La oposición se hace con el control del Legislativo en Venezuela tras 17 años
Por primera vez, desde que el chavismo está en el poder, la derecha gana unas elecciones nacionales. La oposición quedó con 99 escaños, mientras que el oficialismo tendrá 46 diputados. Quedan pendientes de asignar 19.
No hay plazo que no se cumpla. Esta parece ser la consigna de este 6 de diciembre, cuando pese a tener todas las herramientas a su favor, el oficialismo en Venezuela sufrió una dura derrota por parte de la oposición de derecha y se hizo, luego de 17 años por fuera del poder, con la Asamblea Nacional, que se asemeja en Colombia al Congreso de la República.
«Ha triunfado la Constitución y la democracia», dijo el presidente Nicolás Maduro al aceptar los resultados que le quitan el control del legislativo al partido del Gobierno.
El chavismo, durante todo el tiempo que lleva en el poder, no había conocido la derrota en una elección de carácter nacional. El único caso que podría citarse es el del referendo del 2007, que perdió el entonces presidente Hugo Chávez y que buscaba -entre otras medidas- ampliar su mandato presidencial.
La jornada electoral transcurrió en normalidad, según las autoridades. El Ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, informó al cierre que se reportaron en total 78 incidentes, de los que solamente siete llegaron a ser delitos. Los responsables fueron presentados ante las autoridades competentes.
Desde las 10:00 p. m. la oposición agrupada en la Mesa de Unidad Nacional (MUD) había expresado su complacencia por los resultados electorales y sus sonrientes voceros habían solicitado al Consejo Nacional Electoral (CNE) dar por oficiales los resultados, tras transcurrir dos horas del cierre de una votación efectuada electrónicamente.
La misma alegría la expresó el excandidato presidencial y gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, quien llegó a anunciar por las redes sociales que, de los 167 escaños posibles, se habían logrado 113 y, lo que indicaba que se había logrado el largamente ansiado objetivo de hacerse con el Legislativo. «Los resultados son los esperados», dijo en su perfil de Twitter y llamó a asumirlos con «mucha humildad».
De parte del gobierno hubo hermetismo hasta el último minuto. La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, divulgó personalmente un único boletín al filo de la medianoche en el que confirmó que la Asamblea Nacional venezolana cambiaría de manos. Se confirmaba el voto de castigo al gobierno del presidente Maduro.
El gran temor radicó en que el mandatario había manifestado en las últimas semanas que no habría una derrota del chavismo y que, de darse, se lanzaría a las calles para defender el proyecto político rojo.
Ya desde entonces las encuestas no eran halagüeñas para el gobierno e indicaban que el PSUV, partido en el poder, sería barrido del legislativo y que solo obtendría aproximadamente el 30 % de los escaños.
Esos mismos sondeos había advertido que la población estaba hastiada de la crítica situación que se vive en el día a día de la mayoría de venezolanos, para quienes varias de sus necesidades básicas se encuentran insatisfechas, lo que incluye problemas para acceder a una vivienda digna, un servicio de salud precario, ausencia y racionamiento de elementos básicos en los supermercados, además de una inseguridad rampante, entre otras problemáticas.