ANTE RELAJAMIENTO NAVIDEÑO, URGE RIGUROSA SUPERVISIÓN DE CUMPLIMIENTO DE PROTOCOLOS DE BIOSEGURIDAD
Tegucigalpa, MDC.- En la medida la nueva cepa del coronavirus SARS-CoV-2 denominada Ómicron, se propaga en el mundo y Honduras, se apresta a enfrentarla en la recta final del año 2021, el dirigente de la sociedad civil Omar Edgardo Rivera Pacheco, hizo un llamado a las autoridades sanitarias y de orden público a hacer cumplir las disposiciones contenidas en los protocolos de bioseguridad vigentes en el territorio nacional y que regulan el funcionamiento de establecimientos comerciales y actividades sociales.
“Urge que la Secretaría de Salud, la Policía Nacional, los gobiernos locales y otras instituciones del Estado, hagan cumplir los protocolos de bioseguridad que están vigentes y que están en su obligación de cumplir restaurantes y cafeterías, mercados y supermercados, hoteles, bancos y servicios a Domicilio; del mismo modo, debe inspeccionarse el cumplimiento de estas medidas en el servicio de taxis y transporte terrestre urbano e interurbano, y el funcionamiento de cines y canchas deportivas, entre otras” señaló.
Rivera Pacheco, manifestó que -en estas fiestas navideñas y de fin de año- “es evidente el irrespeto a las medidas de bioseguridad como el uso de mascarilla y el distanciamiento físico en centros comerciales y en algunas actividades de tipo social, lo que puede provocar un aumento en los casos de personas contagiadas con la COVID-19, en el marco de la aparición de la variante Ómicron”.
“Para prevenir grave situación con COVID-19, es indispensable volver más rigurosa supervisión de cumplimiento de protocolos de bioseguridad en actividades comerciales y sociales” dijo.
El secretario ejecutivo del Foro Nacional de Convergencia (FONAC), expresó que “todos tenemos responsabilidades y deberes que cumplir; los ciudadanos y el Estado”; agregó que “la clave del éxito para que la economía nacional no interrumpa su actividad comercial, en el marco de esta pandemia, es el cumplimiento de medidas de bioseguridad, el monitoreo de evolución de virus y la prestación de servicios oportunos de salud, con énfasis en la aplicación de pruebas y la vacunación”.
VACUNAS Y TRIAJES
Omar Rivera, reiteró su recomendación al Gobierno de la República de Honduras, para que se prepare para un repunte en los casos de la COVID-19, en los primeros días del mes de enero de 2022, debido a múltiples factores que pueden agravar la situación de la pandemia en el país, y precisó que fortalecer las redes de atención primaria de salud para que sustituyan el rol que habían desarrollado los triajes que recientemente fueron cerrados y la masificación de vacunas son medidas de impostergable implementación.
“La aparición de la variante Ómicron y la celebración de las fiestas navideñas obligan a las autoridades a tomar medidas extraordinarias para enfrentar el potencial aumento de casos de personas con síntomas y contagiadas por la COVID-19” planteó.
Propuso “fortalecer las unidades de atención primaria para que garanticen servicios de diagnóstico a través de pruebas, dispensación de medicamentos básicos y dotación de equipamiento de oxigenoterapia, ya que el cierre de los centros de triaje y estabilización en las principales ciudades del país obliga a que la institucionalidad preste ahora esos servicios que antes se canalizaban a través de la alcaldía municipales”.
De la misma forma, el dirigente de la sociedad civil instó a la ciudadanía a vacunarse contra la COVID-19 y ponerse refuerzo de inoculación. “Dos millones de personas aún no completan su esquema básico de vacunación contra la COVID-19, ya que, no se han aplicado ninguna dosis o aún están pendientes de ser inoculados por segunda vez; La situación es grave, según datos oficiales que hemos podido verificar, más de un millón 100 mil personas aún no se aplican la segunda dosis de la vacuna contra el nuevo Coronavirus, y un poco más de un millón 360 mil aún no se aplica ni siquiera la primera” reveló.
En tal sentido animó a las autoridades a acercar la vacunación de la población, muy especialmente los mayores de 18 años, “masificando la inmunización de la gente de forma indiscriminada, yendo a buscar a la casa a la gente que se resiste a completar su esquema de inoculación y acercando los centros de vacunación a las comunidades”.