Notables avances muestra el sistema carcelario del país
Las medidas implementadas por el Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández para reformar el sistema penitenciario del país han desencadenado cambios significativos en los centros penales, afirmó el subdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP), German McNiel.
Manifestó que se ha transformado el sistema carcelario del país, en el que prevalecía un desorden “donde los privados de libertad se encontraban más armados que los custodios; tenían lanzagranadas, armas de alto poder que ni siquiera la autoridad penitenciaria las tenía, más munición que la que tenían nuestros agentes”.
El funcionario recordó que en el centro penitenciario de San Pedro Sula, hoy clausurado, los privados de libertad tenían torreones desde donde montaban vigilancia con armas de grueso calibre y granadas de fragmentación; este sistema carcelario es el que se encontró, por lo cual el mandatario hondureño decidió transformarlo para recuperar el orden y control.
Parte de los resultados es una baja significativa de los índices de criminalidad en el país; se ha trabajado en el combate de la criminalidad al interior de los centros penales, ya que era de ahí donde se originaba la mayor cantidad de órdenes para generar hechos violentos, lo cual ha sido constatado en los informes de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), dijo.
“El sistema carcelario ha dado un giro en cuanto al orden; puedo decir con toda propiedad a la población hondureña que este tipo de actos (tenencia de armas) ya no se dan porque no se están permitiendo en ninguno de los 25 centros penitenciarios”, sostuvo McNiel.
Desorden
Antes los privados de libertad hacían lo que querían en los centros penitenciarios, había corridas de toros, peleas de gallos, señaló el entrevistado.
“Las personas de las comunidades entraban en horas de la noche y llevaban los toros y lo gallos para jugar por fuertes cantidades de dinero que eran puestas por los directores, los cuales en los primeros tres meses de la transformación del sistema fueron destituidos de sus cargos”, apuntó.
McNiel agregó que desde el inicio de la presente administración del INP se ha suspendido y cancelado a directores y agentes penitenciarios que realizaban acciones ajenas a sus funciones; no se toleran errores de ningún tipo, ya que esto ayuda a mantener el orden y control en los centros penitenciarios del país.
Población
En los últimos años se ha incrementado la población carcelaria, que suma más de 21.000 personas privadas de libertad a nivel nacional, producto del trabajo efectivo que han desempeñado las diferentes fuerzas de seguridad del Estado en la captura de delincuentes.
“El combate de la delincuencia por parte del Gobierno es de todos los días”, recalcó.
El 52 por ciento de la población carcelaria se encuentra en condición de procesados, indicó McNiel en cuanto a las declaraciones del comisionado del Comité Nacional de Prevención contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, Orle Solís, sobre que aún se requiere aliviar el hacinamiento en las cárceles y resolver la situación jurídica de más de 1.000 personas que están acusadas por delitos cuya condena es menor a los cinco años de prisión.
Además, indicó que la directora del INP, Rosa Gudiel, se ha reunido con las autoridades del Poder Judicial para resolver la situación jurídica de las personas que no tienen una sentencia condenatoria firme y que existe la voluntad de resolver la mora judicial.
También informó que la situación de hacinamiento disminuirá con la habitación del centro penitenciario de La Acequia (Santa Bárbara), el cual tendrá la capacidad para 3.200 personas y con cuya apertura se cerrarían los establecimientos de La Ceiba (Atlántida) y La Esperanza (Intibucá).