cambios inmediatos en las acciones del Poder Ejecutivo (…) a riesgo de caer en forma inmediata en una situación de ilegitimidad”, afirma Almagro en el extenso documento.
“La continuidad de las violaciones de la Constitución, especialmente en lo que se refiere a equilibrio de poderes, funcionamiento e integración del Poder Judicial, violaciones de derechos humanos, procedimiento para el referendo revocatorio y su falta de capacidad de respuesta respecto a la grave crisis humanitaria que vive el país lo cual afecta al pleno goce de los derechos sociales de la población”, añade.
Para el secretario general de la OEA, “no existe posibilidad de normalidad democrática en Venezuela sin la necesaria disposición a la cohabitación y convivencia entre Gobierno, partidos políticos, actores sociales y la sociedad venezolana en su más amplia concepción”
“Todo ello implica que la responsabilidad de la comunidad hemisférica es asumir el compromiso de seguir adelante con el procedimiento del artículo 20 de una manera progresiva y gradual que no descarte ninguna hipótesis de resolución, ni las más constructivas ni las más severas”, concluye.
Con este paso, se abre un proceso de reuniones y votaciones que pueden tener como consecuencia desde resoluciones o gestiones diplomáticas, hasta la eventual suspensión de Venezuela como miembro del organismo, para lo cual es necesario el voto de dos tercios de los cancilleres, que solo ocurrió tras el golpe de Estado de Honduras en 2009.