Presidente de Nigeria reitera que rescatará a niñas plagiadas por Boko Haram
Nigeria.- El presidente Goodluck Jonathan se reunió ayer por primera vez con los familiares de las más de 200 niñas secuestradas hace 100 días por Boko Haram y les aseguró que su gobierno está haciendo todo lo posible por lograr su liberación.
En la reunión, que duró unas tres horas en Abuya, estuvieron más de 450 personas, incluidas 51 de las 53 niñas que lograron escapar de sus captores, los padres de las menores aún en cautiverio, líderes de la comunidad de Chibok y funcionarios del estado de Borno.
“Queremos que todas regresen con vida con sus padres”, dijo Jonathan, tras afirmar que su compromiso no es sólo liberar a las más de 200 adolescentes, sino derrocar completamente a la milicia Boko Haram.
Tras el secuestro masivo, Goodluck ha sido criticado reiteradamente por su falta de eficiencia para rescatar a las estudiantes y por no haber ido a Chibok para reunirse con las familias de las víctimas.
Desde que Boko Haram secuestró a las niñas, el 14 de abril de una escuela secundaria de Chibok, en el estado de Borno, al menos 11 de sus padres han muerto, siete de ellos en un ataque contra su aldea este mes.
Otros cuatro padres han muerto por fallas cardiacas, hipertensión y otras enfermedades que la comunidad atribuye al trauma del secuestro ocurrido hace 100 días, según un líder de la comunidad de Chibok.
La reunión entre el presidente y los familiares de las niñas secuestradas coincidió con la intensificación de los ataques de Boko Haram en el noreste de Nigeria, que ha obligado a más de 15 mil personas a huir de sus comunidades.
El pasado 14 de abril, miembros de Boko Haram, cuyo nombre significa en lengua local “la educación no islámica es pecado”, atacaron una escuela secundaria de Chibok, de donde secuestraron a 276 alumnas, de la cuales 53 lograron escapar, pero 223 siguen secuestradas.
Boko Haram, que lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y con predominio cristiano en el sur, ha asesinado a 12 mil personas y ha herido a otras ocho mil en los últimos cinco años, según cifras de las autoridades nigerianas.