Llegan a SPS 148 migrantes retornados de Estados Unidos
San Pedro Sula. Autoridades del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR) Belén, ubicado en San Pedro Sula, recibieron este miércoles un vuelo con 148 compatriotas que fueron expulsados de Estados Unidos por ingresar al país norteamericano de manera irregular.
La directora de dicho centro, Julia Medina, expresó que la mayoría de los migrantes retornados en las últimas semanas provienen en su mayoría de México y Estados Unidos, y en menor cantidad de Guatemala.
«En estas últimas semanas hemos visto cómo ha incrementado el retorno de niños no acompañados, que en su mayoría están viniendo de la frontera entre México y Estados Unidos por vía terrestre y aérea», apuntó Medina.
6.900 hondureños atendidos en Belén
La directora del CAMR Belén expuso que en lo que va de 2021 ya han ingresado al centro de atención alrededor de 6.900 personas, entre ellas niños no acompañados y unidades familiares.
«Aunque se les advierte a los compatriotas que no salgan del país, siempre siguen migrando, no por caravanas, pero sí por pequeños grupos en horas de la madrugada como se hacía antes» añadió Medina.
Apoyo a los connacionales
Medina enfatizó que en el CAMR Belén se da apoyo a los connacionales retornados de México, Estados Unidos y de otros países.
«Tenemos programas de Gobierno que brindan capital semilla para que ellos puedan emprender y generar ingresos para que no tomen esta decisión de salir del país», dijo Medina.
Además, la funcionaria recalcó que «el secuestro, trata de personas, asaltos y robos no han detenido estos flujos de migración atípica que han incrementado en las últimas semanas».
«Han habido casos de familias completas que las secuestran y desde Estados Unidos pagan el rescate», apuntó Medina.
“No me vuelvo a ir”
«No me vuelvo a ir, ni intentarlo», fueron las palabras de Paola Cardona, originaria de Santa Bárbara, quien recordó todo lo que le tocó vivir durante la ruta al «sueño americano» durante al menos doce días.
«Fue muy duro y amargo este viaje. Se aguanta mucha hambre. En todo el camino nos vieron como perros. Fueron doce días que duró todo esto», recordó la hondureña, madre de un niño de dos años de edad.
«Irse con niños no es garantía de pasar la frontera, no deseo recordar ese camino y ni deseo volverlo a cruzar», aseguró Cardona, mientras consolaba a su pequeño que presentaba deterioro en su salud por la mala alimentación que le tocó padecer durante el viaje.
Todo es pura mentira
Cardona recalcó que «los ‘coyotes’ le pintan cosas bonitas a uno pero estando allá le toca lo más duro a uno».
«A los que tienen pensado irse, que se regresen, no lo intenten, porque es dinero el que van a botar; mejor inviértanlo en su familia», advirtió Paola
Mientras descansaba en el centro Belén, esperando su turno para recibir ayuda, la santabarbarense dijo: «Gracias a Dios estoy en mi país. Extrañaba mi tierra catracha y lo más importante es que vine con vida y salud».
«A uno lo tratan mal todo el camino. Los niños son los que más sufren. En mi caso, mi niño viene bien mal del estómago porque no se come todo este camino», subrayó Cardona.
Por su parte, Denia Arteaga, otra migrante retornada, originaria de El Porvenir (Francisco Morazán), manifestó: «Mi camino no estuvo bien, porque uno se enfrenta a muchos peligros»
«Uno no sabe a lo que va, si se topa con gente buena o mala. Si pudiera decirle a las personas, les digo que no se muevan porque se sufre bastante, peor con los niños», concluyó Arteaga.