La razón debe imponerse ante la brutalidad ante conflicto en la UNAH según el dirigente Omar Rivera
El dirigente de la sociedad civil Omar Rivera, señaló que si la violencia continúa siendo la herramienta que se utiliza para intentar solucionar el conflicto universitario «se está dando un muy mal mensaje a la nación entera», que esperaría de quienes son protagonistas del conflicto mayor respeto a los ciudadanos que son los que financian el funcionamiento de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
«La gente financia, con sus impuestos, gran parte de los más Lps. 5 mil millones que sirven para constituir el presupuesto anual de la UNAH; en tal sentido, es legítimo demandar que la razón impere en la máxima casa de estudios del país y se imponga ante la brutalidad generalizada que a diario se observa en la Ciudad Universitaria» expresó.
Rivera, calificó de inaceptable que en un lugar donde el conocimiento y la ciencia deberían reinar, se le dé especial espacio a la bestialidad, irracionalidad y vandalismo; la Universidad debe ser el reflejo de nuestro futuro como país, no podemos dar mensajes tan desesperanzadores como los que se están proyectando desde el campus del Alma Mater».
El analista apeló a que «autoridades, docentes y estudiantes universitarios puedan -lo antes posible- sobre la base de la responsabilidad y en el marco de la Ley, avanzar en el proceso de diálogo a fin de buscar consensos que permitan constituir los órganos de representación y decisión de la UNAH, que son indispensables para nombrar al nuevo Rector, Vicerrectores y Decanos»
Finalmente, Omar Rivera, recordó que «la reforma universitaria impulsada en la última década ha dejado un importante legado que debe servir de punto de partida para enfrentar nuevos retos y desafíos; el mejoramiento de los procesos institucionales en la UNAH, el fortalecimiento de sus capacidades logísticas y la modernización de la infraestructura son importantes avances, así como el haber elevado el desempeño académico de los estudiantes universitarios y haber colocado la entidad académica en un sitial de prestigio y en la ruta hacia su innovación».
«Todo esto no puede echarse al cesto de la basura; la reforma universitaria no debe retroceder, no puede ser revertida por ningún interés ajeno a la comunidad universitaria, se debe luchar inteligentemente por preservar todos estos progresos tan significativos» concluyó manifestando.