Presidente Hernández pide a diputados reflexionar y buscar lo mejor para Honduras con depuración policial
Tegucigalpa.- El presidente Juan Orlando Hernández exhortó hoy a los diputados del Congreso Nacional a que reflexionen y aprueben pronto el proyecto de ley para declarar como emergencia la depuración de la Policía y les pidió no dejarse sorprender por personas ligadas al mundo criminal que quieren que esta iniciativa fracase.
El mandatario, entrevistado por HRN, solicitó el apoyo de las diferentes bancadas en el Congreso Nacional para aprobar la ley que él envió el miércoles con el propósito de beneficiar a la Policía Nacional y al país en general.
“Mi reflexión y llamado al Congreso Nacional es que no miren al policía como un servidor público normal”, y que decidan “lo mejor para Honduras”.
Comentó que “no es lo mismo tener a una secretaria que elabora o administra archivos, y si se equivoca o comete errores, no va a ser mayor el daño, en relación a un policía que tiene un arma y con la delegación de autoridad y confianza”.
Hernández recordó que en su visita oficial a Honduras, el martes y miércoles, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que su país fue efectivo en recuperar la paz y la tranquilidad, porque el Congreso dio la autoridad para hacer la depuración necesaria.
Una comisión
El gobernante argumentó que “si en Honduras vamos a ser garantistas, vamos a estar siempre en las mismas cosas. SI un policía es bueno y diligente, que tiene voluntad y capacidad para hacer su trabajo y no abusa, entonces debe quedarse”.
Por esos casos, en los que hay policías buenos y otros contaminados, dijo que está pidiendo que se permita estructurar una comisión de gente honorable del sector civil para que acompañe todo el proceso y al ministro de Seguridad, Julián Pacheco, “y a su servidor, porque voy a estar de cerca en ese proceso”.
El jefe de Casa de Gobierno recordó que en los cuatro procesos de depuración llevados a cabo en gobiernos anteriores los policías retirados o suspendidos fueron a los tribunales y estos ordenaron su regreso hasta con salarios caídos.
Hernández comentó que “los buenos policías saben quiénes están contaminados, y les molesta que muchos efectivos contaminados están seis o siete años sin hacer nada y luego los regresan con todos sus beneficios”.
Lo mejor para Honduras
En relación a las posibles gestiones de factores externos ante el Congreso para evitar la depuración policial, Hernández dijo que no “descartaría que en estos momentos personas del mundo criminal estén tratando de sorprender a los diputados”.
“Pido a los congresistas, diputados y diputadas, y que tienen el deber, así como yo, de escuchar a todas las personas, que debemos buscar lo mejor para Honduras”, dijo.
“Si ya hemos tenido cuatro intentos de depuración y todos han fallado, y la Corte Suprema o los tribunales de justicia los reintegran (a los policías separados), entonces necesitamos asegurarnos de realizar las buenas prácticas”, manifestó Hernández.
Puso como ejemplo que los colombianos han sido efectivos porque cambiaron la ley, con el sustento básico de cuál es la relación de confianza, por ejemplo, comparando las relaciones de servicios que tienen un policía y un servidor público normal.
Camino bueno o malo
Hernández recordó que como él fue presidente del Congreso, diputado y secretario, y “yo sé cómo operan esas cosas, de que muchos hablan a los personeros del Congreso, y es obvio que un diputado no puede dejar de escuchar a otras personas, porque es su deber escuchar, pero este es un tema delicado y hay que hacer las reflexiones del caso”.
Expuso que por eso dijo que se necesita que se apruebe este proyecto de ley pronto, pero que igual los diputados se den su espacio para hacer las reflexiones necesarias, para que se lleve a cabo un debate profundo.
Empero, insistió en que “no voy a desconocer cómo llegan al Congreso personas con diferentes intereses; no me extrañaría que traten de sorprender a los diputados y se aprovechen de su buena voluntad, pero estoy seguro que los diputados pueden distinguir entre el camino bueno y el camino malo.”
En ese sentido, informó que él y miembros de su equipo han estado hablando con líderes de las diferentes bancadas, “y sentimos que hay una tremenda voluntad, pero obviamente reconocemos que siempre se les van a acercar personas que están interesadas en que esto fracase”.
“Debemos hacer una reflexión para que este debate no se quede solo a nivel del Congreso; este debate debemos tenerlo todos los hondureños, porque se trata de cambiar una cultura de vida”, enfatizó el presidente de la República.
“Y los policías, por ser funcionarios especiales y el alto grado de confianza que se deposita en ellos, deben tener un régimen especial y no un régimen garantista”, dijo Hernández.
Señaló que una persona puede ser muy honesta, pero si solo va a estar sentada en su escritorio y no hace las tareas policiales, o escucha que hay una banda peligrosa y se encierra en una esquina para no hacer su trabajo, por muy buena que sea no puede seguir en su puesto.
Bajo esa premisa dijo que hay una figura que ya existe en la legislación hondureña, que se puede interpretar como cuando un empresario tiene un empleado en el que ya no confía, o le ha girado instrucciones y ya no las cumple, o no cumple los objetivos; entonces, solo se le pagan sus prestaciones o sus derechos y termina la relación laboral.
“Pero hay gente que cree que, en el caso de los operadores de justicia, se les debe mantener en el Estado y no es así. Si ya se hace en el sector privado, por qué no hacerlo con los operadores de justicia, que es un trabajo mucho más delicado”, dijo Hernández.
También aceptó el gobernante que esa categoría especial debe reflejarse con un salario diferenciado, porque arriesgan su vida, y en eso ha venido construyendo un esquema de bienestar social para que los policías tengan acceso a vivienda y a temas de salud, entre otros beneficios.
Finalmente dijo: “A más obligaciones, más derechos y viceversa; de eso se trata”.