Dieciséis muertos, 10.000 evacuados y 500 casas destruidas en un incendio en Valparaíso, Chile
Dieciséis personas han fallecido, entre ellas un menor, más de 10.000 han sido evacuadas y cerca de medio millar de viviendas han quedado destruidas por un incendio que desde las últimas horas del sábado afecta a varios cerros del puerto chileno de Valparaíso, informaron este domingo fuentes oficiales.
Imágenes 3 Fotos Alrededor de 700 damnificados permanecen albergados en escuelas habilitadas Además, cinco personas fueron atendidas por quemaduras en los centros hospitalarios de la ciudad, de las que dos fueron trasladadas a Santiago por la gravedad de sus lesiones, según fuentes médicas.
El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, ha permanecido en el principal puerto chileno, a 120 kilómetros al oeste de Santiago, que se encuentra en estado de excepción y ha sido declarada zona de catástrofe por la presidenta, Michelle Bachelet.
El siniestro, que abarca ya unas 800 hectáreas, comenzó como un incendio forestal en el camino La Pólvora, pero el fuerte viento hizo que se propagase a las zonas pobladas de los cerros La Cruz, El Vergel, San Roque, Las Cañas y Mariposas.
La luz del día ha permitido el despliegue de una docena de aviones y helicópteros para combatir desde el aire los focos del incendio, «de forma más eficaz por la ausencia de viento», dijo a radio Cooperativa Pablo Mira, director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Alrededor de 700 damnificados permanecen albergados en escuelas habilitadas y 5.000 hogares continúan sin energía eléctrica. Bachelet firmó en la noche del sábado un decreto declarando el estado de excepción y zona de catástrofe en la ciudad, azotada por el peor incendio de su historia.
Además, las autoridades declararon la alerta roja tanto en Valparaíso como en la contigua ciudad de Viña del Mar. Comité de emergencia El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, encabezó un comité de emergencia en Santiago en el que participaron también el titular de Defensa, Jorge Burgos, y el director de la Oficina Nacional de Emergencia, Ricardo Toro.
Tras informar a la prensa de la situación, Peñailillo partió hacia Valparaíso por indicación de la presidenta «para tomar todas las medidas que sean necesarias para el control del incendio y de la seguridad y el orden público».
Al igual que sucedió días atrás con el terremoto ocurrido en el extremo norte del país, que causó seis muertos y graves daños materiales, la mandataria decretó rápidamente el estado de excepción constitucional, lo que otorga a las Fuerzas Armadas el mando para garantizar el orden y la seguridad, además de coordinar las labores de evacuación.
Bachelet decretó el estado de excepción, que le otorga a las Fuerazs Armadas el mando para garantizar el orden y la seguridad Un contingente policial fue dispuesto en las afueras de la cárcel de la ciudad, donde están recluidos unos 2.940 presos, hombres y mujeres, y adonde llegaron familiares de los internos, preocupados por su situación.
Ocho reclusas y sus bebés fueron traslados a la vecina cárcel de Quillota para evitar que el humo afectara a los pequeños, en tanto que otras 204 mujeres fueron llevadas al gimnasio del recinto, informó al Canal 24 Horas el director regional de Gendarmería, Julio Ugarte, quien descartó una evacuación masiva.
A media tarde del sábado era posible divisar a decenas de kilómetros una gigantesca columna de humo, que comenzó a causar problemas respiratorios, especialmente a la población infantil y a los ancianos.
En la extinción del incendio, que comenzó a las 16.00 hora locale (19.00 GMT, 21.00 hora peninsular española) y fue creciendo a medida que avanzaba la tarde, trabajan medio millar de bomberos, policías y equipos aéreos y terrestres de la Corporación Nacional Forestal y la Oficina Nacional de Emergencia.
«Esta es la peor catástrofe que he visto en Valparaíso», comentó el intendente (gobernador) de la región de Valparaíso, Ricardo Bravo, quien dijo que se teme que el fuego se propague al centro de la ciudad.
La mayoría de las viviendas de Valparaíso, donde viven unas 250.000 personas, están construidas con material ligero, fácilmente inflamable, lo que unido al viento hace que los incendios sean frecuentes.