Presidente Hernández rechaza acusaciones de traficante de drogas
Es falso. Es una venganza que buscan los narcotraficantes contra el único Presidente que los ha combatido y extraditado
Tegucigalpa, 3 de agosto. “Es falso y lo decimos categóricamente”, afirmó hoy el presidente Juan Orlando Hernández ante en las acusaciones del narcotraficante hondureño Alexander Ardón, las que calificó como “una venganza que buscan los narcotraficantes contra el único Presidente” que los ha combatido y extraditado.
“Estas aseveraciones son perversas, falsas acusaciones que realiza un traficante de drogas que se identifica como Alexander Ardón”, añadió Hernández en comparecencia de prensa en Casa Presidencial, en la que rechazó las acusaciones de Ardón, quien dijo a un fiscal estadounidense que entregó 1,5 millones de dólares para la campaña electoral del mandatario.
A continuación el mensaje íntegro del presidente Juan Orlando Hernández:
Hemos tenido conocimiento de una noticia de la cadena UNIVISIÓN, donde se me menciona como implicado en una supuesta conspiración de financiamiento de campañas políticas con dinero irregular.
Es falso y lo decimos categóricamente, porque estas aseveraciones son perversas, falsas acusaciones que realiza un traficante de drogas que se identifica como Alexander Ardón y lo ha hecho la cadena Univisión.
Esto debemos ponerlo en contexto, en el verdadero contexto. Si bien es cierto es un documento que se sometió ante un juez, de lo que verdaderamente se trata es de las declaraciones como testigo de un narcotraficante en un caso que no está relacionado con una acusación directa a mi persona.
Eso se debe a que se ha sentido afectado por las decisiones tomadas desde que yo era presidente del Congreso y durante mi Gobierno y me refiero a qué decisiones: a la extradición, la incautación de bienes, a la depuración policial.
Todos los hondureños saben que hemos llevado el liderazgo en la batalla sin precedentes para liberar al país del control de los narcotraficantes; hemos trabajado en una alianza efectiva y cercana, muy productiva, con el Gobierno de los Estados Unidos, con otros Gobiernos y ahí están los resultados.
Desde antes de ser presidente de la República apoyé y me encargué de liderar lucha contra la criminalidad; gracias a nuestra gestión en la presidencia del Congreso y muchos otros diputados aprobamos la reforma a la Constitución que significó la extradición y además muchas normativas contenidas en leyes contra el crimen, como la ley contra lavado de activos, la ley de privación de dominio; impulsamos la depuración policial y el fortalecimiento a la Policía, fortalecimiento a las agencias de seguridad, algo a lo que líderes de la oposición siempre se han opuesto.
Lo que está ocurriendo es un ataque con afán de venganza, lo repito: es una venganza que buscan los narcotraficantes contra el único presidente que ha hecho lo que se tenía que hacer y es lógico esperar la reacción de estos criminales tratando de evitar que sigamos con nuestra lucha, pero no nos vamos a detener.
Pueblo hondureño: estas campañas no son más ni menos que las represalias ante todas las medidas que hemos tomado en contra del narcotráfico, del mundo criminal, la extradición. La reacción viene de los narcotraficantes, sus asociados y sus aliados políticos.
Las acusaciones infundadas y sin pruebas que circulan son parte de una conspiración en contra de nuestro Gobierno y lo quiero decir hoy desde Honduras para el mundo: son acciones que vienen en contra de la política que hemos impulsado para traerle paz y tranquilidad a Honduras.
Estas acusaciones falsas son generadas por las mismas personas, unas que están guardando prisión y otras que por temor se fueron a entregar, a quienes les hemos incautado sus bienes como consecuencia de las medidas que nuestro Gobierno y que los entes del Estado han tomado en contra del crimen organizado y que, repito, no ocurrían antes.
No vamos a aceptar que fuentes no oficiales, anónimas y que están siendo juzgadas, tratando de bajarse sus condenas, de gente que reconoce que ha asesinado, que ha hecho lo peor de lo peor, desprestigie todo el trabajo que hemos hecho y que tanto nos ha costado.
¿De quién se trata? Se trata de Alexander Ardón, a quien le negué la posibilidad de ser parte de mi movimiento político cuando él buscaba la reelección como alcalde de El Paraíso, Copán, en el año 2012.
Además, se vio directamente afectado por decisiones de mi Gobierno relacionadas con la extradición y la incautación de bienes, se le incautó alrededor de 25 bienes inmuebles ya.
Incluso, también durante mi Gobierno, allá por el año 2015 separé a su hermano de la dirección del Fondo Vial y después ordené cerrar el Fondo Vial para pasarle todos esos recursos a Insep o también principalmente a Honduras Invest.
Lo dije en aquel momento, que sabía que al aprobar la extradición iban a haber consecuencias, y estoy seguro, estoy seguro, que vendrán más ataques, quizás más tarde, mañana, y así seguirán, y más conspiraciones.
Gracias a Dios que las represalias son solo en mi contra y no como sucedió en otros países que también iniciaron esta lucha contra la criminalidad y aprobaron la extradición.
Yo decidí asumir ese riesgo porque estoy preparado, Y NO TENGO TEMOR Y VOY A SEGUIR EN LA LUCHA a favor de la gente honesta de Honduras, porque somos más los buenos.
Y quiero dejar claro de forma contundente: no tengo temor y no voy a retroceder ni un milímetro en la lucha contra los narcotraficantes, los otros criminales; si eso es lo que tratan de hacer, están muy equivocados conmigo. Voy a hacer lo que tenga que hacer para combatir a los criminales y traerle paz a Honduras.
Y hago un llamado a todos los buenos hondureños, que vean que de esta situación se quieren aprovechar políticos sin escrúpulos y otros que todo mundo sabe que están vinculados al narcotráfico, políticos que se han beneficiado de esa actividad criminal, que quieren que abandonemos esta lucha, pero no nos van a detener.
Este es el momento de saber quién es quién; no olvidar quiénes aprobamos la extradición y quiénes siempre estuvieron en contra y quiénes estuvieron coludidos con el mundo criminal.
En todas las medidas que hemos tomado, fíjense bien, para fortalecer la seguridad y para aprobar la extradición, para las cárceles de máxima seguridad, para la restructuración policial, para todo lo que es las nuevas fuerzas de seguridad hay un patrón bien claro: Mel Zelaya y Salvador Nasralla siempre estuvieron en contra, al igual que los policías depurados, las maras y pandillas, los narcotraficantes extraditados y los que se han ido a entregar. Todos han coincidido en contra de esta política criminal.
Se los digo a estos criminales, a sus aliados políticos nacionales e internacionales: ESTAMOS FIRMES, ESTOY FIRME en mi lucha y no nos van a detener, no vamos a retroceder.
Por el contrario, vamos a endurecer cada una de las acciones que hemos tomado contra la narcoactividad, la criminalidad en general; ese es nuestro compromiso.
Y le hago un llamado a todos los buenos hondureños, a las fuerzas de seguridad y operadores de justicia para que hoy más que nunca unamos esfuerzos y sigamos en la lucha por recuperar el país como lo hemos venido haciendo, sin detenernos y terminar de una vez por todas con las bandas y esas organizaciones criminales que tanto luto y dolor le han causado al pueblo hondureño.
Seguimos con toda la disposición de colaborar con las autoridades nacionales y de Estados Unidos y de cualquier otro país, para que aquel que haya violentado la ley sea presentado ante la justicia, de manera ejemplar se haga justicia, porque nadie está por encima de la ley.
En los próximos días estaremos enviando un paquete de medidas al Congreso Nacional para endurecer y volver más sostenible esta lucha contra la criminalidad organizada.
El pueblo hondureño puede confiar que con la guía de Dios, con el apoyo de cada hombre y mujer que están en los entes de seguridad de orden público, operadores de justicia, con el apoyo de todo buen hondureño, seguiremos avanzando y obteniendo más resultados positivos en nuestra lucha contra del crimen organizado. Porque eso es salvar vidas, contribuir a la prosperidad del país.
Y que quede claro: cada día seremos más efectivos en identificar dónde están los criminales, cómo operan, para capturarlos y llevarlos a enfrentar la justicia. No nos van a detener.