El Evangelio cambia el corazón y la vida, asegura el Papa Francisco
VATICANO.- “El Evangelio cambia el corazón, cambia la vida, transforma las inclinaciones al mal en propósitos de bien”, dijo el Papa Francisco en la mañana del domingo antes de rezar el Ángelus.
“El Evangelio es palabra de vida: no oprime a la persona, al contrario, libera a cuantos están esclavos de tantos espíritus malvados de este mundo: la vanidad, el amor al dinero, el orgullo la sensualidad”.
Francisco aseguró que “¡el Evangelio es capaz de cambiar a las personas!”.
Por ello, “es tarea de los cristianos difundir en todas partes la fuerza redentora, convirtiéndose en misioneros y heraldos de la Palabra de Dios”.
El Santo Padre destacó que “la nueva doctrina enseñada con autoridad por Jesús es aquella que la Iglesia lleva al mundo, junto con los signos eficaces de su presencia: la enseñanza con autoridad y la acción liberadora del Hijo de Dios se convierten en las palabras de salvación y gestos de amor de la Iglesia misionera”.
Comentando el Evangelio del día, de San Marcos, en el que Jesús entra en la sinagoga y se pone a enseñar, el Papa Francisco explicó que “esto hace pensar en el primado de la Palabra de Dios, Palabra para escuchar, acoger y anunciar”.
La preocupación principal de Cristo, dijo, “es la de comunicar la Palabra de Dios con la fuerza del Espíritu Santo. Y la gente en la sinagoga quedó tocada, porque Jesús ‘enseñaba como uno que tiene autoridad, y no como los escribas’”.
“¿Qué significa ‘con autoridad’?”, preguntó el Pontífice ante miles de personas que le escuchaban en la Plaza de San Pedro. “Quiere decir que en las palabras humanas de Jesús se sentía toda la fuerza de la Palabra de Dios, se sentía la autoridad misma de Dios, inspiradora de las Sagradas Escrituras. Y una de las características de la Palabra de Dios es que realiza aquello que dice”.
“A veces nosotros decimos palabras vacías, sin raíces, superfluas, que no corresponden a la verdad. La Palabra de Dios corresponde a la verdad”, aseguró.
El Santo Padre señaló que “Jesús, después de haber predicado, demuestra en seguida su autoridad liberando a un hombre, presente en la sinagoga, que estaba poseído por el demonio”.
“Solo la autoridad divina de Cristo había suscitado la reacción de Satanás, oculto en aquel hombre” y Jesús ordena “severamente” que salga de él.
“Solo con la fuerza de su palabra, Jesús libera a la persona del maligno”, destacó.
Por último, el Papa pidió recordar siempre “que el Evangelio tiene la fuerza de cambiar la vida”.
Francisco pidió a los fieles que “no se olviden de esto. Esto es la Buena Nueva, que nos transforma solo cuando nos dejamos transformar por ella. He aquí por lo que siempre les pido tener contacto diario con el Evangelio, leerlo cada día, un trozo, un pasaje, meditarlo y también llevarlo con ustedes a todas partes: en el bolsillo, en el bolso… Esto es para nutrirse todos los días de esta fuente inagotable de salvación”.
“Lean un pasaje del Evangelio cada día. Es la fuerza que nos cambia, que nos transforma: cambia la vida, cambia el corazón”, concluyó.