En el caso de Kevin Solórzano no existe una investigación exhausta asegura el abogado Ramón Enrique Berrios
“La propia agencia de investigación ubica dos diferentes casquillos de dos diferentes armas, que significa que por lo menos en la escena del crimen hubo dos disparadores”, expresó Ramón Enrique Berrios, Catedrático de Derecho Penal.
Añadió que, “sin embargo a la ahora del relato de los hechos, la víctima establece que había tres personas, pero la prueba científica me está ubicando que hay dos disparadores y ella establece en su relato que una persona solamente disparó, que la otra estaba viendo y que la otra la tenía ella apuntando, que era el Joven Kevin”.
Berrios apunta, que con esas declaraciones su testimonio se contradice con la prueba científica, que solamente ubica a dos disparadores en la escena del crimen, “es importante determinar que en el lugar de los hechos se encuentra un cuchillo ensangrentado, aquí es donde digo la mala investigación que hay en honduras, en su dictamen ese cuchillo solo establece que tiene muestras de sangre humana no hay mas investigación, no se le hizo más peritajes”.
“Si se le hubiese hecho un análisis exhaustivo a ese cuchillo, hubiese dicho que tipo de sangre es, a quien corresponde esa sangre encontrada en ese cuchillo por la cantidad de cuchilladas que le asestaron los hechores al fiscal, que fueron más de 35, si se hubiese hecho una buena investigación seguramente hubiésemos encontrado hasta rastros de sangre de los posibles victimarios, sin embargo la investigación no arrojó absolutamente nada porque no se hizo nada”, puntualizó Berrios.