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Los 10 países con más problemas de alcoholismo en el mundo

Los diez países con mayor proporción de alcohólicos son europeos. En Hungría, que encabeza la lista, un 17,7% de los mayores de 15 años tiene problemas con la bebida, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud.

Lo siguen Rusia (17,4%), Bielorrusia (16,6%) y Eslovenia (11,6%). Noruega rompe la hegemonía de Europa del Este, con un 11,5% de afectados.

Los otros representantes de Europa Occidental son Reino Unido, que está sexto con 11,1%, y Austria, noveno con 9,2 por ciento.

El país extraeuropeo con mayores niveles de alcoholismo es Costa de Marfil, que está en el puesto 13, con 8,1 por ciento. Luego viene Perú, con 7,7 por ciento.

En América Latina y el Caribe, cierran el podio Belice (6,1%) y Colombia (5,9%). Los tres menos afectados son México (2,7%), Jamaica (4,1%) y Chile (5%).

A nivel mundial, las únicas regiones que verdaderamente no tiene ningún problema con la bebida son Medio Oriente y el Magreb. Egipto es el país mejor posicionado, con apenas un 0,2% de afectados. Luego aparecen Qatar, Mauritania, Irán, Somalia, Libia, Yemén, Arabia Saudita, Pakistán, Afganistán e Irak, con 0,3 por ciento.

La razón es muy simple: en todos ellos, la mayor parte de la población profesa el Islam, una religión que prohíbe el consumo de alcohol.

Causas y consecuencias del alcoholismo

«El alcoholismo es una enfermedad adictiva que tiende a expandirse y empieza a afectar a países en desarrollo, que antes prácticamente no tenían este problema. Pero no sólo la adicción al alcohol se asocia a consecuencias negativas para la salud mental y corporal, y para la adaptación al medio y a las relaciones con los demás», dice a Infobae el psiquiatra Josep Guardia Serecigni, miembro de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, en Barcelona, España.

«EL ALCOHOLISMO ES UNA ENFERMEDAD ADICTIVA QUE TIENDE A EXPANDIRSE»

«También el consumo excesivo de alcohol puede estar asociado a estas consecuencias negativas. De hecho, hay más personas que presentan un consumo excesivo que las que tienen adicción, y ambos problemas afectan mucho más a los hombres que a las mujeres», agrega.

Quienes toman bebidas alcohólicas a diario no necesariamente están expuestos si lo hacen con moderación, hasta 40 gramos por día para los adultos varones, y 25 para las mujeres. Los más vulnerables son los que se dan «atracones»: no beben tan seguido, pero cuando lo hacen consumen grandes cantidades.

«Algunos países -dice Guardia Serecigni-, como Rusia, presentan una mayor tendencia hacia el consumo de alcohol en forma de atracones. Este patrón de consumo perjudicial está asociado a más y a más graves consecuencias negativas para la salud, como accidentes, caídas, lesiones y también hechos de violencia».

Lo que ocurre en muchos países, especialmente en los europeos, es que las bebidas alcohólicas están muy arraigadas en la cultura desde hace siglos. Por eso, a diferencia de otras sustancias psicoactivas, no se consideran nocivas.

«LA PRINCIPAL CAUSA DEL CONSUMO ABUSIVO DE ALCOHOL ES LA ACEPTACIÓN SOCIAL»

«La principal causa del consumo abusivo de alcohol es la aceptación social: el alcohol está presente en la vida social y cultural. No hay percepción de riesgo y se ve como normal beber e incluso emborracharse habitualmente», explica Javier Pons Diez, doctor en psicología por la Universidad de Valencia, consultado por Infobae.

«Además hay una gran presión comercial para el consumo: las empresas que producen y venden bebidas están interesadas en que se consuman sus productos», agrega.

Guardia Serecigni destaca algunas de las medidas que se pueden tomar para controlar la ingesta excesiva de alcohol. «Las más eficaces son las que reducen la disponibilidad de bebidas alcohólicas para toda la población. Es decir, las que influyen en el precio, los puntos y el horario de venta, la publicidad, el patrocinio, la concentración de alcohol en la sangre para los conductores de vehículos, y otras».

«En España -continúa- hemos tenido recientemente una experiencia muy favorable en lo que se refiere al tabaquismo. Durante la última década, el Gobierno inició una campaña de sensibilización de la población y transmitió acertadamente el mensaje sanitario: ‘El tabaco perjudica gravemente la salud’. Posteriormente legisló un primera Ley del Tabaco, que complementó después con una segunda, y aplicó las medidas de vigilancia y control para supervisar su correcto cumplimiento».

«LAS MEDIDAS MÁS EFICACES SON LAS QUE REDUCEN LA DISPONIBILIDAD DE BEBIDAS»

El Estado aplicó impuestos a los cigarrillos que elevaron notablemente su precio. Además se prohibió fumar en espacios públicos, lo que fue haciendo cada vez más incómodo sostener el vicio.

«El resultado ha sido muy favorable. Se ha producido una disminución del número de personas que fuman tabaco, también de la proporción de las que empiezan a fumar y de determinadas enfermedades cardiovasculares en cuyo desarrollo juega un papel importante el cigarrillo», explica Guardia Serecigni.

«Probablemente, si se utilizaran las mismas estrategias y se destinaran los mismos recursos y esfuerzos a la prevención del alcoholismo y del consumo excesivo, se podría conseguir un importante progreso para combatir esta problemática», concluye.

Tomado de Infobae

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