La niñez: más vulnerable a la violencia que nunca, la explotación en Centroamérica forza a miles a huir hacia los Estados Unidos
El Reporte del Estado de 2014 sobre el tráfico de personas muestra a los niños de Honduras como los más vulnerables
WASHINGTON. – Reciente información del Departamento de Estado sobre Tráfico de Personas 2014 (Trafficking in Person TIP por sus siglas en Inglés) en los Estados Unidos subraya la importancia de ir más allá del reforzamiento de las leyes para proveer sistemas que protejan a los niños y las niñas de situaciones de explotación y violencia.
El reporte, presentado hoy, enfatiza cómo miles de niños y niñas que están cruzando la frontera sin la compañía de un adulto, huyendo de la violencia y la explotación en Centroamérica, en países como El Salvador, Guatemala y Honduras, generando una crisis humanitaria en ascenso desde los Estados Unidos hasta Centroamérica.
En el Reporte TIP 2014, Honduras recibió un grado Tier 2 porque ha escalado los esfuerzos en el reforzamiento de las leyes para combatir el tráfico de personas. Sin embargo, en el país, el crimen organizado y las “maras” son conocidas por capturar, transportar y explotar niños y niñas para tráfico y explotación sexual.
Hay muy pocos casos que son atendidos por la Corte y el Gobierno no cuentan con los refugios adecuados o los programas que puedan responder a esta problemática que está en ascenso. Honduras cuenta con una ley para el tráfico de personas, pero es muy poco lo que se implementa en la prevención del crimen, protección a los sobrevivientes y la persecución hacia los traficantes.
Recientemente el gobierno de Honduras, que tiene la tasa más alta de asesinatos en el mundo, de manera inesperada cerró su agencia de protección debido a una serie de irregularidades; como consecuencia eliminó un componente crítico en la red de protección social para los niños y niñas más vulnerables.
“El asunto clave del Reporte de este año es considerer a las víctimas como sobrevivientes, pero los niños y las niñas en países como Honduras se les niega esta posibilidad. Aún las víctimas más jóvenes de la violencia y la explotación no tienen a dónde ir y están cayendo en las grietas del sistema porque el gobierno no ofrece los servicios que ellos y ellas necesitan,” dijo Jesse Eaves, consejero ejecutivo en políticas de protección para la infancia de World Vision.
“Si estos gobiernos no están cumpliendo con los estándares mínimos para proteger a la gente de una esclavitud moderna, ¿cómo no esperar que los niños y las niñas estén huyendo de otras formas de violencia, abuso, negligencia y explotación que no tienen la misma atención que recibe el tráfico de personas? Ahora estamos viendo los innegables resultados de estas faltas – niños y niñas con muy pocas opciones en sus vidas, vulnerables a todo tipo de horrores”, agregó
El gobierno de Honduras está planificando la implementación de sistema de protección para la niñez completamente nuevo. Con una experiencia de más de 40 años en la región, World Vision está trabajando con el gobierno para asegurar que esta nueva institución cumple con lo necesario para garantizar los estándares internacionales y la garantía de los derechos para la niñez más vulnerable y en situación de marginación, especialmente para aquellos que están huyendo del país.
“Los altos niveles de violencia a los que los niños y las niñas son expuestos en sus países de origen son inimaginables. En Honduras, World Vision participó en la investigación de algunos centros de protección para la niñez disfuncionales, y fue testigo de serios casos de abuso hacia los niños y las niñas”, comentó Amanda Rives, Directora de Advocacy de World Vision en América Latina.
“Al ver esto, no es una pregunta el porqué más y más niños y niñas están arriesgando sus vidas en un viaje hacia los Estados Unidos y el porque muchos de ellos son víctimas del tráfico de personas. Están tomando medidas desesperadas en busca de protección mientras el panorama de seguridad continua en deterioro en sus comunidades y son expuestos a situaciones de violencia aún dentro de las mismas instituciones que supone deberían de velar por su bienestar.”
Expertos de Naciones Unidas estiman que otros 60,000 niños intentarían cruzar hacia los Estados Unidos sin sus padres para finales de Septiembre, y que estos números continuarán en incremento a menos que los Estados Unidos trabajen con los gobiernos de América Central en el fortalecimiento de los sistemas que garanticen la seguridad de los niños y las niñas, advierte World Vision.
“Esto no es ninguna sorpresa. Las señales de alerta han estado allí y el número de niños y niñas que viajan hacia la frontera comenzó a incrementarse en los años recientes, pero no ha habido esfuerzos coordinados o una respuesta y la niñez es quien está pagando un alto precio,” agregó Eaves.
“Esto va más allá de dar recursos a los controles fronterizos o respuestas hacia los niños y las niñas. La mejor forma de atender este problema es trabajar con los países como Honduras para mejorar las capacidades hacia la protección infantil.
Si los gobiernos de estos países hacen lo que deberían de estar haciendo, entonces no hay razón para que los niños y las niñas se vayan, no hay una razón para que sus padres los envíen a otros lugares. Ahora mismo estos niños están siendo abandonados en un vasto desierto, completamente desprotegidos.”.
“La crisis humanitaria debe de considerarse no sólo en la frontera de los Estados Unidos, sino en todos los países de donde los niños y las niñas están huyendo. La única forma de detener la migración de estos niños y niñas es atender las causas de raíz y establecer una efectiva red de protección para ellos y ellas,” agregó Rives.
La migración de niños y niñas no acompañados de un adulto es también influenciada por otros factores económicos y sociales aún más complejos. Sin embargo, un reciente reporte de Naciones Unidas del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) declaró que la mayoría de los niños y las niñas que son detenidos en los Estados Unidos, huyen de sus países por la violencia extrema. Eso esencialmente les convierte en “refugiados” y las Naciones Unidas ha determinado esto como un “desplazamiento forzado” ya que los niños y las niñas están huyendo para salvar sus vidas.
El Reporte TIP estima que más de 20 millones de personas alrededor del mundo son víctimas de una esclavitud moderna, alimentado una industria que genera ganancias de $150 billones de dólares al año. Teniendo tantos niños y niñas en situación de vulnerabilidad sólo incrementa el potencial de crecimiento a estas cifras.
“Estamos muy decepcionados de ver que Honduras ha ascendido en la lista, con problemas tan severos todavía sin ser atendidos. Sentimos que envía un mensaje equivocado a otros países que están también en aprietos en relación al tráfico de personas y la explotación sexual comercial. Sin embargo estamos comprometidos a trabajar con los gobiernos de Honduras y Estados Unidos para garantizar que la sitación desesperada de estos niños y niñas no sea minimizada y nos mantenemos esperanzados que un día todo los niños y niñas tendrán la oportunidad de ser libres de la explotación y el tráfico de personas,” agregó Rives.