Acelerar la acción climática ayudará a Honduras a lograr un crecimiento inclusivo y resiliente
Honduras tiene potencial para reducir la pobreza, disminuir la desigualdad y lograr un desarrollo con bajas emisiones de carbono y resiliente frente al clima, además de acelerar la adaptación climática, aprovechar las políticas de descarbonización y transformar los sectores de la agricultura, el transporte y la electricidad, de acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial.
El Informe sobre el clima y el desarrollo del país (ICDP) del Grupo Banco Mundial para Honduras presenta recomendaciones sobre políticas para salvaguardar el capital natural del país y fomentar el crecimiento económico sostenible, mientras se protege a las personas más pobres y vulnerables, así como los pueblos indígenas, los afrodescendientes y las mujeres, que se ven afectados de forma desproporcionada por los impactos del cambio climático.
“Honduras tiene la oportunidad de avanzar hacia un desarrollo resiliente y sostenible mediante la implementación de reformas que permitan reducir las vulnerabilidades, y proteger a la población y los activos naturales, además de generar empleo y reducir las emisiones de carbono”, dijo Kinnon Scott, representante residente del Banco Mundial en Honduras. “Un enfoque centrado en las personas será fundamental para promover un crecimiento más inclusivo, ya que podría ayudar a empoderar a las comunidades, en particular, a los pueblos indígenas y a los afrohondureños, para que participen en la planificación de la resiliencia, lideren la acción climática y mejoren sus medios de subsistencia”.
El cambio climático representa un riesgo para el desarrollo sostenible de Honduras y amenaza con profundizar las vulnerabilidades del país. Si no se aceleran las medidas, los peligros naturales inducidos por el clima, como el exceso de lluvias y los ciclones tropicales, en combinación con otras amenazas, como los terremotos, podrían causar pérdidas de aproximadamente el 5,4 % del producto interior bruto (PIB) anual y aumentar la deuda pública en 6,2 puntos porcentuales para 2050. Además de poner en peligro la seguridad alimentaria e hídrica y la salud humana, es probable que el impacto del cambio climático exacerbe problemas como la pobreza y la desigualdad, y agrave otros existentes como la migración, los desplazamientos internos, los conflictos por la tierra y la inseguridad. Por ejemplo, en Honduras, como consecuencia de los desastres naturales, unas 56 000 personas podrían verse obligadas a desplazarse de las zonas rurales a las urbanas.
En ICDP para Honduras subraya la necesidad de una estrategia con visión de futuro, en la que se prioricen las inversiones en adaptación y la respuesta rápida ante los peligros naturales. El informe recomienda medidas para impulsar la aplicación de estas estrategias e inversiones, y provee evidencia analítica para evaluar acciones climáticas adicionales.
“El sector privado desempeña una función indispensable en la transición de Honduras hacia un futuro resiliente, inclusivo y con bajas emisiones de carbono”, declaró Sanaa Abouzaid, gerente regional de la Corporación Financiera Internacional (IFC) (la entidad del Grupo Banco Mundial dedicada al sector privado) para América Central. “Ante las limitaciones fiscales del gobierno, fortalecer el entorno regulatorio y empresarial es clave para aprovechar la inversión del sector privado y respaldar la agenda de cambio climático del país”.
El informe incluye un conjunto de recomendaciones sobre políticas y desarrollo para mejorar la adaptación al cambio climático y evitar los elevados costos económicos, ambientales y sociales:
- Fortalecer las capacidades y crear un marco institucional sólido para ejecutar y supervisar la acción climática.
- Promulgar una política macrofiscal proactiva, en la que se dé prioridad a la gestión del riesgo de desastres y la inversión destinada a la adaptación, para financiar rápidamente los gastos adicionales para la reconstrucción, el alivio y las transferencias a las poblaciones vulnerables afectadas por los peligros naturales.
- Proteger a las personas más pobres y vulnerables. Una estrategia de inclusión social y alivio de la pobreza, que fortalezca la resiliencia a través de la seguridad de la tenencia de la tierra, la diversificación de las oportunidades de ingresos para las poblaciones urbanas y marginadas, las inversiones impulsadas a nivel local en las áreas rezagadas y las políticas progresistas focalizadas en los hogares vulnerables.
- Mejorar la productividad y la resiliencia del sector agrícola mediante la aplicación de tecnologías de agricultura climáticamente inteligente, el otorgamiento de subsidios para apoyar a los agricultores y a empresas específicas, la inversión en investigación, conocimientos y sistemas de información, la mejora de la gestión y la eficiencia del agua, y el fortalecimiento de las acciones dirigidas a restaurar, gestionar de forma sostenible y proteger los ecosistemas forestales.
- Fomentar los sistemas de transporte con bajas emisiones de carbono y resilientes frente al clima. Aumentar la resiliencia de las carreteras rurales e incorporar soluciones basadas en la naturaleza para proteger las infraestructuras viales puede contribuir a mejorar el acceso a los mercados de productos agrícolas y al capital humano.
- Mejorar la sostenibilidad del sector eléctrico. La mejora de la sostenibilidad de este sector permitirá incentivar las inversiones en recursos renovables, como la energía hidroeléctrica generada en represas, con el potencial de respaldar el almacenamiento de agua, el riego y la protección contra las inundaciones. Las medidas de eficiencia energética serán fundamentales para reducir las emisiones.
Informes sobre el Clima y el Desarrollo de los Países del Grupo Banco Mundial
Los Informes sobre el Clima y el Desarrollo de los Países (ICDP) del Grupo Banco Mundial son estudios de diagnóstico básicos creados recientemente, en los que se integran las consideraciones referidas al cambio climático y al desarrollo. Ayudarán a los países a priorizar las medidas que tengan un mayor impacto en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y en la adaptación, al tiempo que cumplen con los objetivos de desarrollo más amplios. Los ICDP se basan en investigaciones y datos rigurosos, y, en ellos, se identifican los principales caminos para reducir las emisiones de GEI y las vulnerabilidades climáticas, y se indican los costos y las dificultades de esta tarea, así como sus beneficios y oportunidades. En estos informes, se sugieren medidas prioritarias concretas para apoyar la transición a una economía resiliente y con bajas emisiones de carbono.
En tanto documentos públicos, los ICDP tienen como objetivo informar a los Gobiernos, los ciudadanos, el sector privado y los asociados en la tarea del desarrollo, y facilitar la colaboración en la agenda del desarrollo y el cambio climático. Los ICDP se incorporarán en otros estudios de diagnóstico básicos, así como en diversas actividades y operaciones del GBM en los países, y ayudarán a atraer fondos y financiamiento directo para la acción climática de alto impacto.