EEUU: Hillary Clinton se acerca a la nominación, Donald Trump sigue con la mira en la convención
A siete meses de que se celebren las elecciones presidenciales norteamericanas y con algunos estados clave aún sin votar en las primarias, los números son cada vez más contundentes y perfilan a la ex secretaria de estado y al magnate neoyorquino como los favoritos para disputarse el lugar en el Salón Oval.
Hillary Clinton salió de las primarias de Nueva York un paso más cerca de conseguir la candidatura demócrata a la presidencia y convertirse en la primera mujer en hacerlo. El republicano Donald Trump reforzó su propia carrera hacia las elecciones generales con una contundente victoria.
Trump lidera ahora la carrera republicana con 845 delegados, por delante de Ted Cruz con 559 y John Kasich con 147. Conseguir la candidatura de ese partido requiere 1.237 delegados (con el 94% de los votos escrutados).
Entre los demócratas, Clinton suma ahora 1.948 delegados ante los 1.234 de Sanders. Esos totales incluyen tanto los delegados asignados por las primarias y asambleas de partido como los superdelegados, cargos del partido que pueden respaldar al candidato que prefieran independientemente de la votación en su estado. La candidatura demócrata se asigna con 2.383 delegados.
Después de su victoria en Nueva York, una entusiasta Clinton dejó en claro que estaba centrada en las elecciones generales tras una pugna competitiva con su par Bernie Sanders. «La carrera por la candidatura está en la recta final, y la victoria está a la vista», declaró Hillary Clinton entre los vítores de sus seguidores
Por su parte Donald Trump se mostró deseoso de dejar atrás las primarias republicanas. Con al menos 89 delegados neoyorquinos en su haber, insistió en que es «imposible» que ninguno de sus rivales lo atrape y advirtió a los líderes del partido por si intentan arrebatarle la candidatura en la convención republicana.
La abrumadora victoria de Trump en Nueva York responde a su popularidad en el estado donde nació y creó sus grandes empresas, es el único lugar de Estados Unidos donde el pre candidato republicano tenía una organización política desde el comienzo de su carrera presidencial.
El gobernador de Ohio, John Kasich, logró al menos tres delegados. Cruz corría el riesgo de quedarse sin ninguno. Ninguno de los dos tiene opciones matemáticas de conseguir la candidatura republicana antes de la convención de julio, aunque confían en obstaculizar la nominación automática de Trump y sobrepasarle en el congreso del partido.
La victoria de Hillary Clinton aumentó su cuenta de delegados, y ya suma el 80% de lo que necesita para obtener la candidatura demócrata que se le escapó hace ocho años. Dirigiéndose a los leales seguidores de Sanders, Clinton dijo que «es más lo que nos une que lo que nos separa».
Casi 7 de cada 10 partidarios de Sanders en Nueva York dirían que sin duda o probablemente votarían a Clinton si es la candidata final. Sanders se ganó a los jóvenes y progresistas de Nueva York, como en otras partes del país, pero no lo suficiente como para conseguir la victoria decisiva que necesitaba para cambiar el rumbo de la carrera demócrata.
El próximo 26 de abril ambos partidos votan sus internas en un nuevo Supermartes en los estados de Connecticut, Delaware, Maryland, Pennsylvania y Rhode Island. Clinton tiene previsto pasar el miércoles haciendo campaña en Pennsylvania, mientras que Trump tiene un mitin previsto en Maryland y en Indiana.
Todos contra el imparable millonario
La élite republicana se inquieta día a día por la cercanía de Trump al número necesario para obtener la candidatura: 1.237 delegados.
Las conversaciones y estrategias al interior del partido cambian dramáticamente a medida que el magnate se acerca a la cantidad de delegados requeridos por la convención y la victoria en su estado, Nueva York, perfila a Trump con las mejores proyecciones rumbo al próximo Supermartes del 26 de abril donde puede alcanzar la marca requerida, aunque los analistas indican que la victoria decisiva será en el último Supermartes que se dará el 7 de junio y donde se disputan importantes estados como California.
Mientras tanto, el equipo de campaña de Trump se mantiene prudente y se focalizan en sumar aún más delegados.
Algunos integrantes del Partido Republicano contrarios al magnate neoyorquino hablan de un «número real» que todavía no se puede determinar, más allá del requerido para alcanzar la mayoría de delegados, y sostienen que aunque llegue al número necesario podría no ser nominado. Ante este tipo de comentarios es que Donald Trump denuncia constantes ataques y complots del partido en su contra para erosionar su imagen electoral, sin embargo nada es suficiente para detener al millonario que en los números demuestra otra realidad.
«Esto es como un ticket del Super Bowl, el precio aumenta a cada momento» afirma uno de los operadores de la campaña anti Trump al interior de los republicanos, que trabajan desde hace meses por detener su nominación y ahora cambiaron su estrategia: buscan convencer delegado por delegado.
«Si logramos que no llegue a los 1.237 delegados para el 7 de junio, él (Trump) no será el nominado y la convención será una convención abierta» afirman desde la campaña anti Trump.
Por otro lado, Ron Kaufman, ex asesor del presidente George W. Bush y miembro importante del comité republicano dijo que «si él (Trump) se acerca luego del 7 de junio, habrá una razón importante para que los que lo eligieron sostengan que ganó los delegados requeridos y por ende a una tonelada de votantes».
Kaufman cree que ese será el resultado de la «dramática» interna de su partido y sostiene que «al final, nos queremos asegurar que las millones de personas que votaron en las primarias republicanas entiendan que sus votos nos importan mucho» y aseguró que «uno no puede simplemente patear a todos esos votantes, nos vamos a asegurar que estén con nosotros en Noviembre» y de esa manera dio un apoyo implícito al posible triunfo de Donald Trump.