Presidente Hernández: Reformas penales serán un tremendo disuasivo para evitar actos criminales
Tegucigalpa, 20 de febrero. El presidente Juan Orlando Hernández insistió hoy en que es necesario que el Congreso Nacional apruebe las reformas penales porque serán un poderoso disuasivo para los criminales y pidió no esperar que ocurran “hechos dantescos” para comprender la urgencia de contar con ese instrumento.
Si se comparan las penas actuales para ciertos delitos, como la extorsión, y las que contemplan las reformas, “se van a dar cuenta que, si el Congreso Nacional cumple con aprobar la reforma, con los primeros que sean sentenciados, porque este tipo de acciones criminales se enmarcan dentro de la figura del terrorismo, va a ser un tremendo disuasivo”, aseguró.
En conferencia de prensa, Hernández demandó que “no esperemos, por favor, no esperemos, a que se produzcan hechos dantescos en esas quemas de buses estando personas adentro y que Dios no quiera vayan a fallecer o en un restaurante o en una glorieta o en cualquier otro lugar de sana convivencia, en cualquier lugar que sea, o en una vivienda”.
“No esperemos a que la gente pierda la vida en eso para dimensionar de lo que son capaces estas personas” (los delincuentes), señaló.
Ese es un tema –prosiguió- que “estoy convencido que si ustedes (medios de comunicación) hacen el estudio, se lo plantean al pueblo hondureño, cuál es la diferencia de la ley actual y de lo que podría traer la reformas, es sin duda un poderoso disuasivo”.
Añadió que “también yo quisiera recalcar que estamos buscando que no quede ningún recoveco o tecnicismo disponible para que hagan uso de la famosa figura de la preliberación”.
“Queremos cerrar esa válvula y que quien participe de estos actos criminales, que son parte del crimen organizado, no tengan opción a una preliberación”, acotó.
“Ya está por demás probado –aseguró- que la gran mayoría salen a delinquir y regresan a estar protegidos dentro del centro penal, porque lo protege su mismo grupo criminal”.
Las cosas claras
El presidente Hernández expresó que vale la pena que la gente en Honduras sepa cómo sería sancionada una acción criminal en las reformas penales.
“Valdría la pena estudiar cuántos años sería la sentencia en el rango menor y en el rango mayor de acuerdo a la ley actual y de acuerdo a la reforma penal”, dijo.
“Lo que estamos haciendo aquí –enfatizó- es identificar la intención de generar terror, es decir un miedo insuperable para provocar que sea fácil llevar a cabo la acción delictiva de la extorsión o del traslado involuntario de las personas dejando sus casas que tanto les ha costado sólo porque no son parte de la mara o del grupo criminal que quiere controlar ese territorio”.
Protección para servidores públicos
Hernández ejemplificó con el caso ocurrido a finales de 2016, es el de un agente de la Fuerza Nacional Antiextorsión, el capitán Mauricio Valdez Rodas, quien falleció al enfrentarse en enero pasado con dos extorsionadores en el municipio de Cofradía (Cortés), donde también resultó herido un agente, Eduard Licona.
“Los jueces no aceptan, de acuerdo a lo que interpretan de la ley en su forma literal, que si alguien amenaza no es considerado para poderlo sancionar, porque no se ha culminado o completado la entrega del dinero o de lo que buscan producto de la extorsión”, señaló.
“Entonces, estos servidores públicos, tanto el agente, como el oficial, tuvieron que formar parte de una operación que montó la Fuerza Nacional Antiextorsión, para poder ir acompañando a la víctima para hacer la entrega vigilada y así poder detener y judicializar a los responsables”, agregó.
Añadió que si estuviesen aprobadas las reformas penales estas personas no hubiesen tenido la necesidad de exponer sus vidas.
“Pongámonos en los zapatos de la gente; si recibiéramos una nota extorsiva con una bala, viendo lo que ocurrido en el país, ¿cómo es posible que no va a tener ningún tipo de sanción?, Esas son de las cosas que tenemos que arreglar”, apuntó.
El mandatario indicó que “por eso hemos hablado que estas personas, al estar en riesgo, si acaso toman el valor van y denuncian el hecho una vez, pero si los jueces lo quieren llamar una segunda o tercera vez, ya no quieren llegar. Entonces, los abogados y los familiares los están amenazando (al denunciante) para que dejen de ir al juicio y se quede callado. Eso es impunidad”.
Se preguntó que “¿cómo estas personas, que empeñan su vida como servidores públicos por la mañana, mediodía, noche y en la madrugada, va a ser justo que se les acuse y van a tener que ir a un juicio y el Estado no sea lo suficientemente responsable para respaldarlo?”.
“Y si fuese culpable, lo llevarán a una celda o recintos donde están las personas que capturaron. Van a buscar la manera de agredirlos y quitarles la vida”, apuntó.
Hernández puntualizó que “aquí no estamos pidiendo impunidad para los servidores públicos, como se ha querido dar a entender”.
“Lo que queremos”, explicó, “es que den el ejemplo de hacer las cosas bien, pero de eso, en que algún momento se le acuse y se lleve a un juez y lo mandan al mismo recinto de los que capturó, sería injusto a ese nivel de peligro, que puede traer como consecuencia el quitarle la vida”.
“Aquí en este Gobierno es cuando más nos hemos empecinado en que si es responsable de algún delito un servidor público se le investigue, se le detenga y vaya a pagar. Pero, de eso, a convivir con los que capturó, no es posible ponerlos en peligro”, remarcó.
Altos índices
El titular del Ejecutivo reafirmó que respeta, pero no comparte, cómo los presidentes del Partido Anticorrupción (PAC), Salvador Nasralla, y del Partido Libertad y Refundación (Libre), José Manuel Zelaya Rosales, “están opuestos a las reformas penales”, y defendió que los miembros de los órganos de seguridad deben estar protegidos por la ley.
“A mí me parece hasta una falta de respeto generalizar de la manera que están generalizando cuando quienes están poniendo en riesgo su vida y avanzando de manera significativa en la reducción de tasa de la violencia son los operadores de justicia”, indicó.
Hernández abordó, mostrando un gráfico, “el comportamiento de los últimos diez años o un poquito más de la tasa de homicidios”, y destacó “cómo dejó el expresidente Ricardo Maduro los niveles de seguridad en el país; pero cuando ingresa al Gobierno, cuando hay cambio de Gobierno e ingresa el líder de Libre que fue presidente y ahora es el líder de la alianza PAC-Libre, miren cómo se empieza a disparar en seguridad”.
“Es hasta en el Gobierno del Partido Nacional anterior que se logra evitar que (la tasa de homicidios) siga subiendo, se detiene y empieza a bajar; esas son las estadísticas del Observatorio de la Violencia de la Universidad, las estadísticas que son certificadas por un proceso de observatorio en más de 30 municipios de donde participa la sociedad civil, donde cada evento criminal se va a corroborar y se certifica”, agregó.
Manifestó que “yo más bien diría que es bien difícil tener credibilidad en un tema de impunidad, en un tema de lucha contra la violencia para alguien que tuvo la oportunidad de dirigir el país y que más bien empeoraron la cosas a tal grado que nos dejaron como el país más violento en la faz de la tierra”.
“¿Con qué moral se puede hablar de seguridad?. Ojo, que lo que estoy diciendo lo digo con la convicción de los números y de lo que hemos vivido los hondureños”, agregó el mandatario.
El titular del Ejecutivo aclaró que con lo anterior “no significa que le esté faltando el respeto al presidente Zelaya”.
Pero “hay que decir las cosas claras: él gobernó y durante esa época se dispararon las muertes violentas, se gestó en Honduras un crecimiento a la violencia que ha tenido repercusiones más allá de su gobierno, pero que hemos tenido que ser nosotros los llamados a detenerlo y empieza a bajar”, señaló.
El presidente Hernández afirmó que la violencia tiene nombre y apellido, y es el tema del narcotráfico, y recordó “cuando aquí venía ese enjambre o esa nube de aviones tirando drogas, cuando estaban abiertas las fronteras, y ese paso de drogas generó entre un 70 y un 90 por ciento de acciones criminales violentas en el país”.
“Igual es el mismo fenómeno de México a Colombia pasando por Centroamérica”, añadió.
El mandatario insistió en que el narcotráfico ha sido el principal detonante de las acciones delictivas y que se generó mayor actividad de narcotráfico y paso de droga por Honduras durante ese Gobierno (de Manuel Zelaya).
Lo anterior –dijo- está acuñado con las fotos que todo mundo tiene de las trazas aéreas, en qué momento se dieron y en qué momento disminuyeron.