Honduras proyecta tendencia a la baja en inseguridad alimentaria grave para 2024
-El país reporta mejora significativa en Seguridad Alimentaria Nutricional grave, estando el país por debajo del promedio regional respecto al costo de una dieta saludable por persona al día (3.59 USD).
La representante residente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indica que Honduras muestra un panorama alentador en las nuevas proyecciones estadísticas que miden la seguridad alimentaria.
La tendencia para 2024 refleja reducción en el número de hondureños que experimentan inseguridad alimentaria grave, es decir que notaron falta de acceso a alimentos suficientemente nutritivos.
“Si homologamos la cifra de inseguridad alimentaria grave, con la evolución del indicador de la Clasificación Integrada de Fase (CIF), podemos ver como hay una tendencia a la baja, dado que en el 2023 se encontraba en 2.3 millones de personas, y ya para 2024 en la proyección de marzo – mayo, anda por 1.8 millones de personas”. Afirmó la representante residente de la FAO en Honduras, Fátima Espinal.
Según explicó trabajar con la gente más vulnerable es una buena señal de las políticas públicas que impulsa el actual gobierno para lograr una reducción de la pobreza y por ende la inseguridad alimentaria:
“Es bueno saber que el gobierno ha priorizado la población más vulnerable, la que necesita más ayuda para salir de esa situación, por ejemplo, en el caso de protección social se destaca la alimentación escolar, que plantea introducir la ración fresca; los programas de protección en materia de agricultura familiar como es el Bono Tecnológico Productivo, las cajas rurales entre otros”.
El informe de Estado de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Mundo (SOFI): publicación anual realizada por la FAO, el FIDA, la OMS, el PMA y UNICEF, correspondiente a la información más actualizada saldrá en a mediados de noviembre de este año.
El último informe disponible al público se lanzó el 12 de julio del año anterior (2023), presentando el indicador de inseguridad alimentaria y nutricional calculado sobre la base del trienio 2020, 2021 y 2022, período de tiempo severamente afectado por la pandemia Covid 19, los desastres naturales como ETA, IOTA y la afectación por la guerra en Ucrania.
La titular en la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), Laura Suazo, afirmó que el trabajo de potenciar la producción agroalimentaria en granos básicos, retomar la agro extensión, incrementar el apoyo y respaldo financiero para producir alimentos y apoyar directamente al pequeño productor con insumos, ha permitido que Honduras muestre avances tangibles en reducir la inseguridad alimenticia.
“Le estamos apostando que le vamos a bajar a la inseguridad alimentaria, ya lo estamos haciendo, más de un millón de niños reciben merienda escolar, más de 550 mil el Bono Tecnológico Productivo, la diversificación de nuevos cultivos, fortaleciendo la comercialización, ampliando el financiamiento, todo esto nos indica que si vamos a bajar la inseguridad alimentaria”.
Según afirmó Suazo, tener una Política Agroalimentaria (PESAH 2023 – 2043) donde seguridad alimentaria es una prioridad, permite que este gobierno como los que vienen en el futuro avance en la reducción de la desigualdad, al potenciar la producción de alimentos conociendo la realidad productiva del país.
El reconocimiento de los esfuerzos que realiza Honduras por transformar el sector agroalimentario es internacional, Manuel Otero, el director general del Instituto Hondureño para la Cooperación Agrícola (IICA), destacó que el país comienza a escucharse en la región latinoamericana por los avances que presenta en la producción del campo.
“Honduras esta dando señales favorables de reducir los niveles de pobreza, la inseguridad alimentaria, y sobre todo definir nuevas reglas de juego, para esto que se habla en todo el mundo que es la transformación de los sistemas agroalimentarios, en beneficio de la ruralidad, los agricultores, de la sostenibilidad, la resiliencia, por todas esas razones, nos parece que el modelo de Honduras, es el modelo a seguir”.
Otero confirma que Honduras está llamando la atención en buena parte del continente por tomar la decisión de definir una nueva Política de Estado que significa previsibilidad a largo plazo e involucramiento de todos en la producción agroalimentaria.
Honduras coordina el Plan de Seguridad alimentaria de Latinoamérica, SAN CELAC.
Honduras está presenciando una mejora positiva en el abordaje de la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN), con un notable descenso en las poblaciones en situación de emergencia alimentaria y un acceso más facilitado a los alimentos para la población en general.
En ese sentido, la presidenta Xiomara Castro ha destinado diversos programas de inversión para hacer frente a esta situación de inseguridad alimentaria y pobreza.
En línea con estos esfuerzos, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) está trabajando en colaboración para garantizar que haya alimentos en los hogares hondureños. Se están implementando incentivos agrícolas para apoyar a los productores, brindando acompañamiento para la obtención de préstamos y facilitando la venta de granos al Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola (Ihma). Además, se está asegurando la reserva de granos básicos para la venta a través de la Empresa Nacional de Alimentos Básicos (Banasupro).
Con el Bono Tecnológico Productivo (BTP), diseñado para respaldar a los pequeños agricultores en la producción de granos básicos como maíz, frijol, arroz y sorgo, se busca mejorar la reserva estratégica de alimentos y apoyar a los pequeños productores en su camino hacia la soberanía alimentaria.
Además, se han implementado bonos específicos para los caficultores y los pequeños ganaderos, con el objetivo de fortalecer sus capacidades de producción, mejorar la calidad de sus productos y enfrentar los desafíos del cambio climático.
Otra medida destacada es la implementación de huertos escolares, utilizando técnicas de agricultura protegida, con el objetivo de garantizar la disponibilidad de alimentos nutritivos para aproximadamente 1,300,000 estudiantes, promoviendo así una alimentación saludable desde la infancia.
También, el Programa de «Red Solidaria» proporciona acceso a servicios básicos como educación, salud, vivienda, alimentación y agua potable a más de 350,000 familias en 2007 aldeas, promoviendo un desarrollo humano integral y sostenible.