Es tiempo de buscar otros liderazgos en el Partido Liberal según el diputado liberal Ángel Darío Benegas
El Diputado liberal por el departamento de Cortes, Ángel Darío Benegas aseguró, que en el Partido Liberal, es tiempo que se busquen otras figuras, porque los mismos que lo han estado representando ya no tienen ese liderazgo político, para ser presidente de la República.
“El partido no tiene que buscar en los anaqueles de sus archivos personas que lo representen, No tiene que seguir buscando las mismas figuras políticas que han fracasado, no podemos saludar al futuro con esa esperanza en nuestro partido “dijo.
El parlamentario expresó que” tampoco tiene que seguir repitiendo con las mismas caras del pasado, el Partido Liberal no puede seguir teniendo resultados peores, con los mismos tendremos peores resultados seguimos con ellos”.
Benegas aseguró, que para ser candidato a la presidencia debe surgir de una visión, “hay una diferencia entre los que protagonizamos la vida política de un país, hay los que se mueven por ambiciones, y habemos los que nos movemos por visiones, esa es una profunda diferencia”, dijo el Parlamentario.
“Por eso los liberales debemos trabajar en eso, en formularle al pueblo hondureño las respuesta a los problemas que tiene el pueblo, Honduras necesita en este momento escuchar cual es la receta liberal a los mil males que adolecen al pueblo de Honduras, no quien quiere ser o no, candidato presidencial», dijo.
“Yo tengo un enorme respeto por la majestad de la presidencia de la República y ese no es un cargo para aventureros, ni para gente que tiene turbulencias hormonales, ni para gente que tiene vanidades, ni para gente que solo persigue el dinero” acotó.
El diputado aseveró, que a la presidencia se debe de aspirar con un alto grado de responsabilidad y dejar por un lado los intereses oscuros y mezquinos de una persona, en ese sentido los candidatos que se deben de escoger tienen que responder a los intereses del pueblo hondureño, que corresponda y tenga una visión formadora y que este respaldado por dos cosas: por un testimonio de vida, para creerle en lo que plantea y por un grupo de personas transformadas de un corazón limpio.