Maestra de Corozal pasa de recibir 575 a 6.000 lempiras al mes con Programa de Alivio de Deuda
Tras casi 35 años de cargar la pesada cruz de las deudas, la maestra Rita Maritza Centeno, del Centro Educativo Intercultural de Educación Básica I y II Ramón Rosa, de la comunidad de Corozal (Atlántida), hoy respira con tranquilidad al estabilizar su economía gracias al Programa de Alivio de Deuda que impulsa el presidente Juan Orlando Hernández.
El programa permite que los maestros, a través del Instituto Nacional de Previsión del Magisterio (Inprema), puedan consolidar las deudas que tienen con bancos, cooperativas y otras instituciones, y quedar con una sola deuda a más largo plazo y a menor tasa de interés.
Con este alivio, los docentes aumentan el monto que reciben de sus salarios, pues miles de ellos perciben bajas cantidades debido al alto endeudamiento.
Situada cerca de La Ceiba, municipio al que pertenece, y a 412 kilómetros de la capital, Corozal es una tierra llena de encanto por su rica gastronomía y por conservar la riqueza ancestral de los pueblos afrohondureños.
En esa pintoresca comunidad vive “La Profe”, como se conoce a Centeno, que imparte clases en el segundo grado, sección “A”, en ese centro escolar.
Con 40 años de servicio en educación básica, la mentora relata emocionada parte de los desafíos que le ha tocado sortear en su vida como profesional del magisterio y como chef, actividad a la que, después de la jornada escolar, se dedica en su negocio “Donde la Profe”, especializado en mariscos.
La cruz de la deuda
Centeno detalla que “he pasado por problemas económicos grandes. He ido a bancos y cooperativas pidiendo préstamos y no me prestaban por percibir 575 lempiras al mes”.
“Yo sufría, iba al Inprema para ver si podía acceder a crédito en 2016 y no pude calificar por el poco salario que percibía en mi cheque mensual”, señala.
“Mi casa y mi negocio hipotecado, más las deducciones por préstamos que me hacían tener un salario de 575 lempiras al mes, no me permitían tener paz financiera. Ni bancos, ni cooperativas me prestaban”, apunta.
Pero, añade, “es allí, que viene el presidente Hernández con el Programa de Alivio de Deuda, que lo crea para favorecer a los maestros”.
Añade que preguntó a un periodista “si ese programa era de verdad y me respondió que sí, que accediera a la página de Facebook Los Maestros Opinan”.
Centeno agrega que “accedí al programa y fui de las primeras en participar. Inicialmente tuve problemas por algunos maestros que me criticaban y me decían: ‘No participés en eso, eso es un engaño’”.
Subraya que “recibí la llamada del presidente Hernández y me dijo que mi situación iba a cambiar al readecuar mi deuda y fue así; pasé de recibir 575 lempiras a 6.000 al mes”.
“¿Usted sabe qué es vivir con 575 lempiras por casi 35 años con deudas enormes sobre mi espalda? Hay maestros que van a ver mi testimonio y reaccionarán, pues hay muchos que reciben 300 lempiras, 11 y hasta 10 lempiras al mes”, indica.
“Hasta mi familia no me creía y me decían: ‘¿Quién sos vos para que el presidente te llame?’ Y me llamó y verificó mi situación de mi deuda”, relata.
Alivio de deuda es una respuesta
“La Profe” comenta que, en junio pasado, junto a cuatro maestros más de otras partes del país, se convirtieron en los pioneros del Programa de Alivio de Deuda al recibir las notificaciones de ese beneficio directamente del mandatario, quien los atendió en Casa Presidencial.
“Le agradezco al presidente Hernández por este programa que Dios puso en su corazón. Me pagaron todas las deudas de Inprema y ahora mi sueldo ya no es de 575 lempiras, sino que es de 6.000 lempiras al mes”, resalta.
Centeno subraya que con los 6.000 lempiras que ahora recibe podrá comprar una arroba de maíz, frijol, pagar la luz y decirle a un hijo: “’Vamos, ahora te puedo invitar tan siquiera a un pollo frito’, que era lo que antes no podía hacer con mi salario”.
“Antes sólo trabajaba y trabajaba y todos los meses sólo cobraba 575 lempiras”, remarca.
“La Profe” ahora es embajadora del Programa de Alivio de Deuda e invita a más maestros a aprovechar esta iniciativa que mejora la economía de los docentes.
Banhprovi financia mejoras “Donde La Profe”
A “La Profe” no solo le cambió la vida con un mejor ingreso en su salario, sino que también el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi), a través de Banca Solidaria, le financió las mejoras de su negocio de gastronomía garífuna.
“Este es un préstamo que ninguna banca me lo iba a dar para mi negocio, gracias al Crédito Solidario. Esto es para las mujeres que queremos emprender un negocio y esa puerta está abierta”, señala.
Rita Maritza Centeno, luego de una jornada laboral que inicia a las 7:00 de la mañana hasta las 12:00 del mediodía, se desplaza a su negocio “Donde la Profe”, que tiene 27 años de funcionar y donde elabora ricos platos de mariscos que son disfrutados por turistas y habitantes de Corozal.
En el restaurante también opera el Museo Wanichigu, que exhibe el arte y cultura de los pueblos indígenas y garífunas.
Los recursos de Banhprovi a través de Crédito Solidario le sirvieron a “La Profe” para cambiar el techo de su negocio, comprar una refrigeradora, un frízer, una licuadora industrial, ollas, arroceras, percoladoras y un televisor.