El mayor peligro para periodistas se concentra en México, Centroamérica y Brasil, según informe de Freedom House
México, Centroamérica y Brasil son los lugares más peligrosos para ser periodista en el continente americano, mientras que en Cuba, Venezuela y Ecuador el Gobierno es la principal fuente de presión para los medios, según el informe anual publicado hoy por la organización independiente Freedom House.
El 20 por ciento de la población americana vive en países donde no hay libertad de prensa, mientras que un 40% tiene acceso a una prensa «parcialmente libre» y el otro 40% disfruta de prensa libre, concluye este estudio que se presenta hoy en Washington.
El informe evalúa el grado de libertad de prensa en 199 países y territorios, a los que otorga una puntuación entre el 0 (máxima libertad) y el 100 (mínima), lo que sirve de base para determinar si tienen prensa «libre», «parcialmente libre», o «no libre».
Un país del continente, Cuba, está entre los diez con menos libertad de prensa del mundo junto a Corea del Norte, Turkmenistán, Uzbekistán, Crimea, Eritrea, Bielorrusia, Guinea Ecuatorial, Irán y Siria.
En Cuba, Venezuela, Honduras, Ecuador y México la prensa no es libre, mientras que en 14 naciones (como Nicaragua o Brasil) es parcialmente libre y en 16 (como EEUU y Chile) es libre.
«A pesar de la democracia generalizada en América Latina, los medios sufren amenazas de los grupos criminales y de las autoridades. Desde el acoso en la cobertura de las protestas en Nicaragua a la violencia y el asesinato en México y Brasil, el temor por la seguridad es una constante en la vida de muchos periodistas de la región», sostiene el informe.
En México, la libertad de prensa «continuó bajo extrema presión» debido a los ataques violentos contra periodistas por parte de los grupos criminales y el «patrón de impunidad».
«El Gobierno (mexicano) ha demostrado ser completamente incapaz, o reticente, a encarar este problema. Al menos cuatro periodistas fueron asesinados en 2015, y en 2016 tres ya fueron asesinados muy probablemente por su trabajo», sostiene el informe.
Brasil, con al menos seis periodistas asesinados en 2015, es una de las democracias del mundo donde es más peligroso ser comunicador, especialmente en las áreas rurales.
En la mayor parte de Centroamérica, los periodistas sufren las amenazas del crimen organizado, de los «funcionarios corruptos», y de las «abusivas fuerzas de seguridad».
En Nicaragua, los periodistas enfrentan un trato «duro» de la policía cuando cubren manifestaciones y un «generalizado y cada vez más sistemático acoso», además de que el sector televisivo sigue dominado por un duopolio «con tendencia favorable» al Gobierno.
Ecuador es uno de los países del continente que más preocupan, con un descenso de 8 puntos desde 2011 debido a que registra un «marcado incremento de la censura oficial» y una cada vez mayor concentración de la propiedad de los medios.
«El regulador de medios de Ecuador impuso multas y otras sanciones administrativas contra varios medios, a veces interfiriendo directamente en los detalles sobre sus informaciones acerca de los funcionarios públicos», denuncia el informe.
Freedom House señala a Argentina como uno de los países a los que estar atentos en 2016, porque la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia a finales de 2015 «terminó con la hostilidad del Gobierno hacia la prensa conservadora, pero no está claro si permitirá la regulación imparcial o simplemente cambiará el sesgo del Gobierno de la izquierda a la derecha».
Sobre Estados Unidos, el informe destaca la «vulgar y divisiva» campaña electoral y las críticas del aspirante republicano a la Presidencia Donald Trump a periodistas y medios, así como su recurso a «comentarios ofensivos» en las redes sociales para «desviar» la cobertura mediática tradicional.
Freedom House, fundada en 1941 en Nueva York y ahora con sede en Washington, es una organización internacional no gubernamental que promueve las libertades y la democracia en el mundo y es reconocida por sus informes.