El Papa Francisco beatifica a Pablo VI, el «gran timonel» del Concilio Vaticano II
El papa Francisco ha destacado este domingo durante la beatificación de Pablo VI (1897-1978) cómo «en el momento en que estaba surgiendo una sociedad secularizada y hostil, supo conducir con sabiduría y con visión de futuro -y quizás en solitario- el timón de la barca de Pedro sin perder nunca la alegría y la fe en el Señor», ha dicho Francisco durante la homilía de la beatificación.
Francisco ha recordado cómo el Papa Giovanni Montini instituyó el Sínodo de los Obispos con el objetivo de, como escribió Pablo VI, «adaptar los métodos de apostolado a las múltiples necesidades nuestro tiempo y a las nuevas condiciones de la sociedad».
La misa también ha servido para clausurar el Sínodo extraordinario de la familia celebrado en estos días en el Vaticano.
«Contemplando a este gran Papa, a este cristiano comprometido, a este apóstol incansable, ante Dios hoy no podemos más que decir una palabra tan sencilla como sincera e importante: Gracias», ha continuado Francisco.
El Papa argentino ha agradecido el «humilde y profético testimonio de amor a Cristo y a su Iglesia» de Pablo VI y ha recordado que fue «el gran timonel» del Concilio Vaticano II.
Pablo VI, expresó Francisco, «supo de verdad dar a Dios lo que es de Dios dedicando toda su vida a la sagrada, solemne y grave tarea de continuar en el tiempo y extender en la tierra la misión de Cristo».
El Papa Montini, dijo Francisco, «guió a la Iglesia para que fuera al mismo tiempo madre amorosa de todos los hombres y dispensadora de salvación».
En la beatificación de Pablo VI participaron decenas de miles de personas, sobre todo desde Brescia -localidad natal del pontífice- y desde Milán -ciudad de la que fue arzobispo-, que colmaron la plaza de San Pedro.
En la misa participó también el Papa emérito Benedicto XVI, que fue nombrado cardenal por Pablo VI y también otros dos purpurados elegidos por Montini: Paulo Evaristo Arns y William Wakefield Baum.