Papa Francisco: La vida es un regalo de Dios, siempre sagrada e inviolable
El Papa Francisco indicó este 22 de mayo que la vida es un “regalo de Dios” y que “es siempre sagrada e inviolable” por lo que “no podemos silenciar la voz de la conciencia”.
Después del rezo del Regina Coeli dominical, el Papa saludó a los participantes de la Marcha por la vida 2022 que se llevó a cabo en Roma el sábado 21 de mayo.
“Les agradezco su compromiso en favor de la vida y en defensa de la objeción de conciencia, cuyo ejercicio se intenta restringir a menudo”, dijo el Santo Padre a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Además, el Papa resaltó que “la vida es un regalo de Dios. Siempre es sagrada e inviolable, y no podemos silenciar la voz de la conciencia”.
Sin embargo, el Santo Padre lamentó que “por desgracia, en los últimos años se ha producido un cambio en la mentalidad común y hoy nos inclinamos cada vez más a pensar que la vida es un bien a nuestra total disposición, que podemos elegir manipular, dar a luz o morir a nuestro antojo, como resultado exclusivo de una elección individual”.
Marcha por la vida 2022
Se trató de la décima edición de este evento anual provida en Italia que tuvo por título “Elijamos la vida” (“Scegliamo la vita”, en italiano).
Según los organizadores, esta cita -que se llevó a cabo por la tarde del 22 de mayo- reunió en Roma alrededor de 3 mil personas.
La presidente del Comité organizador, Virginia Coda Nunziante, explicó que la Marcha por la vida convoca a todas las personas de buena voluntad que quieren “defender el derecho a la vida como uno de esos principios innegociables en los que se fundamenta toda convivencia civil” y para afirmar que “la vida de los pequeños, desde el vientre materno, es inviolable y debe ser defendida sin excepción y sin concesiones”.
“Afirmamos la intangibilidad de la vida humana inocente, desde la concepción hasta la muerte natural, porque estamos convencidos de que nada es irreversible en la historia y de que es posible redescubrir los principios del derecho natural y cristiano, que han sido pisoteados en Italia en los últimos cuarenta años”, afirmó Coda Nunziante.