Elecciones en Estados Unidos: Donald Trump y Bernie Sanders son favoritos en New Hampshire
Donald Trump y Bernie Sanders esperan salir de las primarias de este martes 9 de febrero en New Hampshire con sus primeras victorias en la campaña para obtener la candidatura a las elecciones presidenciales de 2016. Ambos las necesitan para dar credibilidad a sus inesperadas campañas por obtener la nominación de sus respectivos partidos.
Trump lidera un bando republicano que se ha entregado en los últimos días a la campaña por la nevada New Hampshire. La poco elocuente aparición del senador por Florida Marco Rubio en el último debate ha puesto en peligro sus posibilidades de ganar distancia sobre un trío de gobernadores y establecerse como el principal rival a Trump y al senador por Texas Ted Cruz.
En la carrera a dos por la candidatura demócrata, Sanders lleva semanas por delante de Hillary Clinton en New Hampshire. El estado es un territorio favorable al senador de Vermont, y uno que debe ganar para tener alguna posibilidad de seguir siendo competitivo ante Clinton cuando la campaña llegue a estados más diversos y que se consideran más favorables a la ex secretaria de Estado.
«Tenemos una campaña muy radical porque decimos al pueblo estadounidense la verdad y eso es algo que no suele hacerse en la esfera política», dijo Sanders al instar a sus seguidores a ayudarle a ganar. El senador quedó segundo por detrás de Clinton en las asambleas de partido de Iowa por un margen muy estrecho.
SANDERS DEBE GANAR EN NEW HAMPSHIRE PARA SER COMPETITIVO EN ESTADOS QUE SERÁN MAS FAVORABLES A HILLARY CLINTON
El entusiasta apoyo a Trump —un magnate de los bienes raíces que nunca ha ejercido un cargo político— y por Sanders —un demócrata que se describe como socialista— subraya el descontento público con el actual sistema político. Aunque ninguno de los dos consiguiera convertirse en el candidato de su partido, los que lo hagan tendrían que reconocer la frustración de los votantes que ha impulsado sus carreras.
La estrategia de Trump
Tras quedar por detrás de Cruz en Iowa, Trump pasó la semana pasada tanto cuestionando el resultado como retomando sus actividades de campaña más tradicionales. Aunque en general ha preferido los grandes mítines, el último día de campaña lo pasó en encuentros más modestos a nivel local.
Trump lanzó un dardo a Cruz durante un gran acto en Manchester el lunes por la noche. Cuando una persona entre el público insultó a Cruz con un término vulgar para «cobarde», Trump lo repitió y regañó en broma a la mujer.
El abanico de aspirantes republicanos se redujo después de Iowa, pero sigue siendo un grupo numeroso de candidatos más tradicionales como Rubio, el ex gobernador de Florida Jeb Bush, el gobernador de Ohio John Kasich o el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, que han apostado sus esperanzas de llegar a la Casa Blanca en New Hampshire. Esperan que un buen resultado allí haga que los votantes —y a los cruciales donantes financieros— reconsideren sus candidaturas.
DONALD TRUMP BASÓ SU CAMPAÑA EN NEW HAMPSHIRE EN DUROS ATAQUES CONTRA SU RIVAL MARCO RUBIO
Rubio parecía estar ganando ventaja a los gobernadores tras un resultado mejor al esperado en Iowa, pero el sábado falló en el debate bajo una intensa presión de Christie. El gobernador de New Jersey ha acusado sin descanso al joven senador de estar falto de experiencia y depender demasiado de argumentos memorizados como para convertirse en presidente.
Rubio cayó en el juego de Christie al responder con la misma frase bien ensayada cada vez que el gobernador lo atacaba. Las campañas rivales esperan que ese traspiés baste para persuadir a los votantes.
En su último día de campaña en el estado, Christie instó el lunes a los votantes a elegir un candidato que «tenga la madurez y la preparación, y la agresividad para proteger nuestro país y devolvernos al lugar adecuado».
Kasich, que se ha enorgullecido de evitar ataques contra sus rivales, dijo que esperaba que los votantes de New Hampshire estuvieran «hartos de negatividad».
Es probable que si Rubio y los gobernadores terminan el martes en un grupo con resultados similares, produzcan una sensación de frustración en la élite del Partido Republicano, deseosa de centrarse en un único candidato para hacer frente a Trump y Cruz. Algunos líderes del partido creen que ni Trump ni Cruz pueden ganar unas elecciones presidenciales, especialmente si Clinton es la candidata demócrata.
La estrategia de Clinton
Pese a las expectativas de derrota en New Hampshire, Clinton ha hecho una agresiva campaña en el estado. Entre sus mítines y reuniones municipales ha llamado a las puertas de los votantes y hecho visitas sorpresa a cafeterías y restaurantes.
«Estoy emocionada de estar aquí antes de la primera de las primarias del país para hacer mi último intento para convencer a tantos… como sea posible de que salgan y voten por mí», dijo Clinton durante una parada en Manchester.
Sin embargo, bajo la positiva actitud de Clinton hay una creciente preocupación sobre la respuesta a su campaña entre los jóvenes, que apoyan en gran parte a Sanders.
Algunos partidarios de Clinton también temen que no esté teniendo el éxito que debería entre las mujeres, una preocupación que se hizo patente después de que mujeres conocidas que la apoyan hicieran unas polémicas declaraciones que parecían menospreciar a las mujeres que apoyan a su rival.
Tomado de Infobae.com