Presidente Hernández destaca éxito de complejo traslado de 755 reos de SPS a El Pozo
Tegucigalpa, 15 de marzo. “Hay que comprender a las familias de las víctimas, entiendo ese sentimiento que les incomoda a ustedes”, les expresó hoy el presidente Juan Orlando Hernández a los familiares de los 755 reclusos que fueron trasladados del centro penal de San Pedro Sula a El Pozo y que están inconformes con dicha acción ejecutada por el Poder Ejecutivo.
En conferencia de prensa, Hernández destacó el éxito de la operación, a pesar de su complejidad, y señaló que “muchos de estos delincuentes asesinaron, extorsionaron, secuestraron, cometieron actos perversos en contra de otros seres humanos”.
El presidente Hernández destacó que “mi deber es proteger al pueblo hondureño”.
“Pónganse a pensar también estos familiares en los parientes, en los hijos de las víctimas que han fallecido producto de lo que hicieron estos reclusos”, reflexionó el titular del Ejecutivo ante los reclamos de parientes de los reos que fueron enviados a la cárcel de Ilama (Santa Bárbara), más conocida como El Pozo.
El presidente Hernández subrayó que los delincuentes que estén en máxima seguridad “sencillamente no van a tener más espacio que ver el sol una hora al día”.
“Más bien les pido a ellos (los familiares de reos) que comprendan el dolor que han dejado sus parientes que han sido trasladados a El Pozo”, expresó Hernández.
Una operación sin precedentes
El mandatario felicitó a los miembros de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) por haber traslado exitosamente a El Pozo a los 755 reclusos de la Mara Salvatrucha (MS) y Mara 18 (M18) que estaban en el viejo centro penal sampedrano.
“Este es un día muy importante en la historia del país. Desde hace varios años la cárcel de San Pedro Sula se convirtió en una amenaza y para la gente de San Pedro Sula, Valle de Sula y también para el país”, resaltó el gobernante.
Añadió que “se trata de una cárcel sobrepoblada, pero con el paso del tiempo se fueron ubicando ahí peligrosos criminales y este día 755 de estos peligrosos criminales pertenecientes a dos grupos delictivos, la Mara Salvatrucha y la Mara 18 han sido trasladados a la cárcel de El Pozo”.
Hernández destacó la labor de Fusina, Policía Militar de Orden Público, Policía Nacional, Fuerzas Armadas, Bomberos, Sistema Nacional de Emergencias 911 y todos los operadores de justicia que participaron en esta acción.
“Se dio una operación altamente compleja, ejecutada con éxito”, comentó Hernández.
Una San Pedro Sula en paz y tranquilidad
El mandatario anunció que “vamos a seguir con los traslados, con cada uno de los reclusos de San Pedro Sula, hasta que quede vacío” el centro penal.
“Mañana se inicia una operación de revisión de los módulos que ya están quedando vacíos, porque es necesario hacer un procedimiento especial”, indicó.
“En los próximos meses estaremos actuando hasta que San Pedro Sula quede liberada por completo de esa bomba que pudo explotar”, apuntó para luego agregar que “no vamos a descansar hasta que San Pedro Sula y Honduras sean lugares más seguros».
Una sincronización sin precedentes
El presidente Hernández destacó la forma como se llevó a cabo el traslado de los 755 criminales a la cárcel de El Pozo, con la participación de más de 3,000 efectivos.
“Se han utilizado alrededor de 200 vehículos, un apoyo y una sincronización sin precedentes, en cuanto al respaldo de la Fuerza Aérea, el uso de tecnología, pudiendo estar viendo nosotros en tiempo real todo lo que estaba ocurriendo en dos lugares diferentes del país y, obviamente, un desplazamiento que ha tomado su tiempo, pero que ha sido seguro”, añadió.
El titular del Ejecutivo la calificó como una operación milimétrica, altamente compleja, pero que se ha ejecutado con éxito.
“Hoy quiero aprovechar para decirle al pueblo hondureño, que alrededor de seis años atrás nosotros nos poníamos a pensar cómo vamos a desmantelar todo esto; sabíamos que no teníamos la capacidad que el Estado requería para una operación de esta magnitud”, apuntó.
Recordó el debate de por qué era necesario un presupuesto especial como el de la Tasa de Seguridad, y “por qué teníamos que entrar en procesos de certificación de los operadores de justicia, por qué teníamos que especializar unidades y para eso crear también nuevas”.
Ese debate –continuó- también era sobre “por qué teníamos que equipar con vehículos, motocicletas, patrullas, camiones, como la enorme cantidad que fueron utilizados hoy, el equipo aéreo, la tecnología”.
Aseguró el mandatario que hoy el Estado de Honduras “tiene las capacidades que visualizamos hace seis años, y lo que nos ha permitido tener la contundencia de hoy es habernos dado cuenta del problema, tener una visión como generación, planificar y ejecutar”.
“Esto nada más es una de las tantas capacidades que hoy por primera vez el Estado de Honduras tiene, de tal manera que estos individuos, hoy con este traslado, harán mucho menos incidencia de temor en San Pedro Sula, en el Valle de Sula y en el país”, acotó.
Una ciudad más segura
El titular del Ejecutivo aseveró que “hoy San Pedro Sula se vuelve más segura que antes, pero falta todavía por resolver, y en ese sentido yo quiero decir que no vamos a descansar hasta que San Pedro Sula y Honduras sea un país más seguro para todos; ese es nuestro compromiso”.
Sin embargo, reconoció que no es fácil, porque la operación de hoy tenía un alto riesgo, pero se ha ejecutado profesionalmente.
“Acabo de felicitar al comandante de Fusina y a través de él a todos los que han participado” en la operación, dijo, y destacó que se logró “una sincronización pese a la distancia y a la complejidad dentro del centro penal, que estaba diseñado para una realidad del siglo pasado”, y donde se vivía “el antagonismo de los dos grupos criminales”.
Detalló que se tuvo que realizar “la operación simultáneamente en dos lugares, solo tenía un portón de acceso, se tuvo que abrir un boquete para sacarlos simultáneamente a los dos grupos antagónicos, eso no es sencillo”.
“Yo estoy convencido que si no es la operación más compleja que se hace de una sola vez con el mayor número de reclusos trasladados; si no es la número uno, está dentro de las primeras de toda América Latina, eso lo han hecho hondureños y yo me siento orgulloso de eso”, señaló.
Hernández agregó que “este nada más es uno de los traslados que hay que hacer”.
Un nuevo sistema carcelario
El presidente Hernández anunció que la forma como se trabajó hoy permite visualizar que “vamos hacia construir un nuevo sistema carcelario y hay que entender que el que está recluido de libertad está limitado en su libertad; no es para estar a sus anchas como han estado delinquiendo desde las cárceles”.
Prosiguió que “las cárceles tienen que ser cárceles. Aquí ha sido un remedo de cárcel, ha sido más bien un espacio para que el que llega por un delito menor termina convirtiéndose en un gran delincuente y algunas veces lo hace por salvar su vida, pero ya cuando sale de allí, si es que sale, lo más seguro que va a enfrentar ese riesgo de perder su vida”.
Por eso –aseguró- el nuevo sistema carcelario va a separar en tres categorías: mínimas, medias y máxima seguridad, a todos los que van a ir allí, y si algo va a caracterizar a este nuevo sistema carcelario es que el que está privado de libertad va a estar privado de libertad.
Hernández dijo que “buena parte del éxito de este nuevo sistema carcelario pasa por el personal, que tiene que estar siendo verificado en sus condiciones periódicamente, y también asegurarnos que no exista comunicación, y el que está privado de libertad en máxima seguridad va a estar sumamente limitado”.
El gobernante descartó la continuidad de la preliberación de reos por buen comportamiento, porque “hoy estamos protegiendo a un pueblo que ha sufrido ya demasiado, de eso se trata este primer paso”.
Dijo que lo sucedido hoy demuestra que “cuando los hondureños tenemos voluntad de hacer las cosas, le pedimos a Dios que nos acompañe, hacemos cosas extraordinarias y lo que hoy ha ocurrido no ha tenido precedentes”.