Restos de Eusebio dan su última vuelta en el Estadio del Benfica
El ataúd donde descansan los restos de ‘La Pantena Negra’ Eusebio dio una última vuelta por el campo del Estadio Da Luz del Benfica y estuvo a la vista de sus seguidores posando en el centro del recinto sobre un atrio dorado.
Miles de aficionados llegaron desde la tarde del domingo a la capilla de ardiente con el cuerpo de Eusebio y dieron también su adiós depositando flores, fotografías, velas y bufandas, banderas y camisetas del Benfica en la estatua del jugador situada en la entrada del recinto.
A primera hora, los asientos del Estadio empezaron a ocuparse por aficionados a la espera del acto conmemorativo que fue el último deseo de Eusébio, según el Benfica, del que fue jugador y embajador tras su retirada.
En la ceremonia estuvieron presentes la plantilla del primer equipo del Benfica, familiares y los directivos del club, en el que Eusébio ganó once Ligas lusas, cinco Copas de Portugal y una Copa de Europa (1961/1962).
Con ello, Lisboa se preparó para los actos fúnebres y homenajes al ídolo del futbol portugués Eusébio con grandes fotografías en sus calles, un Estadio de la Luz abarrotado de aficionados y cintas negras en fachadas.
Considerado uno de los mejores futbolistas de la historia, Eusébio Ferreira da Silva falleció este domingo por un paro cardiorespiratorio a los 71 años.
Los paneles publicitarios de las principales calles de Lisboa amanecieron con fotografías en blanco y negro de la leyenda futbolística, y la palabra «gracias».
La Federación Portuguesa de Futbol (FPF) colocó una gran cinta negra que se prolonga en los siete pisos de la fachada de su sede en Lisboa, junto a una fotografía de Eusébio y un cartel en el que se lee «Los genios viven para siempre».
El pesar también se reflejó en las banderas de los edificios públicos que ondearon a media asta debido a los tres días de luto decretados por el Gobierno luso.
Nacido en 1942 en Maputo, capital de la antigua colonia lusa de Mozambique, Eusebio conquistó también el Balón de Oro en 1965 y llegó con la Selección lusa el tercer puesto del Mundial de Inglaterra de 1966.