Un reconocido jesuita abusó de un niño más de 1.000 veces “en múltiples estados y países”
NUEVA YORK. Un sacerdote jesuita cercano a la Madre Teresa abusó sexualmente de un niño estadounidense “en más de 1.000 ocasiones, en múltiples estados y países”, asegura una demanda presentada el lunes en una corte estatal de San Francisco.
En la denuncia y en entrevistas con The Associated Press, Robert J. Goldberg, ahora de 61 años, describió los años de control psicológico y abuso sexual que sufrió desde los 11 años hasta la edad adulta mientras trabajaba como acompañante del difunto padre Donald J. McGuire.
McGuire falleció en 2017 en una prisión federal, donde cumplía una condena de 25 años por abuso sexual de otros niños a su cuidado.
Goldberg asegura que permaneció bajo el yugo del jesuita durante casi 40 años, incluso ofreciéndose a testificar en defensa de McGuire durante los juicios penales que enfrentó en Wisconsin e Illinois.
La demanda presentada el lunes no menciona acusados, pero los abogados de Goldberg aseguran que incluirán a la orden jesuita en Estados Unidos y al líder de la orden en el Vaticano. La denuncia asegura que, mientras Goldberg era víctima de los abusos, las autoridades católicas estaban al tanto de que McGuire enfrentaba varias acusaciones de abuso sexual de menores e hicieron todo lo posible por encubrir sus delitos.
En las casi dos décadas desde que estalló el escándalo de abusos en la Iglesia católica de Estados Unidos, miles de víctimas han dado la cara para narrar sus historias. Cientos más revelaron sus casos en demandas presentadas a principios del año, cuando el estado de Nueva York abrió una ventana de un año que le permite a las víctimas interponer demandas de abuso sexual sin importar si ya prescribieron. Se anticipa que cientos más, como Goldberg, aprovechen una ventana similar que se abrirá en California a partir del 1 de enero.
Pero muchas víctimas aún sufren en silencio, a menudo tomándoles décadas antes de revelar su situación, si es que lo hacen. Los activistas aseguran que los sacerdotes depredadores, como representantes de Dios, ejercen un poderoso control sobre los niños de los que abusan, especialmente cuando están ayudando a los menores y a sus familias a sobreponerse a la pobreza y a otros obstáculos.
Publicado originalmente por adndigital.com.py