Amputan la pierna a uno de tres niños atacados por serpientes
Melquin Elí Ávila Gonzales, de 17 años, de la comunidad Las Parcelas, Patuca en el departamento de Olancho, fue mordido por una la Barba amarilla cuando se disponía a subirse a un palmera de cocos sin percibir la presencia del animal rastrero que lo mordió en su pierna.
Melquin fue víctima no sólo de la serpiente, sino también de la falta de antídoto para ese tipo de mordedura ya que el Hospital Escuela Universitario no tenía el fármaco, y en el sistema sanitario del país tampoco está disponible.
Por la amputación de su miembro inferior, el adolescente ahora requiere de una prótesis, pero por ser de escasos recursos económicos, apela a la buena voluntad de un donante.
Otros dos menores que también fueron víctimas de las serpientes se recuperan con mayor suerte que Gonzales, a Saúl Antonio Cárdenas de 14 años de edad se le dio el alta en el Hospital Escuela y ahora es atendido por sus familiares para tratar de recuperarse de la mordida de una serpiente cascabel.
El tercer menor que está interno, es del municipio de Nueva Palestina, también de Patuca, Olancho, se trata de un niño de 13 años, Wilfredo Rodríguez.
Éste realizaba labores agrícolas al momento de sufrir la mordida mencionó el padre «Estaba chapeando un guamil, él pensó que fue una hormiga el que lo picó, pero el pie le fue hinchando».
Señaló que le hicieron varios «remedios» pero que ninguno le funcionó. «Le amarramos una faja en la pierna, porque así se acostumbra afuera, después lo llevamos a donde unos viejitos y le echaron un ungüento».
Wilfredo, también necesita el suero anticrotálido polivalente, del que carece el país.
Afortunadamente, este día el Grupo Phantera, que se dedica a la protección de felinos, al enterarse del caso de estos tres menores, donó 6 unidades del antídoto, tenían en existencia para paliar un poco la situación delicada de los jóvenes ínter que todavía se encuentran internos en el centro hospitalario de la capital del país.