Real Madrid se destapa con un 7-3 ante un débil Sevilla
Mientras las cámaras y miradas seguían los pasos del portugués Cristiano Ronaldo tras las declaraciones de Blatter, en un ambiente de calor alentando en la grada, Gareth Bale apareció en el partido sin hacer ruido.
El galés aprovechó para acomodarse en la banda derecha y comenzar el camino a la luz, en la primera ocasión que entró en contacto con el balón lo mandó lejos del alcance de Beto, buen gol después de una jugada bien elaborada por Isco y asistencia de Benzama.
Sin duda era la noche soñada por Bale, así también lo debió pensar Cristiano Ronaldo ya que le cedió una falta en la frontal, se preparó el galés y gol, después de un toque de un defensa del Sevilla, en media hora el Madrid ya llevaba una ventaja de tres goles, con una anotación de penal de Ronaldo.
El Real Madrid había entrado al partido con mucho animo y muy distinto al de jornadas atrás, presionando, con un paso hacia adelante y llevando la iniciativa del juego. Con ese estilo, el mejor arranque de la temporada y dejaba los fantasmas del pasado, pero se vino abajo en la recta final primer tiempo y se marchó al descanso con un 3-2 a favor.
En la segunda parte, el Madrid recuperó el pulso ofensivo y logró otros dos tantos, en medio de todo apareció el arbitro Teixeira para contribuir a la excitación, al señalar tres penaltis (dos en el área del Madrid y uno en la del Sevilla), alguno bastante dudoso.
Los goles continuaron y el Sevilla cada vez más débil tuvo que aguantar una escalada del Madrid que llegó a un resultado final de 7-3.