La manera en la que comes determina tu rendimiento en la cama
Si quieres evitar una decepción amorosa o un momento bochornoso, antes de meterte en la cama con tu nueva conquista fíjate en cómo come. Su relación con la comida puede darte pistas sobre su manera de comportarse bajo las sábanas.
Es lo que dice la escritora Alicia Misrahi, quien afirma que las actitudes de los hombres hacia la comida dan pistas sobre cómo viven su sexualidad. En su libro «Sé mala en la cama», ofrece consejos para reconocer a un buen amante. «Hay algunas señales y pistas en su forma de comportarse o de realizar determinadas acciones que nos pueden ayudar a identificarlo», explica.
En primer lugar, y teniendo en cuenta los estudios del psicólogo Maurice Yaffe -que Misrahi recoge en su obra- debes poner atención en la forma de comer de tu chic@. Y es que Yaffe descubrió que existe una correlación directa entre la forma de comer y la forma de actuar en el sexo. De esta manera, el especialista distinguió cuatro tipos de comedores:
1. Lentos que disfrutan de la comida, gozan con ella y tienen interés en su modo de preparación. En la cama, se mostrarán igualmente sensuales, dedicados y delicados.
2. Lentos, que no disfrutan de la comida: no les importa demasiado qué comen, ni cómo está combinado o preparado el plato. Porque para ellos comer es un mero trámite. Según Yaffe, son hombres que a menudo tienen problemas en la cama.
3. Rápidos que disfrutan comiendo: «Son sensuales pero algo ansiosos e impacientes en la cama. Tienen dificultades para relajarse y dejarse llevar. Algunos pueden ser buenos amantes, aunque dominantes, ya que les gusta tener controlada la situación», describe Yaffe. Este tipo de amantes son una buena opción para las mujeres tranquilas y a las que les gusta que las conduzcan.
4. Engullidores. También comen rápido pero no les importa qué comen. En esta categoría hay cuatro subtipos:
a) Los presexuales: tienen dificultades para mantener cualquier tipo de relación sexual y en muchos casos son vírgenes. Sin embargo, con un poco de paciencia pueden ser estupendos amantes.
b) Los que no tienen interés por el sexo: son una causa perdida.
c) Los que usan la comida como sustituto del sexo: tienen tendencia a la obesidad. Sin embargo, si resuelven sus dificultades para relacionarse y practicar el sexo, pierden peso con facilidad y vencen su ansiedad, convirtiéndose en una buena apuesta para el futuro.
d) Los que comen rápido, sin disfrutar y viven el sexo como algo mecánico: se trata de hombres a los que no les gusta ni la intimidad ni involucrarse emocionalmente. Son demasiado directos y prácticos, y, simplemente, alivian una necesidad.
La forma de besar y de comportarse con los demás también puede darte muchas pistas para saber si un hombre es un buen amante. Porque no es lo mismo que te den un pico que un beso con lengua, ¿verdad?
Y tal y como advierte la autora, tendrás que plantearte si te interesa tener algo con un hombre engreído, que se cree que está por encima de todos y solo se muestra condescendiente con los demás.
Por último, fíjate en cómo trata a su madre o hermanas, en el tipo de amistades que tiene, en sus aficiones, en si se ocupa de visitar a su abuela, en cómo habla de sus ex… Todo importa, porque así es como acabará siendo contigo.