El Vaticano debió aclarar las palabras del papa Francisco contra Donald Trump
El Vaticano señaló hoy que las palabras que pronunció ayer el papa Francisco contra Donald Trump no constituyeron un «ataque personal» ni tampoco un mandato para decir cómo debían votar los norteamericanos. El Pontífice había dicho que el precandidato republicano -primero en la ponderación de la gente en la mayoría de las encuestas- no era «cristiano» dada su proyecto de construir un muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
Federico Lombardi, vocero del vaticano, defendió a Francisco y aclaró: «De ninguna manera fue un ataque personal, ni una indicación de cómo votar», manifestó el cura en declaraciones a Radio Vaticana. Ayer, los dichos del Papa conmovieron la campaña del Partido Republicano, luego de que tildara a Trump de una manera «espiritual». El portavoz indicó además que el Pontífice cree que la gente «debería construir puentes, no muros». «Esta es su visión general, que es muy coherente con las indicaciones de coraje seguidas en el Evangelio en ofrecer solidaridad y acogida», agregó el sacerdote.
Ayer, en el vuelo de regreso de su gira por México, Francisco había sido consultado sobre la faraónica idea del empresario norteamericano respecto a construir un muro que separara la extensa frontera mexicana de la de los Estados Unidos. «Una persona que piensa sólo en construir muros –donde sea que fuera– y no en construir puentes, no es un cristiano», había señalado el Papa a los periodistas presentes.
Consultado en el mismo vuelo respecto de si sus palabras estaban dirigidas a la comunidad católica de los Estados Unidos para que no voten al candidato republicano, el Papa había dicho que no pretendía «involucrarse en eso». «Sólo digo que este hombre no es cristiano si tiene esas cosas para decir», añadió el jefe de Estado vaticano.
La acusación hecha contra Trump repercutió de inmediato en el corazón del Partido Republicano, cuyos principales referentes salieron a responderle al Pontífice. Ted Cruz, Marco Rubio y Jeb Bush fueron los primeros en manifestar su malestar por la desafortunada frase. Muchos dentro de los Estados Unidos lo interpretaron como una forma de irrupción del Papa en cuestiones domésticas y en particular en la campaña republicana.
Tomado de Infobae.com