Afrodisiacos – ¿Mito o Realidad?
¿Qué tienen en común el chocolate, el alcohol, los ostiones, la adrenalina y el cuerno del rinoceronte? Tienen la reputación de ser afrodisíacos.
A través de los siglos la búsqueda del placer sexual ha hecho que los humanos recurran desde lo sublime hasta lo absurdo, incluyendo todo tipo de cosas, comida, plantas y hasta animales. De hecho, de acuerdo a la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) un afrodisíaco es: “una comida, una bebida, un medicamento, un olor o un aparato que los que lo promueven dicen que puede estimular o aumentar el deseo sexual o libido” y si ampliamos la definición, incluye los productos que mejoran el desempeño del acto sexual. El nombre proviene de la diosa griega del amor y la belleza Afrodita.
¿Cómo han obtenido su reputación? Algunos, como las patas de conejo, se debe a lo que sabemos de los conejos. Dicen que casi sólo con verse en el espejo se reproducen. Otros, como los chiles y la comida picante, la obtuvieron porque al comerla producen efectos similares al acto sexual: aumentan la temperatura del cuerpo, causan sudoración y el corazón late más rápido.
Otros productos eran tan escasos y codiciados en una época que se consideraban la comida de los dioses, como el chocolate entre los aztecas o la canela en la época del rey Salomón. Los mariscos quizá porque Afrodita nació en el mar. Y hay objetos que nuestros antepasados interpretaron como parecidos a los órganos genitales y les atribuyeron poderes sexuales, como el ginseng y el cuerno del rinoceronte.
Al alcohol también se le ha llamado afrodisíaco, pero no se puede decir que tenga efectos sexuales, simplemente disminuye las inhibiciones. ¡Y sabemos lo que pasa si se bebe demasiado! Otros, como el llamado “Spanish fly,” (cantárida o mosca de España) es un veneno y, dependiendo de la cantidad que se tome, puede causar varios problemas incluyendo la muerte.
Pero…..¿realmente funcionan?
De acuerdo a la FDA los afrodisíacos son placebos. O sea, solo funcionan si la persona que los usa cree que le van a funcionar. Tómalo en cuenta si comes ostiones con eso en mente. Quizá en alguna época en la que mucha gente padecía de malnutrición por la escasez de comida el comer ciertos alimentos altos en nutrientes — como los mariscos — los hacían sentirse bien y tener deseos sexuales. Hoy en día, con una buena alimentación, ¡el efecto es puramente mental!
Aun así, la búsqueda por el afrodisíaco ideal continúa, especialmente por aquellos que tienen problemas sexuales. Pero es importante recordar que a veces, éstos pueden ser causados por un problema médico que requiere tratamiento y que el ir con un profesional va a ser el mejor afrodisíaco.
Recuerda, lo que es bueno para tu salud física y mental es bueno para tu salud sexual. Una alimentación saludable, hacer ejercicio y no fumar es más efectivo que el cuerno del pobre rinoceronte. Y no te olvides de lo que dijo un experto: el órgano sexual más importante está entre tus propias orejas.