La burbuja de internet
Lo que es muy importante, desde mi punto de vista, es que hay una sola web… Cualquiera que intente cortarla en dos encontrará que su pedazo se verá muy aburrido»
Tim Berners-Lee, creador de la World Wide Web
Cuando internet comenzó a ser popular, la idea detrás de su atractivo era el hecho de que derribaba muros. Abría las puertas a rincones desconocidos, a información inaccesible y facilitaba la comunicación entre desconocidos.
En un principio la red era abierta.
Para encontrar contenido interesante uno tenía que navegar por las categorías de Yahoo!, excavar los vínculos en los foros de discusión o esperar que motores de búsqueda como Excite o Altavista arrojaran un resultado atractivo.
Después llegó Google y el juego cambió.
El éxito del ahora gigante de internet se basó en la oferta de contenido «relevante», sin paja.
Uno introducía un término y la página mostraba vínculos con certera precisión. El algoritmo escaneaba la red para saber cuál era el contenido más relevante usando una serie de reglas como la autoridad de la fuente y la cantidad de veces que una página era difundida en otros sitos.
Pero con la llegada de la Web 2.0 y las redes sociales, y la 3.0 y los teléfonos inteligentes, la web está abandonando la idea del descubrimiento en aras de exacerbar la idea de la relevancia.
Hagan una búsqueda ahora en Google y el sitio les ofrecerá resultados basados en sus intereses, su historial de búsqueda, su ubicación, los productos que han comprado e incluso sus interacciones sociales.
No cabe duda de que la información ofrecida será relevante para ustedes porque está basada en ustedes. ¿Pero qué tanto se están perdiendo del mundo? ¿Qué hay de otra información que potencialmente podría resultarles atractiva pero que no se les ofrece por no caber en la caja de sus intereses?
Aquí abajo pueden mirar un ejemplo de los resultados que se entregan al buscar «Egipto» en Argentina y México y en Colombia y España.